Esto es parte de un rosario de fraudes y raterías de Rodolfo y Ma. del Refugio

Esto es parte de un rosario de fraudes y raterías de Rodolfo y Ma. del Refugio

* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
DIÁLOGO EN LA REDACCIÓN DE CUALQUIER DIARIO

–Decía el periodista y escritor Gabriel García MárquezGabo, pa’los cuates– que el periodismo es el “oficio más bonito del mundo”, y es cierto, sobre todo cuando se dedica a esto de lleno: cuando ya olimos la inconfundible tinta en los talleres de impresión, cuando vemos llegar los tráileres con decenas de toneladas de papel periódico, cuando recibimos la película, las láminas, los químicos…

–Cuando se nos descompone la rotativa, la filmadora, cuando falla el internet… “se sufre, pero se aprende, mi muchachito”, decía mi maestro don Julio Scherer.

–Y sí, “se sufre pero se aprende”, pero es satisfactorio cuando el monstruo de varias “cabezas” va sacando los ejemplares y se pone uno a checar la impresión: “Le falta agua, la tinta, “¡muéve-te  cabrón!”, que ya es tarde y los distribuidores y voceadores  no pueden esperar, “¡me lleva la chingada, dale más agua, más tinta!”.

– Sí, quienes no han vivido esto, difícilmente pueden sentir pasión por el periodismo.

– El contenido es otro pedo: “¡pinche faltota de ortografía!”, “¡ya ni chingas, este idiota escribió cajón con “g”, carajo!”, “¡en la madre, se fue en primera plana!”, y siempre con el tiempo encima: “Reloj, no marques las horas porque voy a enloquecer”, cantaba el gran Roberto Cantoral.

– ¡Chingón!, la adrenalina del periodista no la siente un torero, un boxeador: “Te demandó el maricón porque le dijiste ‘puñal’, que mejor le hubieras dicho ‘puto’ de una buena vez”, pues nos veremos en el juzgado, órale, que le entre el ojete, Valentín de la Sierra.

– Cosillas sin importancia, que ni a barandilla deberían de llegar,  ”pero la pinche nueva ley está muy mamona, quieren que a los narcos, a los ladrones, asesinos, violines, curas pederastas, cucarachas y rodolfos les tapemos los ojos para no violar sus derechos humanos, que no mamen, me la juego y chin marín de do pingüe, que al cabo mi director no me deja a ráiz.

– ¡Ah! pero cuando te enfrentas a senadores, gobernadores y otras cacas grandes, ahí si está cabrón, lo dijo el mismito padre Calderón: como el FeliPillo ese, sí, el de las “Nalgas al Revés”, un auténtico hijo de su chingada madre, que se cree sobrino de la mismita Virgen de Guadalupe, que porque es hijo de Dios y Caballero de Colón, pero de ahí lo chisparon porque resultó mula de San Pedro, jajaja…

– La verdad que sí, ahí sí hay que chingarse, porque ya ven que el grandísimo cabrón se la sentenció a Ramiro Luévano: “Le voy a quitar sus periódicos, lo voy a dejar en la calle y lo voy a meter a bote”, sentenció el pinche marrano parado.

– Y que empieza la tenebra: el abarrotero de miércoles contrató en México a un güey, llamado Baudelio Hernández, dizque muy chinguetas para eso de Derechos de Autor y del IMPI: falsificaron facturas de varias inexistentes imprentas, para decir que hace muchos años él y una vieja de él eran dueños de los derechos de TRIBUNA LIBRE y Página 24, hicieron maroma y media, los muy cabrones.

– Por su parte el pinche marrano parado hizo tráfico de influencias en la mismita Secretaría de Gobernación, donde el Vicente Fox le consiguió una subsecretaria, porque el Felipillo tenía miedo de que Luis Armando, su sucesor en la gubernatura, le metiera la tolonga, porque el abarrotero hizo un madral de transas.

– Entonces, el FeliPillo contrató los servicios de dos ratas profesionales con una larga cadena de fraudes y robos, quesque muy chingones: “El Rodolfo Franco Ramírez, quesque ingeniero civil, y la Ma. del Refugio Martínez Guardado, quesque licenciada, mentiras, el güey ese no es ingeniero, ni la cucaracha licenciada, son ratotas del desierto”.

(Continuará)

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 4).