Denuncian Acoso Víctimas de Tortura

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Víctimas de tortura son perseguidas y no hay respuesta en Fiscalía (Foto: Página 24)

Luego de que ONU-DH lleva años de investigación sobre la tortura que ejerció Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, en el sexenio de Carlos Lozano de la Torre, a cientos de personas que fueron arraigadas en una casa, además del “gimnasio” en la procuraduría y los talleres del ferrocarril (hoy Tres Centurias), donde había todo tipo de agresiones para arrancar confesiones falsas, está a punto de emitirse una respuesta, y por lo tanto, hay represalias en contra de quienes señalaron al funcionario de sus aberrantes prácticas.

En conferencia de prensa, Felipe Hinojo Alonso acompañado de Maricela Sánchez Muñiz, Claudia Verónica Carrillo Vaquera, Alejandro Rivera Padilla, Javier González Luz y Obed Salinas, dio a conocer que durante el tiempo en que la ONU ha hecho sus investigaciones ellos han sido víctimas de acoso, mismo que ha arreciado en los últimos meses y semanas.

Resultó que Felipe Hinojo Alonso fue denunciado ante la Fiscalía General de la República (PGR) por Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, “por falsedad en declaraciones porque dije que me constaban las torturas”, manifestó en conferencia de prensa.

El proceso fue irregular porque nunca le fue notificada dicha denuncia, y luego de posponerla en varias ocasiones, resulta que el exprocurador reclama que Hinojo Alonso asegure que le consta algo que no vio.

“No vi en el momento en que lo hacían, pero sí cómo dejaron a mi hermano y fue quien me dijo que se lo había hecho Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, luego fui censurado por Carlos Lozano de la Torre; todas las puertas se cerraron para que no se supiera lo que estaba pasando”.

En la casa de arraigo fue donde se conocieron varios, luego se interpuso una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien emitió la recomendación 17VG/2019, misma que mediante un amparo fue “bajada” de la página de la (CNDH), pero aceptada por Jesús Figueroa Ortega, quien escudándose en que la ley protege a Muñoz Vázquez, no hace nada.

Sólo que el fiscal –dicen los torturados- es omiso, porque hace dos años les dijo que iba a poner un ministerio público para que tomara las declaraciones de aquellos que no salieron en la recomendación, pues sólo se reconoce a 19 de las víctimas.

Todo se hizo, pero la ministerio público, de nombre Mireya, nomás tomó declaraciones y de ahí no pasó, llegando al punto de tratar mal y prácticamente correr de fiscalía a las víctimas, como es el caso de Maricela Sánchez.

En la recomendación que aceptó el fiscal también se señala a cómplices de Muñoz Vázquez, mismos que no tienen ningún amparo que los proteja, pero sí la impunidad porque el fiscal no ha hecho absolutamente nada, aunque se comprometió con las víctimas que lo haría y que no los despedía para que no se “le fueran”, pero ni se le van, ni busca nada, al contrario, siguen trabajando en dicho ente en puestos de primer nivel.

Maricela además ha sido exhibida como delincuente por un delito del que, luego de una larga batalla legal y haber pasado por dos penales federales, fue declarada inocente. Mientras que a Hinojo Alonso ahora se le quiere fincar un delito por decir lo que ocurrió en ese tiempo.

Tanto Maricela como Hinojo Alonso son personas protegidas por la ONU-DH, que en su momento por medio de oficios se lo han hecho saber tanto a Fiscalía General del Estado, la delegación de la Fiscalía General de la República y a Secretaría General de Gobierno.

Por lo tanto, si algo, cualquier cosa, les llega a pasar a ellos o a su familia, hacen responsable a Felipe de Jesús Muñoz Vázquez y a las autoridades que han sido omisas durante todo este tiempo.

Las víctimas esperan lo que emita la ONU-DH para que el estado responda por lo ocurrido, ya que no es un invento, está sustentado en una recomendación que hubo tortura. Es un delito que no prescribe y las secuelas psicológicas y económicas son muchas, ya que ninguno ha podido superar todo lo vivido y eso les impide, en algunos casos, poder acceder a un empleo.