La Columna del Diablito

UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
CORAZÓN TRICOLOR…

 Gracias a Andrés Manuel López Obrador, José Manuel González Mota, es diputado local por Morena y presidente municipal electo de Asientos, por ¡Morena! Lo que no hubiera sucedido si José Manuel hubiera continuado en las filas del PRI.

No obstante, González Mota sigue suspirando por el RIP, pues es de corazón tricolor y alma masoquista.

 MOTA Y SU PASIÓN ENFERMIZA POR CARLOS LOZANO…

Por eso, cada vez que le ponen una grabadora enfrente habla muy bien de su excorreligionario, Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”, de quien asegura que, “en cuestión de seguridad, se le respeta”.

¡Bolas don Cuco! Pues no sé en qué galaxia viva José Manuel, pero el sexenio del “Patrón del Mal” el narco terminó por extender sus fuertes raíces y se vivió una lucha encarnizada entre dos jefes policiacos: el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, secretario de Seguridad Pública Estatal y Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, procurador general de Justicia del Estado, quienes se acusaban mutuamente de pertenecer al narco, de distintos cárteles.

Hidalgo Eddy era fantoche, autoritario, mentiroso y mamón. Y se ganó la animadversión de Felipe de Jesús, cuando el militar fue a la Procuraduría General de Justicia, para “regañarlo”, porque no se reportaba con él.

Felipe le respondió: “Es usted quien debe reportarse conmigo, yo soy el procurador general de justicia, usted secretario de Seguridad Pública. Y le recomendó viera el organigrama”.

Ahí comenzó la guerra y comenzaron a surgir intereses turbios, egos y… acusaciones.

Hábil en inventar delitos y fabricar culpables donde no los hay, Felipe de Jesús hizo declarar a varios jefes policiacos municipales, que el general Hidalgo recibía grandes sobres manila llenos de billetes que le mandaba el “Cártel de la Oficina”, y eso consta en varias averiguaciones previas.

Sin embargo, “El Patrón del Mal”, no le creyó y le ordenó que no pidiera al juez en turno orden de aprehensión en contra de Hidalgo Eddy: “No quiero tener broncas con el Ejército Mexicano”.

Pero el general insistía en que el narco era Felipe de Jesús: “A esos hijos de la chingada, los huelo a kilómetros de distancia”, solía alardear.

Y, como prueba, mencionaba el “levantamiento” que el cártel de La Oficina hizo de dos de los sobrinos de Felipe: Israel Muñoz Marmolejo y Carlos Alberto Marmolejo, a quienes elementos de ese grupo interrogaron, grabaron y el video lo subieron a Internet donde todavía el lector puede verlo.

Golpeados, rodeados de gente armada, uno de los cabecillas interrogó a ambos por separado: y reconocieron que trabajaban bajo las ordenes del procurador, quien les ordenaba “ponerles el dedo a sus excompañeros, para que el director de la Policía Ministerial, Ricardo Martínez Ibarra, los matara”.

–¿Cómo te llamas?

–Israel Muñoz Marmolejo.

–¿Quién es tu tío?

–El procurador Felipe Muñoz Vázquez.

–¿Quién mandó matar a Óscar el del IV Centenario?

–Mi tío el procurador.

–¿Qué les dijo el procurador?

–Que me pusiera de acuerdo con el comandante Ibarra.

–¿Con quién lo mandó matar?

–Con el comandante Ibarra.

–¿Quién es el comandante Ibarra?

–El director de la policía judicial de Aguascalientes.

–¿Cómo se llama el comandante?

–Ricardo Martínez Ibarra.

–¿Dónde lo mandó matar?

–En los Altos de Jalisco.

–¿Dónde hablaste con el comandante?

–Mi tío el procurador me dio su número de teléfono.

–¿Qué les dijo el comandante Ibarra?

–Que organizara una pelea de perros fuera de aquí, del estado de Aguascalientes y que cuando la hiciera, le dijera cuándo y en dónde iba a ser y que ya de ahí él se encargaba de lo demás.

–¿Por qué lo mataron?

–Porque mi tío dijo que iba a hacer una limpia aquí en el estado de Aguascalientes.

–¿Dónde veían ustedes a su tío el procurador?

–En la casa de su papá, en avenida Independencia.

–¿Qué pasó ese día? –Estábamos en una pelea de perros cuando de repente salió Óscar con otros dos amigos, se fue a su camioneta cuando de repente entró el comandante Ibarra y un comando armado y comenzaron a disparar, mataron a Óscar, hirieron a otro señor en un hombro, a una niña de nueve años y a otra señora le dieron también.

–Dile cual es el mensaje.

–Tío si no renuncian tú y el comandante en siete días, van a empezar a matar a todos, a nuestros papás, nuestros hijos y hermanos, saben dónde vivimos tío, ayúdanos, no nos dejes tío nos van a matar.

No había duda alguna, Felipe de Jesús le había declarado la guerra a “La Oficina”, brazo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), para quien los sobrinos (tres hermanos) de Felipe de Jesús, trabajaban, pero a la llegada de su tío chapulinearon y comenzaron a trabajar para el flamante procurador.

En un segundo video, aparece otro de los sobrinos de Muñoz Vázquez, también muy golpeado y rodeado de gente armada: –¿Cuál es tu nombre?

–Carlos Alberto Muñoz Marmolejo.

–¿Cómo te dicen?

–“El Charlie”.

–¿Quién es tu tío?

–El procurador Felipe Muñoz Vázquez.

–¿Qué hizo tu tío?

–Mandó levantar a Raúl Meza Martínez superintendente de PEMEX, con gente del comandante Ricardo Martínez Ibarra, donde involucran a cinco integrantes de “La Oficina”.

–¿Por qué?, ¿Quién pone (informa) a tu tío?

–Luis Gerardo Muñoz Marmolejo, mi hermano.

–¿Es el que pasa la información?

–Pasó la información que el superintendente les vendía producto a gente de “La Oficina”.

–¿Qué más?

–Les vendía diésel abajo del agua.

–¿Cuántos integrantes están involucrados?

–Involucran a cinco integrantes de “La Oficina”.

–¿Quieres mandarle un recado a tu tío?

–Tío tiene una semana para que renuncie y se vaya de ahí usted y el comandante Ricardo Martínez Ibarra, ya les di toda la información de su familia.

 *****

Los asesinatos de los dos sobrinos de Felipe de Jesús fueron de lo más dantesco y cruel: a Luis Gerardo no sólo lo molieron a golpes, sino que lo decapitaron y colocaron su cabeza en una hielera de Oxxo, con un narco mensaje al lado que decía:

LA OFICINA NO PERDONA TRAICIONES ESTE PUTO FUE EL QUE ORGANIZÓ EL SECUESTRO DEL SUPERINTENDENTE DE PEMEX. CÁRTELES UNIDOS ATTE. LA OFICINA.

Días después, en el estado de Chihuahuas, a la orilla de la carretera de Satevó-Delicias, a la altura del kilómetro 37+ 800, apareció el cadáver degollado de Carlos Muñoz Marmolejo, con heridas cortantes en varias partes de su cuerpo, sin los dedos del pie derecho y, sobre el pecho, un narcomensaje clavado con un puñal que decía: P

OR TRAICIONAR A MI COMPADRE OSCAR DE AGUASCALIENTES. PUTO YO NO PERDONO LAS TRAICIONES. ATTE. CÁRTELES UNIDOS LA OFICINA.

Del que no se sabe nada es del tercer narcosobrino: Luis Gerardo Muñoz Marmolejo, quien tenía más contacto con su tío Felipe de Jesús, pues desde que “levantaron” a sus dos hermanos, Israel y Carlos Alberto, desapareció.

Hasta la fecha no se sabe nada de él.

Esta es parte de la negra historia del “Patrón del Mal”, y su procurador general de Justicia, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, cuando el narco se desató porque Felipe no combatió la venta y consumo de drogas, sino que su encomienda era desmantelar el cártel de La Oficina y hacerle “el paro” al Cártel de Sinaloa del “Chapo” Guz-mán, quien por su parte sostenía una guerra personal con el general Hidalgo.

Así se explica el por qué de la rivalidad entre Muñoz Vázquez e Hidalgo Eddy: Felipe acusaba a Hidalgo de tener relación con La Oficina, e Hidalgo sostenía que Felipe era gente del “Chapo” Guzmán.

Cierto o no, ambos se odiaban a muerte, hasta que finalmente “El Patrón del Mal” se inclinó por Felipe y cesó al general Hidalgo, quien dejó el estado echando pestes en contra del gobernador.

Este es el Carlos Lozano, que tanto quiere, alaba y extraña el diputado local y alcalde electo de Asientos, José Manuel González Mota, quien lamenta que PRI y Morena no vayan juntos en elecciones.

Ver para creer.

 Y CON ESTAS ME DESPIDO...

 El que sigue súper obsesionado con ser el próximo gobernador de Aguascalientes, es el originario de Rancho Nuevo, El Llano, Juan Antonio Martín del Campo Martín del Campo, quien, como el lector está enterado se enfurece si alguien le cuestiona su ambición desmedida.

La situación por la que pasa Antonio es digna de un estudio psiquiátrico: la semana anterior, el presidente del Comité Directivo Estatal del PAN y diputado local, Gustavo Báez Leos, tuvo la osadía de declarar que, además de la carilinda Tere Jiménez Esquivel y el propio Juan Antonio Martín del Campo, hay dos tiradores más a la gubernatura de Aguascalientes: Martha Márquez Alvarado (la horma en el zapato de “La Víbora” Morales), y Fernando Herrera Ávila “Popeye” (un tanto debilucho, no por falta de espinacas, sino por falta de reflectores), lo que provocó una combinación de ira y sentimiento en contra del dueño sexenal de la panadería ubicada en la Avenida Independencia 1865: Antonio se encabronó y declaró que Báez se había “apresurado, porque hay que esperar”.

¡Ah, chingá! ¿Pues de qué tiempos habla Antonio, si el apresurado es él, que se la quiere comer a puños? Pero no es todo, sino que ya le entró duro al cinismo: “Yo no quiero llegar al poder por el poder”, declaró a esta Casa Editorial. Haga el lector sus comentarios.

“PUES NO SERÁN NARCOS… Pero la pinta la tienen”.

Es lo que comenta la siempre inteligente raza de bronce, al enterarse del pachangón estilo narco, con el que José de Jesús Ortiz Domín-guez, propietario del ISSSPEA, festejó por partida doble su cumpleaños y que el grandote Paulo Martínez López, haya obtenido la votación más copiosa en la historia del Distrito III Federal.

“¿Cómo no estar contento, si Pepechuy es suplente de Paulo? Claro que había que estar harto feliz, feliz, feliz pues en una de esas Pepechuy pega su chicle y desbanca a Paulo. Por eso, organizó lo que muchos catalogaron como una narco fiesta: ¿Güisqui? Buchanan’s de Luxe; ¿vestimenta? Tipo “Señor de los Cielos”; ¿Mesas? Tapizadas de dólares y billetes mexicanos de alta denominación; ¿Cereza del pastel? Tremendo pistolón de alto calibre; ¿Música? “Jefes de Jefes”, “Pacas de a kilo”, “Camelia la Texana”, “El Tigrillo Palma”, “El Señor de la Montaña”, etcétera.

Y el grito delator: “¡Pura gente del señor Menchooo!”.

Así las cosas, nomás faltó la coca y la mota, aunque algunos asistentes aseguran que el viento llevaba y traía un fuerte olor a “petate quemado, porque algunos por ahí le quemaban las patas a Judas”.

Peras o manzanas, el pachangón tipo narco se comentó en todo Aguascalientes y la raza de bronce comenzó a dudar de la honorabilidad de Paulo y Pepechuy.

¡Órale! A ver cuándo organizan otra pachangona de esas.

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 1).