Carlos Lozano de la Torre y Francisco Javier Chávez Rangel ...tal para cuál; ni a quién irle...

Carlos Lozano de la Torre y Francisco Javier Chávez Rangel
…tal para cuál; ni a quién irle…

UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
NO ES ENCHÍLAME L’OTRA…

Gobernar un país como México, no es enchílame l’otra, y menos en las condiciones en que los prianistas lo dejaron: inundado de sangre, marcado por la corrupción, ahogado en la impunidad y con una deuda externa de alrededor de 10 billones de pesos, según lo reveló la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), mediante el comunicado No.

080, el 30 de agosto de 2019: “Al mes de julio de 2019 el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) ascendió a 10 billones 542.6 mil millones de peso.

“La deuda neta del Sector Público se situó en 10 billones 952.9 mil millones de pesos.

“Y la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 8 billones 219.1 mil millones de pesos. Estos niveles son consistentes con los techos de endeudamiento aprobados por el H. Congreso de la Unión para 2019”, resalta el boletín de marras.

Cheque el lector cómo en los últimos tres sexenios del gobierno prianista, la deuda se elevó como la espuma: El mariguano Vicente Fox Quesada –según lo reveló el propio Andrés Manuel López Obrador– dejó una deuda de 1.7 billones de pesos.

El dipsómano Felipe Calderón Hinojosa “El Comandante Borolas”, la dejó en 5. 2 billones de pesos.

Y el “rarito” Enrique Peña Nieto dejó la deuda en 10 billones, ¿qué le parece caro lector? Tan sólo de intereses, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tendrá que pagar 650 mil millones de pesos. Por eso la raza de bronce señala que la deuda que nos dejó el PRIANATO es eterna.

Pero la deuda no es el principal problema que enfrenta el actual gobierno de la 4T, no, son dos entes más: “la corrupción y la impunidad”, y otras cosillas. Los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están hasta la madre de corrupción, donde usted apriete salta la pus.

He visto presidentes de México, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados federales, diputados locales, síndicos, regidores, presidentes del Supremo Tribunal de Justicia, magistrados, jueces y servidores públicos de gran, mediana y poca monta, que han llegado al servicio público con una mano adelante y otra atrás, y salen de su encargo convertidos en millonarios en dólares.

Y no, no crea el lector que es por los sueldos jugosos que ganan, no, sino por los negocios que hacen a la sombra del poder y, claro está, lo que se “balleste-rean”, “rodolfean” y se embolsan.

Estoy segurísimo, que si Andrés Manuel López Obrador les quitara a toda esa gente lo que robaron en el servicio público, la deuda billonaria se pagaría y hasta sobraría para convertir este país en un Edén.

Pero hay más: la violencia y la inseguridad.

No es posible que la policía, que está para cuidar al ciudadano, lo asalte, lo estafe, lo defraude, lo robe con total impunidad.

No es posible que los guardianes de ley estén convertidos en una mafia, que además hacen delincuentes a las víctimas, y a los delincuentes víctimas: sí, el mundo al revés.

No es posible que en pleno Siglo XXI los dueños de la ley sigan fabricando culpables a base de la tortura, como si estuviéramos en los tiempos de la Inquisición.

No es posible que la ley y la justicia se amafien para castigar al ciudadano inocente, y premiar al culpable delincuente.

A este país se lo está llevando la chingada, y si nosotros –usted y yo, caro lector–, nos quedamos callados, como vulgares “espectadores”, nos convertiremos en cómplices.

No permitamos, pues, que a este país, que es el único que tenemos, se lo lleve la chingada, porque ahí estaremos en el mismo costal; tenemos que actuar en consecuencia, ya basta de tanta corrupción, ya basta de tanta impunidad alcemos la voz, denunciemos ante las autoridades, quien quita y en una de esas nos hacen caso; pero también cuidémonos de esas “¡Serpientes! ¡Raza de Víboras!”, que, como dice Mateo 23:33-35, “¿Cómo van a escapar del castigo del infierno?”.

 AMBICIÓN DESMEDIDA...

 Hace unos días, la señora Blanca Rivero Rio de Lozano, reapareció en público, “conmovida hasta las lágrimas de ver tanta pobreza”, por lo que quiere poner su granito de arena para rescatar de la miseria a esa gente.

Blanca Rivero Rio de Lozano Flores y Ma. del Refugio Martínez Guardado ...son dos y se toman juntas...

Blanca Rivero Rio de Lozano Flores y Ma. del Refugio Martínez Guardado
…son dos y se toman juntas…

¿Le cree el lector? Yo no, por supuesto. Lo que pretende “Blanquita” es ponerse sobre sí, la piel de oveja, y hacer talacha para el 2021 convertirse en diputada federal.

Como si “La Calaverita” no supiera que la gente repudia a su esposo Carlos Lozano de la Torre; claro que lo sabe, pero también sabe que hay otra vía: la plurinominal, y ella ya se ve, a sus casi 60 años de edad, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión en 2021.

“Blanquita” está segurísima de que el PRI, tan escaso de dinero, aceptará de ella, o de su esposo, “El Gringo”, un cañonazo de varios millones de pesos. Por billetes, la doctora en ciencias ocultas, no parará.

¿Continuará el PRI diciendo que es el Partido de la Nueva Generación? ¿Logrará “Blanquita” llegar a San Lázaro, antes de que su marido sea refundido en el Penal de Santa Martha Acatitla? Haga el lector sus apuestas.

 “¿QUIÉN ES ESE GÜEY?”...

 Es muchísima la raza que quiere ver tras las rejas al profesor y cantante Francisco Javier Chávez Rangel “El Chato”, extitular del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), hijo putativo del exgoberladrón Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”.

Quienes presumen conocer la Carpeta de Investigación, dicen que aquella está bien choncha, y que las evidencias son tantas que es imposible que “El Chato” no vaya a prisión por 10 años o más, después de reparar el daño a las arcas de la Federación, que asciende a varios cientos de millones de pesos.

Dinero, dicen, que “El Chato” ya lo invirtió en bienes raíces; descontando, por supuesto, las decenas de millones de varos que mal invirtió en el frustrado proyecto “paternal”de llegar a la Presidencia Municipal, lo que evitó que su padre putativo se apoderara por completo del estado.

Pero, ¿qué demonios está pasando, que nomás no quieren hacer comparecer al expropietario del IEA, que hace poco apareció muy sonriente en un video en una reunión de trabajo, con el gobernador electo de Baja California, el morenista Jaime Bonilla Valdez, de quien se dice es asesor y a partir del próximo 1 de noviembre, miembro de su Gabinete? Nadie podrá negar que “El Chato” es como las víboras, pues ha cambiado de piel en varias ocasiones: nació en el Panal de Elba Esther Gordillo, quien se lo heredó al régimen panista de Luis Armando Reynoso Femat, quien se lo heredó al gobierno priísta de Carlos Lozano de la Torre, quien se lo heredó al próximo gobierno morenista de Jaime Bonila Valdez.

En poco más de 12 años, el profesor y cantante ha ido del Panal, al PAN, al PRI, a Morena, sin ver para atrás.

Hace unos días me platicaron un anécdota: Un amigo muy cercano al “Patrón del Mal”, le dijo a Chávez: “Cuando vea al ingeniero Carlos Lozano, me lo saluda”; a lo que “El Chato” respondió: ¿Quién es ese güey? Aún así, el amor que Carlos Lozano le profesa a “El Chato” es inmenso y no permitirá que el amor de sus amores sea encerrado en una de las lúgubres celdas del Penal del Llano, no importa que las evidencias sean apabullantes, ¿quién no da, incluso, la vida por su hijo?

Y CON ESTAS ME DESPIDO...

 “Mis hermanos, me la pelan, yo soy el heredero universal”: José Luis Morales Peña. Hoy miércoles 4 de septiembre me entero, por supuesto por nuestro Diario Página 24, que “El Chapo” Guzmán les pidió a sus abogados que su fortuna –“que pertenece a México, no a Estados Unidos”–, sea entregada al Presidente Andrés Manuel López Obrador, “para que AMLO lo reparta a las comunidades indígenas”.

¿Qué os parece? Ojalá y Carlos Lozano de la Torre y Felipe González González hicieran lo mismo.

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 5).