Una Deuda Histórica

* La Excéntrica “Trianada”, una Intentona Racista Para “Blanquear” el Pasado

Una tradición narrativa local, validada desde la élite del Aguascalientes del siglo XX, considera al barrio del Encino o Triana como un sitio de origen “español, criollo y castizo”, pero las evidencias históricas dan visos de que en la época colonial esa zona de la antigua villa tenía una composición popular y multiétnica, con una importante población de afrodescendientes, los cuales no aparecen en ninguno de los festejos contemporáneos de esa tradicional zona de la ciudad, salvo por el color del Cristo de la parroquia, lo cual tiene una explicación profunda, lejos de la mera leyenda anecdótica. En el siguiente texto, el investigador local Luis Arturo Sosa Barrón da algunos elementos para esta discusión, en los que propone reivindicar ese pasado oculto por una visión romántica que tiene en el fondo una negación racista.

Por Luis Arturo Sosa Barrón *

La placa de azulejos: ocultación del pasado de los afrodescendientes

La placa de azulejos: ocultación del pasado de los afrodescendientes

 En Resignificar el Mestizaje Tierra Adentro, Víctor Manuel González Esparza de manera certera puntualiza:

“Pensar y analizar [la] contribución de los afrodescendientes o de las castas es históricamente relevante porque la idea de lo aguascalentense –o de lo mexicano– ha ignorado la diversidad en perspectiva histórico-social de la cual somos resultado. En un momento global en el que resurgen los fundamentalismos incluso raciales, pensar en la contribución de diferentes culturas es pensar también en las diversas fuentes de nuestra riqueza cultural”. (1)

Sin embargo, dentro del imaginario oficializado se ha desarrollado la creencia de que, por ejemplo, el barrio de Triana estuvo conformado por población netamente española o en su defecto, mestiza y castiza, tal y como se puede leer en una placa de azulejos, colocada en 1995 en la plaza del barrio, en su lindero norte:

“DURANTE EL SIGLO XVII Y XVIII SE AVECINARON AQUI FAMILIAS CRIOLLAS Y CASTIZAS PROCEDENTES DEL SUR DE LA NUEVA GALICIA. ESPECIALMENTE DE LA VILLA DE LAGOS. EL 12 DE ENERO DE 1773 SE INICIO LA CONSTRUCCION DEL TEMPLO Y SE DEDICO SOLEMNEMENTE EL 10 DE MARZO DE 1796, DESTINANDOSE DESDE ENTONCES AL YA ARRAIGADO CULTO DEL CRISTO NEGRO DEL ENCINO”. (2)

Esta idea no se sostiene si la comparamos con la información que nos ofrecen fuentes como el Padrón Parroquial de Aguascalientes de 1770, en donde “Triana registra 1,522 gentes, de las que 480 eran españoles, 199 mulatos y 943 indios y otros”, demostrando que al menos hasta la segunda mitad del siglo XVIII la mayoría de la población no era española, y si bien esta última era la segunda en cuanto a cantidad no deja de ser importante el número de personas afrodescendientes. Este fenómeno no se reducía exclusivamente a este sector de la Villa de Aguascalientes, pues en el mismo documento se indica de la variedad poblacional en El Barrio de los Gutiérrez, los cuartos de San Juan de Dios, la Calle de la Merced, Tenería y Ojo de Agua. (3)

Un Matrimonio de un Afrodescendiente y una Española

Sin entender esto, no se comprenden casos como la querella entre Juan Macías, un mulato carpintero y cochero de aproximadamente 30 años, casado con la española Clara de Silva, y su sobrino, Manuel López, mulato de 23 años y arriero, contra quienes se querelló el concuño de Juan, Manuel Pedro de Adame, un maestro zapatero, todos vecinos del denominado “Barrio de las Chanonas”. (4) Este proceso da una muestra de las actividades de mulatos libres y su relación íntima con españoles en la época colonial.

En palabras de Pedro de Adame, el conflicto fue el siguiente: “El día 14 de noviembre pasado de 1710 pasando por la casa de Juan Macías Chanon y Clara de Silva, su mujer, quien se crio en la casa de Josefa de Silva mi suegra, me llamó diciéndome (hablando debajo del debido respeto) ‘Cornudo Cabrón’, muy repetidas veces y al que yo a preguntar qué agravio le había hecho, salió dicho su marido con un rejón en la mano y cogiéndome indefenso me tiró muchas heridas y palos de que me alcanzaron dos, de los cuales me vi en punto de perder una mano que hasta el día de hoy no he podido trabajar y la dicha en la cabeza de que tuve más de 15 días grave enfermo como consta de la fe…” (5)

La procreación interracial era mucho más común de lo que se pensaba

La procreación interracial era mucho más común de lo que se pensaba

Entre enero y marzo de 1711, Adame y otros testigos rinden declaraciones en donde no solo ratifican lo declarado por el zapatero sino que revelan que además de Macías, un sobrino suyo al cual refieren como mulato casado con la también mulata Antonia López, sobrina de la esposa de Macías, apedreó a Adame así como que la cuñada de los querellados Nicolasa de Silva, española y doncella, había insultado a Adame diciéndole que “era un cabrón cornudo y que aunque lo mande el obispo no le habían de entregar a su mujer y que primero la harían de ahorcar”. (6)

Juan Macías, Antonia López y Nicolasa de Silva serían puestos presos a partir de abril de 1711, en donde el primero explica que atacó a Adame ya que:

“…una mañana iba cruzando a caballo dicho Adame por cerca de la casa del confesante y la mujer de éste le dijo ‘ven, acá no basta que hayas quitado la reputación a tu mujer sino que andes satisfaciendo a la vecindad’ y entonces volvió diciéndole a la mujer del confesante ‘que eran unas putas’ y como oyó esto el confesante movido de la cólera salió a ejecutar lo que tiene confesado”. (7)

Casi de inmediato, el patrón de Macías, el capitán y comerciante Rodrigo de Emazabel, pediría su libertad ofreciendo una fianza porque la labor que hacía como cochero era indispensable para sus negocios, pero nada consiguió porque Adame había ido para Guadalajara a solicitar audiencia con la Real Audiencia de dicho reino, ya que reclamaba una indemnización, lo que generó que el juicio se alargara y Macías siguiera preso, al grado de que éste pidiera su libertad porque “el cuidado y aflicción de estar todos mis hijos enfermos y por cierto por no tener quién les busque el alimento”. (8)

Finalmente Adame se retractaría el 20 de julio porque “…algunas personas celosas de la paz me han pedido y rogado le perdone componiéndome y ajustándome con él por estar casado con hermana de mi mujer y atendiendo a dicho parentesco y luego de tales personas estoy convenido con el susodicho quien me ha pagado las costas que he tenido dándome ahora en contado 26 pesos… me bajo de la querella… y le perdono la injusticia para que Dios me perdone…” (9)

Tras esta síntesis del pleito, sobresale este caso debido a que está centrado en mulatos libres como el carpintero y cochero Juan Macías, el arriero Manuel López y la mujer de este último, Antonia López, cuando dentro del desarrollo historiográfico en torno a la población afrodescendiente, la mayoría de los trabajos se enfocan en procesos de negros y mulatos esclavos; en segundo lugar, tomando en cuenta que Medina de la Torre, en su muestra de matrimonios que abarca de 1615 a 1700, solo tiene registrado un caso de unión entre un afrodescendiente y una española, llama la atención que Macías contrajera nupcias con Clara de Silva siendo esta última española. (10)

José Antonio Gutiérrez ya había señalado que estas uniones ocurrían (11) y González Esparza muestra que:

“En el siglo XVII en la parroquia de Aguascalientes la mayor endogamia se dio entre españoles (0,89) e indios (0,76) lo que viene a corroborar que fueron las castas con 0,062 las que procuraron matrimonios fuera de su propio grupo… Principalmente las novias castas se casaban con indios (77 casos para el siglo XVII); y los novios de las castas con mujeres de indias (106 casos) […] Si analizamos este mismo tema para el siglo XVIII esta tendencia se amplía, en este caso con más de 20 mil matrimonios considerados”. (12)

Discursos Blanqueadores

Este caso evidencia que la presencia y dinámica social de la población afrodescendiente en el Aguascalientes colonial, contrasta con los discursos que buscan blanquear la historia y que se cristalizan en eventos como la excéntrica “Trianada” que desde hace un par de años se lleva a cabo en el contexto de la fiesta del Señor del Encino, un cristo negro que para finales del siglo XVIII era una de las principales devociones de la villa, lo que hace pensar entre otras cosas, ¿por qué en un asentamiento supuestamente español la principal devoción era la imagen de un Cristo negro, el cual se festeja precisamente hoy 13 de noviembre?

Hay que saldar la deuda histórica que tenemos hacia los afrodescendientes y reivindicar su importancia en nuestra historia para visibilizarlos y no caer en pretensiones racistas de blanquear la historia como se ha venido haciendo para el caso de Triana.

Notas

  1. González Esparza, Víctor Manuel, Resignificar el Mestizaje Tierra Adentro, Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes-El Colegio de San Luis, 2018, p. 16.
  2. Placa de azulejos ubicada en el lindero norte del jardín del Barrio del Encino o Triana, 1995. Las cursivas son nuestras.
  3. 3. Gutiérrez Gutiérrez, José Antonio, “Estudio Introductorio” en Padrón Parroquial de Aguascalientes 1770, Aguascalientes, Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, s/a, p. 28. Se omitió la referencia a Triana ya que la mencionamos con antelación.
  4. Acervo Documental Alejandro Topete del Valle, Sección Judicial Colonial, Caja 1, Expediente 30. En charlas con el maestro Vicente Agustín González Esparza hemos llegado a la hipótesis de que probablemente al tratarse de una referencia toponímica, el susodicho barrio estuviera ubicado entre los arroyos que actualmente son las avenidas Adolfo López Mateos y Paseo de la Cruz, muy cerca de Triana.
  5. ADATV, SJC, C1, E30, f2. Para facilitar la lectura, las citas textuales las hemos convertido a la ortografía actual.
  6. ADATV, SJC, C1, E30, ff. 6-7, 16-17. Nicolasa de Silva señaló ser española y doncella, además de referir que vivía con su madre Josefa. En un principio negaría la acusación, pero terminaría aceptándola.
  7. ADATV, SJC, C1, E30, f8v. Mientras que Nicolasa confirma el insulto perpetrado por Adame en la foja 17v.
  8. ADATV, SJC, C1, E30, ff. 9-10
  9. ADATV, SJC, C1, E30 f. 23.
  10. Medina de la Torre, María del Consuelo, Aguascalientes en el Siglo XVIII, Economía y Sociedad, el Caso de la Esclavitud, Tesis presentada para obtener el grado de Licenciada en Historia, Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes, mayo de 1995. Ciertamente en ninguna declaración de las levantadas en el caso refieren que ni Josefa, Clara o la mujer de Pedro de Adame sean españolas, se deduce a raíz de que la propia Nicolasa se declara a sí misma como española. ADATV, SJC, C1, E30, f 17.
  11. Señala que “Los hombres establecerían lazos matrimoniales con indígenas y mestizas y hasta con criollas, desplazando a las mestizas a tercer plano…” Gutiérrez Gutiérrez, José Antonio, “Estudio…”, p. 29.
  12. González Esparza, Víctor Manuel, Resignificar…, p. 97. Para entender los porcentajes manejados ver la nota número 28 de la página 97 y los cuadros 7, 8, 9 y 10 de las páginas 97 y 98.

 

* El autor es licenciado en Historia por la UAA. Actualmente ejerce como historiador archivista en el Taller de Conservación y Restauración del ICA.