Agustín Morales Padilla y José Luis Morales Peña ...herencia maldita...

Agustín Morales Padilla y José Luis Morales Peña
…herencia maldita…

* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
“El ODIO VISCERAL CONTRA LOS CHILANGOS”…

Corrían los años ochenta cuando la ruleta de la vida le sonrió a Agustín Morales Padilla, y de golpe y porrazo lo convirtió en “socio” del diario “El Hidrocálido de El Universal”, así llamado en sus inicios.

Todo mundo sabía que “Embustín” –como entonces era conocido “don Viborón”– era socio de paja como el resto de los “accionistas”, pues el mero toro era nada más y nada menos que el gobernador en turno: Rodolfo Landeros Gallegos, el famoso “Güero” Landeros, periodista muy querido por el presidente de la República José López Portillo, quien primero lo hizo Senador y después gobernador de Aguascalientes, su tierra a la que tanto quiso.

Huelga decir que “El Hidrocálido de El Universal” ha sido el único diario que nació en esta tierra sobre un colchón de billetes, cuna de oro y pañales de seda: instalaciones nuevas, rotativa flamante, equipo de primera y personal pirateado a “El Sol del Centro”, del cual “Embustín” fue director.

En fin: el billete volaba por vía directa: de Palacio de Gobierno a Quinta Avenida, sin problema alguno: tardaban más en facturar que en recibir el billete grande.

A la inauguración vino el mismito presidente de México, José López Portillo, acompañado por su amigazazo Arturo Durazo Moreno, mejor conocido como “El Negro Durazo”, que felicitó a “Embustín” por tan “excelentes” instalaciones:

“Hagamos cambalache, te doy mi Partenón por tu periódico”, y que “Embustín”, suelta la carcajada.

En fin, cuentan que la inauguración del periódico fue un éxito. Tan contento andaba “Embustín” que, cuando terminó, el fiestón, fue a continuar el festejo a “La Herradura”, el centro nocturno de moda en aquellos años, ubicado en la avenida José María Chávez, a unos pasos del IMSS.

La regenteadora del lugar, era la entonces joven y guapa, muy guapa, Patricia García Recio, que era su amante. Y así la música siguió y siguió hasta después de que amaneció.

Para no hacérsela de emoción, le contaré al lector que “Embustín” estaba “enculado” de Paty, quien presumía traerlo “cacheteando” el pavimento, “fíjate que ya hasta se andaba divorciando de su esposa, hasta me dijo que dejara esta vida, que él me ponía una boutique, pero no quise, hoy me arrepiento”, me confesó en alguna ocasión.

Pero bueno. Recuerdo muy bien que el rebautizado “don Viborón”, odiaba… ¡a los chilangos a muerte! A él se le atribuye aquella frase de “Haz Patria, Mata un Chilango”.

La verdad que yo no me imagino por qué, pues Patricia era “chilanga”, si dice el refrán que del odio al amor sólo hay un paso, a “don Viborón” le resultó al revés: del amor pasó al odio. De otro modo no me explicó tal metamorfosis de vértigo, para agarrar de bajada a los “chilaquiles”.

“El Cristo Negro del Encino” lo “castigó” y lo casó con una “chilanga”; así las cosas

“El Cristo Negro del Encino” lo “castigó” y lo casó con una “chilanga”; así las cosas

“HERENCIA MALDITA”…

Han pasado los años y el heredero de tal odio fue su hijo consentido –ese que asegura a todo mundo que la herencia de su padre será para él–. Me refiero a José Luis Morales Peña “La Víbora”, que por mucho tiempo despotricó un día sí y el otro también, contra los “defeños”,  pero “El Cristo Negro del Encino” lo castigó:

José Luis contrajo nupcias… ¡con una chilanga!, nooo… “El Negrito” no le perdonó el odio profesado a los “chilangos”,  me imagino que le dijo: “¡Ándele  mi cabrón!, a ver si así deja de andar hablando mal de mis hijos los ‘chilangos’“.

Ahora “La Víbora” ya cambió, aunque no del todo con respecto a los “chilangos”, porque en ocasiones su naturaleza lo vence: se enrosca en el micrófono, abre sus fauces y lanza chisguetazos de veneno contra los “chilangos”. No, si las víboras de Teocaltiche tienen fama de ser las más venenosas de la región, lo garantiza “don Viborón” y su vástago consentido: José Luis Inmorales.

El viaje de bodas de José Luis Morales, fue financiado, en parte, por Otto Granados Roldán, entonces gobernador de Aguascalientes; la “agraciada” esposa de “La Víbora” fue Liliana Jiménez Bravo, de 24 años de edad, originaria de México, Distrito Federal.

El contrayente, ya se los dije: José Luis Morales Peña, también de 24 años de edad, de Aguascalientes, con raíces de Teocaltiche, Jalisco.

Los testigos fueron:

Manuel Díaz Lozano, Rodrigo González de Cosío, Rosa María Bravo López –“que en paz descanse”–, y Mónica Muro Gómez.

Los padres de José Luis, son: Agustín Morales Padilla e Irma Graciela Peña Torres.

Los padres de Liliana son:

José Jiménez Arellano y Esperanza Bravo López.

El acta de matrimonio data del 3 de agosto de 1996, lo que quiere decir que “La Víbora” ya anda arrastrando el tostón de años, entonces ya no es tan joven como presume.

Y CON ESTA ME DESPIDO…

Según mis servicios de inteligencia, tanto José Luis Morales Peña, o séase “La Víbora”, al igual que su suegro José de Jesús Jiménez Arellano, están en broncas con la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico, vulgo el SAT.

Resulta que la recaudadora sospecha que PepeChuy Jiménez… ¡Es prestanombres de José Luis Morales!, “¡chingao, no puede ser”, contesté, pero me mostraron pelos y señales de uno de tantos “detallitos”, el más chico si usted quiere, pero, pues se trata de una pequeña adquisición de tan sólo un millón 425 mil pesos. Cualquier baba de perico, dirá usted, pero en fin baba, que montada en cuatro patas de hule corre a lo madre: un súper poderoso Porsche de lujo fabricado en Alemania.

El poderoso patas de hule que tanto presume José Luis Morales, a nombre de su suegro José de Jesús Jiménez Arellano, que nomás costó un millón 425 mil pesillos

El poderoso patas de hule que tanto presume José Luis Morales, a nombre de su suegro José de Jesús Jiménez Arellano, que nomás costó un millón 425 mil pesillos

Resulta que el poderoso Porsche Cayman con el que sorprendieron a nuestra “Víbora” en estado burro y que tanto presumió en redes sociales, está a nombre de su señor “Papá-Suegro”, don José de Jesús Jiménez Arellano, que, por “azares del destino” del destino “vive” en avenida Inglaterra, Zapopan, Jalisco, domicilio del que presume José Luis Morales tiene su televisora.

El Porsche Caymán a nombre de José de Jesús Jiménez Arellano, suegro de José Luis Morales Peña “La Víbora”

El Porsche Caymán a nombre de José de Jesús Jiménez Arellano, suegro de José Luis Morales Peña “La Víbora”

En fin, así anda el abarrote allá en Jalisco, por lo que ahora que don José de Jesús es investigado al igual que su yerno José Luis, por un supuesto fraude fiscal él, y su suegro por supuestamente ser prestanombres de “La Víbora”.

Y me pregunto: ¿No será que José Luis Morales embarró a su suegro por ser “chilango”?, ¿tan grande es el odio hacia los chilangos, que le endosó “don Viborón”?, es pregunta. Volveremos.

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 20).