“¡No Están Solos!”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

César Gamboa y Tere Jiménez Esquivel

La diputada federal Tere Jiménez Esquivel viajó a Los Ángeles, California para reunirse con líderes migrantes. Les dejó claro que “¡no están solos!” ante las constantes violaciones a sus derechos humanos que sufren en el vecino país por ir en busca de mejores condiciones de vida, mismas que les son negadas en México.

Jiménez Esquivel dio a conocer que la invitación se la hizo César Gamboa, un mexicano que tiene descendientes en Aguascalientes. Quiso reunirse con ella junto a otros líderes migrantes que han dedicado parte de su vida a ayudar a aquellos que se enfrentan a una situación totalmente adversa en un país donde no cuentan con nada ni nadie y son víctimas de todo tipo de vejaciones y violencia.

La diputada federal agradeció la invitación para escuchar sus historias y demandas para hacer alianzas estratégicas y trabajar, “y mucho, por los derechos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos”.

Tere también expresó que “a todos los migrantes que han tenido la necesidad de irse al país del norte les queremos decir que no están solos”.

Mencionó que esta alianza es muy importante: “Cuando fui alcaldesa se acercaban muchas personas al Miércoles Ciudadano para hablarme sobre varios trámites que había que realizar”.

Felicitó a César Gamboa y a su familia por los trámites que han hecho con las diversas asociaciones de migrantes mexicanos que se han visto en la necesidad de organizarse y unirse para hacer frente a los problemas que tienen cuando se violentan sus derechos humanos.

Y es que, en el caso de los que ya están en las asociaciones, la mayoría ya cuenta con su residencia e incluso doble nacionalidad; pero hay otros que andan allá sin ninguna garantía y están más vulnerables en todos los sentidos, desde tener que trabajar sin ninguna garantía, con jornadas extenuantes y con salarios menores a los que ganan por el mismo trabajo los estadounidenses.

De hecho los migrantes son contratados como mano de obra barata, y los que llegan en calidad de indocumentados viven con la zozobra de ser detectados por las autoridades migratorias y deportados a México, no sin antes ser violentados.