Un adulto mayor murió en completa sole­dad y su cuerpo putrefacto quedó al descu­bierto días después, en una casa de la calle Del Codo, en el primer cuadro de la ciudad.

El sujeto, cuya identidad no fue revelada, contaba con alrededor de 90 años.

Alrededor de las seis de la tarde de ayer, en el servicio de emergencia 911, recibieron el reporte de que de la vivienda 206 de la mencionada calle, emanaban olores fétidos.

Al lugar se dirigieron elementos del Gru­po Ciclopolicías, los cuales confirmaron el reporte y se entrevistaron con los vecinos, quienes dijeron que la casa la habitaba un hombre de edad avanzada, cuyos familiares, sabían, “viven en la Ciudad de México”.

Aseguraron que tenían varios días de que no lo veían, hasta que comenzaron a perci­bir olores fétidos y decidieron reportar al servicio de emergencia.

Los uniformados solicitaron apoyo a bom­beros para abrir la puerta y cuando ingresa­ron junto con paramédicos de la Cruz Roja, que llegaron minutos más tarde, encontraron el cadáver putrefacto tirado en la sala.

Para dar fe del cadáver, arribaron elementos de la Dirección General de Investigación Pericial y de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios de la Fiscalía General del Estado.

En la inspección ministerial que realiza­ron, no encontraron huellas de violencia que los hiciera suponer que el hombre fuera víctima de alguna agresión y presumieron que sufrió un infarto.

Posteriormente los peritos trasladaron el cuerpo sin vida al Servicio Médico Forense, en espera de que sus familiares acudan a reclamarlo.