Cincuenta Colaboradores Reciben el Curso

Es necesario valorar al paciente de manera integral, para que tengan una vejez plena, saludable y activa.

Las redes familiares son un soporte importante en la atención y cuidados del paciente geriátrico.

Como parte del programa de educación médica continua que impulsa el DIF Estatal para brindar un mejor servicio a los usuarios y una atención que responda a las necesidades de los adultos mayores, se impartió la capacitación Generalidades en Geriatría, cuyo enfoque es preservar la funcionalidad del paciente geriátrico para que mantenga un rol de participación en la vida familiar y social.

La directora de Servicios Médicos del DIF Estatal, Teresa Guadalupe Medina Macías, detalló que este curso se brindó a 39 colaboradores del área de salud de la institución y a 11 personas de las unidades básicas de rehabilitación de DIF Municipales, a quienes también se les hace extensiva la invitación para que tengan una actualización profesional permanente.

El taller estuvo a cargo del doctor Natanael Vinnue Ávila Cruz, quien destacó que por la inversión de la pirámide poblacional y el aumento en el segmento de adultos mayores, así como el incremento en la esperanza de vida en mujeres que es de 78 años y de hombres, de 73 años, es necesario valorar de manera integral al paciente geriátrico en sus diferentes esferas de desarrollo para que pueda tener una mejor calidad de vida.

Comentó que a partir de los 65 años de edad se recomienda que los adultos mayores acudan con el geriatra, a fin de que tengan una atención completa en el aspecto físico y psicológico, de tal manera que puedan adoptar mejores estilos de vida para una vejez saludable y activa.

Mencionó que parte importante en el paciente geriátrico son sus redes familiares, pues ellos son un soporte fundamental en el bienestar del adulto mayor, pues son quienes asumirán la responsabilidad de estar atentos al mantenimiento o evolución de algún padecimiento del familiar.

En este sentido, subrayó que las redes de apoyo deben ser alternas, para que no sea siempre la misma persona la que lleve la responsabilidad de cuidar al adulto mayor, evitando con ello el desgaste físico y emocional de ambas partes.