“Es un Gran Compromiso ser el Obispo de la Diócesis, Pero Cuento con un Gran Equipo”

Juan Espinoza Jiménez:

Por Benny Díaz

Viajó desde Morelia Michoacán hasta Aguascalientes, y desde su llegada a los límites del estado, el obispo Juan Espinoza Jiménez fue escoltado por elementos de la policía estatal hasta Catedral.

En el recorrido por las calles de la ciudad hubo muestras de alegría por parte de fieles católicos que salieron a darle la bienvenida con banderines en colores blanco, azul y rojo; el primero por ser uno de los que identifican al Vaticano y por ende, a los clérigos; el segundo por ser el que identifica a la Virgen María y el tercero, a Jesucristo.

Aunque a Catedral ingresaban con invitación y sólo el cuerpo edilicio, es decir, representantes de asociaciones religiosas y algunas autoridades civiles, hubo fieles que estuvieron tanto en la plaza de armas como en el atrio para dar la bienvenida con porras, aplausos y saludos al obispo que dirigirá la diócesis.

En las parroquias ubicadas en las calles por donde pasó el vehículo episcopal, repicaron las campanas y el purpurado saludaba a la gente con entusiasmo.

Al bajarse del vehículo en la plaza de armas, saludó a los fieles, posteriormente, al gobernador que también lo esperaba fuera de Catedral.

“Es un gusto saludarles –dijo el obispo en entrevista-. Felicidades, tienen una Catedral muy bonita y a todos que Dios los bendiga. En esta toma de posesión me hizo entrega de la recepción de la diócesis el cardenal Francisco Robles en el acto canónigo, también están representantes de la nunciatura apostólica, quienes certifican mi llegada y manda a Roma los oficios”.

Espinoza Jiménez se mostró feliz del recibimiento que le dieron: “No me lo esperaba. Se siente el calor y mucha alegría. Ver a tanta gente que está contenta y alegre me da mucho gusto; cada sonrisa y saludo es un compromiso porque es muestra de que las ovejas quieren estar cerca de su pastor”.

Desde que fue nombrado por el Papa Francisco como octavo obispo de Aguascalientes, Juan Espinoza estuvo en constante contacto con el padre Juan Gabriel Rodríguez Campos, quien fungió como administrador de la diócesis y ayer fue nombrado vicario general.

“Veo una diócesis muy interesada, sacerdotes muy activos que han hecho un trabajo excelente. Estoy motivado con la alegría de la gente y cuento con un equipo de sacerdotes, religiosas y laicos muy comprometidos con la obra de evangelización. Es muy emotivo, no se puede expresar con palabras, es un sentimiento grande y de mucho gusto”.

El purpurado compartió con los reporteros que vio un letrero que decía: “Señor obispo, su persona es una bendición para nosotros. Yo quiero decirles que para un servidor es una bendición ser envidado del Señor y que vean la misericordia y ternura de Dios”.

Reiteró que “es un gran compromiso ser el obispo de esta diócesis, pero cuento con un gran equipo”, por lo pronto sólo nombró al padre Juan Gabriel como vicario general y todos los demás se quedan en el puesto que ocupan, y será sobre la marcha que se irán haciendo cambios de acuerdo a las necesidades de las parroquias y los fieles.

Ni Campaña ni Votos

El cardenal Francisco Robles, en la ceremonia religiosa, resaltó que el obispo Juan Espinoza Jiménez fue nombrado por el Papa Francisco después de un año en que la diócesis estuvo acéfala por el fallecimiento de José María de la Torre Martín, a consecuencia de Coronavirus.

Y este nombramiento se dio no porque Juan Espinoza hubiera hecho campaña y los fieles emitieran votos, sino que únicamente por las oraciones elevadas a Dios se definió cuándo y quién sería el que viniera a guiar a los católicos.

En la bienvenida al obispo estuvieron el gobernador Martín Orozco Sandoval, algunos alcaldes y diputados; Juan Rojas García, magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, declinó la invitación.