“Valores en la Familia se han Perdido”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Rogelio Pedroza González (Foto: Juan Fernando Reyes Ortega)

Cuando la sociedad sabe que asesinaron a un menor de edad, y sobre todo cuando quienes le arrancaron la vida fueron sus padres -como el caso ocurrido hace unos días por una pareja de drogadictos en Calvillo- hay una indignación tal que se pide la pena máxima para quienes cometen el crimen. No es algo que se debe minimizar porque en esto, al igual que con el aborto, hay que ir hasta el fondo, a lo más profundo de la familia “porque los valores se han perdido”.

Fueron las palabras del vocero de la Diócesis, Rogelio Pedroza González, quien aseguró que cuando pasa un caso así todos se vuelcan en eso. Dijo que es algo que jamás se debe desestimar y mucho menos volverse insensible, pero entonces debe haber congruencia con el aborto porque es exactamente lo mismo, ya que es una vida distinta a la de la madre, una que no le pertenece por más que diga que está en su cuerpo, sí, formándose, pero no forma parte permanente de él como si fuera un órgano más.

Desde la Comisión Diocesana de Pastoral se trabajó durante un año para realizar la marcha por la mujer y la vida. Según dijo, las cifras oficiales arrojan que participaron 10 mil personas entre católicos, evangélicos y hasta no creyentes en la religión pero sí en que se le debe dar oportunidad de venir al mundo a quienes fueron concebidos de cualquiera que haya sido la forma.

Hizo énfasis en que hoy en día existen mayores oportunidades de empleo y salud no solo para las mujeres, sino también para los hijos, incluso se puede recurrir a un proceso legal para que por medio de las autoridades el padre que busca deshacerse del problema, se haga responsable de dar alimentación, vestido y casa a los hijos que haya procreado con una mujer.

Porque para la concepción de un ser humano forzosamente se requiere de un óvulo y un espermatozoide, solo que por esa pérdida de valores hay quienes huyen ante dicha responsabilidad o instan a la pareja para deshacerse del producto.

El caso de un hijo que es abusado y maltratado hasta la muerte no es lo único que habla de la decadencia de los padres, pasa con aquellos niños que desde los 10 años se les permite comenzar una vida sexual activa en donde se vale “de todo”, y luego vienen las consecuencias como son los embarazos no deseados.

Desde la Iglesia Católica se hace el llamado a que se permita nacer al bebé, y si llegado ese momento la mujer de plano no lo quiere, entonces que recurra a las instituciones, que son varias, donde se puede dar en adopción a quienes desean un hijo y no pueden concebirlo, o incluso parejas que son fértiles pero que buscan esa forma de conformar su familia.

Y si ya ni así, entonces queda otro camino, como son el Hogar de la Niña y la Ciudad de los Niños, en donde se les brinda calidad de vida, y en el caso de que no sean adoptados, se les prepara para que al llegar a la mayoría de edad puedan empezar a valerse por sí mismos.