Jesús Figueroa Ortega:

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Jesús Figueroa Ortega (Foto: Página 24)

Jesús Figueroa Ortega, fiscal general del estado, aseguró en entrevista colectiva que no hay problema de que se vulnere la seguridad por el hecho de que Porfirio Sánchez Mendoza ya no esté al frente de la policía estatal, porque “las instituciones siguen funcionando esté o no esté al frente una persona”.

Puso como ejemplo que “la fiscalía sigue adelante haya (por momentos o días) fiscal o no, es algo que no se puede parar. En el caso de él (Porfirio) se le está imputando un caso de tortura; habrá que ver, porque era policía federal, si se dio el hecho”.

De alguna manera Figueroa Ortega justificó ese proceder, pues dijo que igual se le van al que ahora lo acusa de tortura porque “la policía actúa en esa línea legal y lo ilegal, son situaciones no normales y sancionables, pero también es la labor del policía que pone en riesgo su propia seguridad y hasta su vida. En este caso, va a enfrentar un proceso y ya será la autoridad judicial quien tome la decisión”.

Jesús Figueroa Ortega también tiene en sus manos un caso de tortura, con muchas víctimas de su antecesor Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, de quien según la recomendación 17VG/2019 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en la fiscalía sigue habiendo cómplices del entonces procurador, pero de este tema el fiscal no habla.

La justificación de años es que Muñoz Vázquez tiene un amparo que le impide ejercer cualquier acción judicial en su contra, pero ese manto protector no alcanza para los cómplices a los que tampoco se les toca ni con el pétalo de una rosa.

El fiscal también habló de los temas de “actualidad”, como el asesinato del taxista, ocurrido en diciembre, del que se hizo “mucho revuelo. Me comprometí públicamente a dar con los responsables y así se hizo: son tres, un adolescente y dos adultos”.

En el caso del menor de edad la pena máxima que se le podría imponer es de cinco años y al hombre y la mujer, que ya no están tan chiquitos, podrían alcanzar hasta 40 años de prisión.

Figueroa Ortega dijo que es lo que marca el código penal, y aun cuando los diputados hicieran cambios en dicha ley, las sentencias no podrían ser mayores a lo que marca el tiempo en que ocurrieron los hechos.

El otro tema por el que hay gran indignación es por la muerte del joven que murió a causa del exceso de velocidad y presuntamente estado de ebriedad en que manejaba un hombre acompañado de una mujer.

La que iba como copiloto ya está detenida, pero el conductor recurrió a un amparo y habrá que esperar que transcurran los tiempos legales para ver qué determina el juez.

Y como ya pasó bastante tiempo y no “tuvimos contacto con él al momento”, a estas alturas resulta prácticamente imposible comprobarle que iba ebrio, por lo que la carpeta sólo se judicializó por el delito de homicidio culposo, omisión y daño en las cosas.

Por los tres delitos el responsable de esa muerte puede alcanzar máximo 11 años de prisión, si es que no se sigue amparando y recurriendo a recursos legaloides para estar lo menos posible en el Cereso o incluso hasta librarse de eso.