Por Regina Sepúlveda Van Hoorde

SE HABLA mucho de la violencia en México y en Latinoamérica, pero ¿Qué hay de la violencia armada en Estados Unidos?

ÚLTIMAMENTE SE ha hablado de que existe una epidemia de violencia armada en Estados Unidos. La violencia con armas de fuego en este país ha sido un problema histórico y sigue siéndolo. Según datos de la organización Gun Violence Archive (GVA), en lo que va del año 2021 se han registrado ocho mil 29 muertes por violencia de armada en Estados Unidos. De igual forma, los datos muestran que ha habido aproximadamente 10 tiroteos masivos cada semana. El mismo presidente Joe Biden en abril se refirió a este tipo de hechos como una “epidemia y una vergüenza internacional”.

TAN SOLO durante el fin de semana del 21 al 23 de mayo, se registraron al menos 12 tiroteos masivos en Estados Unidos. Los tiroteos sucedieron en los estados de Illinois, Nueva Jersey, Ohio, Indiana, Carolina del Sur, Virginia, Texas y Minnesota. Dejaron al menos a 11 personas muertas y 69 heridas en un solo fin de semana.

ASIMISMO, FUE noticia lo que sucedió en Silicon Valley la semana pasada. Una nueva tragedia en la cual un empleado de la Autoridad de Transporte de Valley abrió fuego y mató a nueve de sus compañeros de trabajo en San José, California. Este ha sido el tiroteo masivo 232 del año en Estados Unidos.

ESTOS TIROTEOS masivos en Estados Unidos son un producto de la facilidad de acceso a las armas de fuego que existen en la mayoría de los estados. El problema de que se regulen las armas por estado es que no todos están de acuerdo en cómo administrar la venta de estas armas. En la mayoría de los estados, no se requiere una verificación de antecedentes para que un individuo pueda comprar armas de fuego, y en otros, las verificaciones no son suficientemente eficaces.

ESTAMOS HABLANDO de un país en el cual la edad mínima para beber una cerveza es de 21 años, sin embargo hay estados en los que puedes obtener un arma de fuego al tener 18 años. Bajo esa lógica, un joven de 18 años no es lo suficientemente responsable para beber una cerveza, porque puede dañar a alguien o hacerse daño a sí mismo, pero es suficientemente responsable para poseer un arma de fuego. Entonces, ¿si en los años 80 se decidió elevar la edad mínima para consumir alcohol, por qué no se debería elevar la edad mínima para poseer un arma de fuego?

LOS LEGISLADORES estadounidenses prometen regularmente reformas a la ley de armas, pero no han podido hacer un cambio significativo. En los últimos años, los demócratas han pedido que se realicen verificaciones de antecedentes para todas las compras de armas, así como que se prohíban las armas de asalto de estilo militar. Sin embargo, los conservadores, y en especial la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), se oponen firmemente a medidas de control más estrictas en las armas.

Y EL PROBLEMA de las armas de fuego es un problema que Estados Unidos comparte con México. Es una relación simbiótica: México exporta droga, y Estados Unidos exporta armas. El crimen organizado en México depende de las armas que provienen de nuestro vecino del norte. Se estima que el 70% de las armas en nuestro país proviene de Estados Unidos. Me parece increíble que siendo un problema de esta magnitud, la regulación de la venta de armas en Estados Unidos se deje en manos de cada estado, cuando existen impactos internacionales.

EL PASADO 13 de mayo, los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron reformular su estrategia de cooperación bilateral en materia de seguridad. Funcionarios de alto nivel de las administraciones de AMLO y Joe Biden llevaron a cabo su primera reunión binacional en materia de seguridad. En esta reunión, se dice que hablaron “sobre el nuevo rumbo” que deberán tomar ambos países en la materia. Al momento, se acordó que mediante estrategias de inteligencia se combatirá el modelo de negocios del crimen organizado que se encuentra presente en ambos países.

ENTRE LOS principales objetivos que se establecieron en materia de seguridad se encuentran: disminuir el tráfico de armas y de narcóticos, reducir la violencia que provoca el crimen organizado y atender las adicciones como un problema de salud pública. Roberto Velasco Álvarez, director general para América del Norte de la SRE, dijo que el principal objetivo de la nueva estrategia de seguridad es que las sociedades de ambas naciones cuenten con paz y salud. Quedan sin responder las preguntas de ¿cómo se llevará a cabo este “nuevo rumbo”? y ¿Hasta qué punto estarán dispuestos a llegar ambos gobiernos para hacer un verdadero cambio en cuanto a la violencia armada en ambos países?