“Hay Ayuda Psicológica Para el Proceso de Separación”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Yolanda Ramírez de Orozco

Yolanda Ramírez de Orozco, presidenta del DIF Estatal, defendió que se implemente en la entidad las familias de acogida, ya que aumenta las opciones de convivencia para los menores de edad que están bajo la guarda y custodia del estado, al ser abusados o abandonados por su familia nuclear.

Esta situación es real, los hechos no se pueden maquillar: hay violencia intrafami­liar o el abandono, en ocasiones hasta de recién nacidos, que pasan a ser institucio­nalizados mientras se define su situación jurídica y “la Unicef ha declarado que un menor tiene mejor desarrollo al estar en el seno de una familia que en un albergue”.

Las familias de acogida pueden tener a menores de edad por determinado tiempo, tanto a los que están en proceso de adopción como a quienes se les sigue el proceso legal para ver la posibilidad de que se reincorpo­ren con su familia de origen.

Al cuestionar si no es un doble sufrimiento para los niños y adolescentes que lleguen a vivir con una familia, creen lazos de apego y luego tengan que volver a separarlos, Ramírez de Orozco dijo que lo mismo sucede con las cuidadoras que están en los albergues, tanto del DIF como otros que los apoyan.

La diferencia es que en una institución hay una cuidadora por cada 10 menores, mientras que en una familia reciben más atención, además de que tienen ese “calor de hogar” para que haya un mejor desarrollo y los ayude a tener más herramientas para poder desenvolverse en el futuro.

En estos momentos hay 34 niños, niñas y adolescentes, que van de los siete a los 17 años que están “liberados” jurídicamente, lo que quiere decir que están listos para ser adoptados, el problema es que en la lista de espera que tienen de parejas que buscan formar una familia no desean menores de ese rango de edad.

Yolanda Ramírez pide “comprensión” a quienes buscan adoptar para que reconsi­deren, ya que todos aspiran a que sean de preferencia bebés o menores de cinco años, lo que genera que pasando de esa edad se van reduciendo las posibilidades de que sean aceptados en una familia como sus vástagos.

Reconoció que en el DIF hay bebés hasta en cuneros, pero la situación jurídica no está determinada para que sus familiares pierdan la patria potestad y en esos juicios y trámites burocráticos pueden pasar años, por lo que el menor crece y ya no es aceptado en adopción.

Son 142 los menores que están en posibi­lidad de sólo estar en familias de acogida, esto quiere decir que pueden ser liberados para adopción o volverlos a insertar en sus familias.

“A la sociedad de Aguascalientes le digo que es responsabilidad de todos cuidar a nuestros niños, niñas y adolescentes”, concluyó.