Por Paula Bernasconi

A YA MÁS de un año del inicio de la pandemia a nivel mundial, se sigue teniendo que adaptar a las circunstancias que trae el distanciamiento social. Uno de los aspectos que se ha visto muy afectado por lo mismo ha sido la educación, más aún cuando se ha categorizado como una actividad “no prioritaria”. Se llegó a un punto donde absolutamente todo en México estuvo abierto menos las escuelas. Después de unos meses, se empezó con el sistema de educación televisada como iniciativa de la SEP, una propuesta creativa ante las circunstancias y limitaciones que trajo la pandemia para incluir a las personas que no podían pagar el internet y/o los dispositivos móviles para sus clases. Sin embargo, con esto, no se solucionó el problema del todo.

UNA DE las respuestas favoritas de las personas mexicanas sobre el cómo atacar las problemáticas sociales con las que nos enfrentamos, siempre ha sido la educación, sin embargo, en la práctica, es una de las menos favorecidas y priorizadas.

ACTUALMENTE SE está viviendo esta nueva adaptación al sistema educativo de nuestro país, el cómo empezar con un híbrido. Esto ha traído muchas preguntas a la mesa sobre lo que es y lo que debería de ser la educación.

EN EE. UU., el porcentaje de personas vacunadas es mayor al de México y al de muchos países del mundo y, por esto, empiezan a vacunar al sector educacional incluyendo a los y las estudiantes. Esto significando que su regreso a clases está incrementando en presencialidad.

AL HACER esto, las escuelas deberían de considerar todo lo aprendido durante este año de virtualidad. Deberían considerar que hay muchas cosas más importantes que la teoría detrás de un libro o la teoría que algún profesor o profesora pueda dictar con el simple fin de que se memorice para un examen. Que la salud mental es pilar fundamental en los humanos. Que se aprende a través del ejemplo y las interacciones interpersonales. Que las habilidades blandas se aprenden a través del hacer y a través de la socialización. Que el factor humano es indispensable. Que se tiene que aprender sobre los derechos humanos, la empatía, la inclusión, el medio ambiente y sobre la solución de problemas reales en la práctica. Que se aprende a través del liderazgo y la inspiración. Se aprende desde la curiosidad y la libertad. Que se les debe de apoyar a los y las estudiantes en sus sueños no solo al decir “si puedes” sino con “en qué te puedo ayudar” o “te sugiero que empieces por aquí”. Que se le debe de perder el miedo a los riesgos para poder aprender desde la experimentación. Si se enseña que uno debe de usar su creatividad, innovación y solución de problemas, se debe de ser coherentes y hacer lo mismo.

ESTO SE ve en algunos casos, pero se debe de ver en más. La Trackers Forest School de Oregón es una escuela que ofrece salones de clases en el exterior de tiempo completo. Así, se le da la importancia al conectar con la naturaleza, aprender al hacer y mezclar la teoría con lo práctico a tal grado de que les sea interesante y que quieran orgánicamente aprender más e ir más allá con sus conocimientos. Esta metodología encaja muy bien con la situación que se está viviendo actualmente ya que se está en espacios abiertos donde hay menos probabilidad de contagio y pueden usar la biofilia, que es fundamental por el encierro que se ha vivido.

COMO YA mencionado, la comunidad estudiantil, al no ser prioridad y tener que adaptarse a la virtualidad, ha tenido muchos problemas de salud mental. Se ha perdido el tacto humano. Se ha llegado al punto donde se han aislado tanto que se han deprimido al sentirse solos y solas. Esto es natural ya que los humanos tienen neuronas espejo, encargadas en crear la empatía y, por lo tanto, son la base del tacto humano. Éstas, no se prenden del todo a través de una computadora o dispositivo. Si además se agrega el factor de que, en muchos casos, ni las cámaras se prenden durante el tiempo de clase, más se agudiza la problemática. Hay un concepto llamado biofilia que explica que, la población al estar tan inmersa en la urbanización y la tecnología como ambiente natural, uno está a déficit de contacto con la “vida”, esto refiriéndose a seres y entes vivos ya sean personas, animales o plantas. Al llegar la pandemia, esta necesidad se vuelve más fuerte, a tal grado, que profesionistas del ámbito psicológico empiezan a recitar terapias de convivir en la naturaleza.

AL CONTINUAR con la adaptación que la pandemia ha forzado ante la educación, hay que considerar estos aspectos para usar este cambio como uno positivo. Si de por si se tienen que hacer cambios estructurales al sistema, que se incluya y priorice la salud mental, aspectos de inclusión, como ser un mejor ciudadano o una mejor ciudadana, el contacto con seres vivos y la educación a través de la practicidad.

Fuente: CBS News. (2021). Schools without walls: Lessons in outdoor education. Recuperado de https://www.cbsnews.com/news/forest-schools-outdoor-classrooms/