”El Único que da la Verdadera Felicidad es Jesús”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Juan Espinoza Jiménez

El obispo Juan Espinoza Jiménez, en su homilía de la misa de 10:00 en Catedral, invitó a todos los fieles católicos a que “vivan la Semana Santa sin distracciones de nada, ni de la Feria de San Marcos”.

El purpurado dijo que “debemos de vivir este misterio y reflexionar como Pedro, Judas, los fariseos, los soldados romanos o la Virgen María al pie de la Cruz y San Juan que no tuvo miedo”.

Los católicos de Aguascalientes deben reflexionar sobre lo “que debe ser verdaderamente la semana mayor del año y darnos cuenta que la vida tiene alegrías, pero también dolores, y solamente Dios hace posible que nuestra existencia sea más bonita”.

Recordó que el domingo de ramos Jesús entró como rey a Jerusalén, “fue una entrada triunfal, a pesar de que sabía que aquella gente que salió a su encuentro con palmas y diciéndole bendito el que viene en nombre del Señor fueron los mismos que al siguiente viernes gritaron que lo crucificaran”, pero lo hizo con alegría porque sabía que iba a morir para salvar a los hombres del pecado porque eran los planes de Dios padre.

Fue el rey de los judíos, “pero no como un humano, sino conforme a ese proyecto de Dios y lo hizo como un rey humilde, pacífico y dispuesto a entregar su vida por salvar a la humanidad y reclamar su sangre para unificarlos a todos de los pecados”.

Por todo esto es que en la vida de cada persona hay penas y pruebas dolorosas en muchos sentidos que hay que superar fusionados con el Creador, “porque el único que da la verdadera felicidad es Jesús”.

Juan Espinoza invitó a los fieles a que vivan todos los eventos litúrgicos de la semana santa y que entren en profunda reflexión, que el viernes se sienta el duelo por la muerte y pasión del que vino a salvar a la humanidad.

El sábado es la gloria porque es cuando vence a la muerte y resucita el domingo, de ahí que insistiera en que cada quien reflexione en lo íntimo cómo quiere vivir estos días de acuerdo a los personajes del Evangelio, pero sobre todo que nada los distraiga, ni la tentación de la Feria de San Marcos.