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José Alejandro Díaz Lozano

Sospechosismo

CUANDO MARTÍN Orozco Sandoval era gobernador electo, se le preguntó si se fincarían responsabilidades en contra de funcionarios del sexenio de Carlos Lozano de la Torre, incluso sobre el ahora exgobernador, si encontraba anomalías.

EN AQUELLA entrevista banquetera -entonces sí se podían hacer sin problema- el ahora mandatario estatal dijo que investigaría todas y cada una de las secretarías y que si encontraba cualquier cosa que estuviera mal, por supuesto que iba a proceder conforme a la ley.

PASÓ UNO, dos, tres, cuatro años y de repente “saltó la liebre” de que en la Secretaría de Finanzas les andaban cobrando 800 millones de pesos desde gobierno federal, porque no les cuadraban las cuentas de ese recurso que etiquetaron para una obra y nomás no pudieron comprobar.

Y EL RESPONSABLE era directamente José Alejandro Díaz Lozano, el que fuera secretario de Finanzas en el sexenio de su tío Carlos Lozano de la Torre, o sea que aparte de todo, nepotismo puro.

EL ENTONCES contralor, Dennys Eduardo Gómez Gómez, dijo que iban a mandar citar a Díaz Lozano para que les explicara con peras y manzanas dónde habían quedado todos esos cientos de millones de pesos que, si no justificaban, gobierno estatal tendría que pagar en una sola exhibición a la federación.

Y DE REPENTE, así muy extraño, Dennys fue quitado del cargo, y quien llegó se encerró a piedra y lodo. Nunca jamás se volvió a tocar el tema porque sencillamente no se encontraba a quien pudiera hablar y explicar en qué quedaron.

JOSÉ ALEJANDRO también desapareció por un tiempo, igualito que su tío, no se le veía por ningún lado. Pero de repente, en abril de este año, volvió a la vida pública como funcionario federal y nada menos que como delegado de Banobras en Aguascalientes.

PERO ANTE la prensa ha manejado un muy bajo perfil. Cuando se le encontró se le pidió una entrevista, misma que aceptó a regañadientes, pero en cuanto se le cuestionó sobre el dinero dijo que de ese tema no iba hablar, ni de su tío; tampoco de la tarjeta que usó para darse la gran vida.

QUE DIZQUE su función está ya en otro nivel, en gobierno federal. Lo que no dijo es quién fue el padrino que le consiguió esa chamba en donde también maneja un titipuchal de dinero.

LO QUE causa sospechosismo es que hace semanas se le peguntó a Juan Manuel Flores Femat sobre lo declarado por Orozco Sandoval de que buscaría hasta debajo de las piedras para ver si había algo fuera de la ley con su antecesor y entonces se fincarían responsabilidades, pero nomás no ha pasado nada.

EL SECRETARIO general de Gobierno aseguró que sí se ha investigado, “sin ningún sesgo”, a Carlos Lozano de la Torre. Y claro que no iba a perder la oportunidad de aventar la bolita de quién no se le estaba preguntando: Luis Armando Reynoso Femat. Dijo que también se estaba esculcando muy exhaustivamente todo su sexenio.

LO RARO es que a Lozano de la Torre no se le ha tocado ni con el pétalo de una rosa, y cómo, con el antecedente de semejante procurador que se cargaba: Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, quien agarraba parejo a hombres y mujeres para torturarlos, arrancarles confesiones y de inmediato encontrar culpables de todos los delitos habidos y por haber.

NO VAYA siendo que uno de los tentáculos del exprocurador, a quien Reynoso Femat sí tuvo el valor de llamar gánster, los alcance o se destapen cosas que nadie quiere saber ni oler. No, mejor despistados todos y con bajo perfil de lo que es vox populi: se sirvieron con la cuchara grande y no hay ni quién los investigue.

SI A JESÚS Figueroa Ortega –dice la leyenda-, Muñoz Vázquez lo cacheteó, y siendo fiscal le tiene más miedo que un niño a La Llorona, queda claro que hay muchos más que le guardan sus “respetos” al exgobernador Lozano de la Torre y su familia (BDR).