* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
¡ESE POPEYE!
Fernando Herrera Ávila “Popeye”, panista muy entrón –de los pocos panaderos que se pueden jactar de doblegar al criminal exgoberladrón Felipe González González (sí al de las nalgas al revés), ese abarrotero de miércoles que defraudó a los aguascalentenses prometiendo en campaña electoral rumbo a la gubernatura, que “salgo de los negocios para ir a la política, no voy a la política a hacer negocios”, y salió más ratero y más corrupto que Vicente Fox–, muy seguido desbarra, y ayer fue uno de esos días.
Los presidentes de la República, al igual que los gobiernos de los estados, para imponer un Fiscal o un Procurador, siempre han mandado “ternas” a los Congresos, para que los diputado$ decidan al “suertudo, que procurará justicia”.
Y ahora que López Obrador le sugiere a Enrique Peña Nieto que además de sus 10 seleccionados, incluya a tres de él, “Popeye” pega de gritos, y dice que lo que Andrés Manuel pretende es imponer un “Fiscal Carnal”, es decir, que sea de su contentillo.
Pareciera que “Popeye” está en lo justo, pero olvidó dos pequeños detalles dos: ¿Por qué cuando “los precisos” Vicente Fox y Felipe Calderón, ambos panaderos, “salvadores de la patria” impusieron sus “Procuradores Carnales”, no pegó de gritos?.
¿Por qué cuando Felipe González, panista como usted, impuso “Fiscal Carnal”, tampoco pegó de gritos?
Obvio.
Mi querido “Popeye”, está bien que en su tierra, Villa Hidalgo, Jalisco, digan que cuando pierden arrebatan, pero creo que su exigencia es como mearse fuera de la bacinica. Digiéralo, Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones y hoy es presidente electo, pero el 1 de diciembre –si el Atlante no dice otra cosa– será Presidente Constitucional, “le guste o no le guste, le cuadre o no le cuadre…”.
Déjese de pendejadas rancias, no olvide que Ricky Riquín Canallín, su actual papá putativo, fue el gran perdedor.
Mejor chínguese a Felipe González, reclámele todos los cientos de millones de pesos que robó desde la guber-natura, la subsecretaría de Gobernación y el Senado. “Diviértase” un poco con él.
Y si no le alcanza, déle un buen raspón a su correligionario panista Rubén Camarillo Ortega, quien ahora se habla de tú con los gobiernos y dueños de petroleras árabes. “Ahí es donde la Patria lo Necesita”.
LA PROFECO Y AGENCIAS DE VIAJES ESTAFADORAS…
Alberto Gómez Velasco, delegado de la PROFECO, informa que la raza de bronce se quejó con ellos porque cuatro agencias de viajes “patito”, la estafaron con una buena luz.
Hubo una que estafó –confesó Beto– a una familia con 100 mil del águila. Que son malandrines que se anuncian en internet, con diseños muy chidos que llaman la atención, pero en cuanto hacen roncha, desaparecen.
Que son tan astutos que hasta a él lo chamaquearon, así: “De hecho, les comento que hace unos días tuve el caso de toda una familia que compró, a través de estas páginas; yo intervine para hablar con la cuenta que tenían, sacamos los datos que más pudimos, pero curiosamente nos pidieron un plazo de ocho días para el reembolso y, al noveno día, había desaparecido: bloquearon todo y esta familia perdió 100 mil pesos en ese posible viaje”.
¿Qué le parece al lector?
¿Quién cree usted que fue más iluso: el cliente que fue engañado y bailó con 100 mil morlacos, o mi buen Beto que se dejó engañar y al noveno día parió?
“EL COYOTITO” FELIZ…
El pasado martes 14 estuvo por aquí, Óscar López Velarde “El Coyotito”. Y se llevó la foto principal de la portada de Página 24 Aguascalientes, imagen que compartió con Martín Orozco Sandoval, Sergio Reynoso Talamantes, Arturo González Estrada y Mario Guevara Palomino.
Los susodichos “firmaron un convenio para transferir ahorros de subcuentas de vivienda”, etcétera.
Aquí lo importante es el caso de López Velarde, que, como sabe el lector, fue una de las víctimas del exgoberladrón, Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”.
Resulta que Óscar estaba nominado para ser el candidato a presidente municipal de Aguascalientes. Priísta sin cola que pisarle, la raza tricolor estaba con él al grito de “¡Óscar, Óscar, Óscar!”, pero de un día para otro el dueño de Aguascalientes decidió que el candidato fuera Francisco Chávez Rangel “El Chato”, y la capital del estado fue privada de un buen alcalde, pues el llamado “Coyotito”, tenía todo para ganar la elección.
Como “premio de consolación” Lozano de la Torre le ofreció una diputación plurinominal, además de pastorear a los tricolores en el Congreso del Estado, oferta nada despreciable, pero “El Coyotito”, hombre de honor, le dijo NO al “amigo” y hasta renunció al cargo que tenía: “secretario de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial”.
Fueron días de reposar y lamer las heridas, pero poco tiempo después lo llamaron del INFONAVIT, para hacerse cargo de coordinar la Región Bajío Occidente.
Posteriormente lo nombraron coordinador general de Delegaciones, cargo en el que se mantiene y entretiene con total responsabilidad y entrega.
En esa condición estuvo aquí el martes 14 en su terruño querido.
No cabe duda de que el Atlante es grande, porque “El Patrón del Mal”, no sólo no lo hubiera dejado gobernar en paz el Municipio Capital, sino que hasta lo hubiera embarrado en algún asunto de los muchos que llevó a cabo.
Bien dice el dicho que no hay mal que por bien no venga. Hoy “El Coyotito” sigue siendo el mismo de siempre, con sus amigos de siempre (“excepto ese cabrón, que enloqueció en el poder”) y los que ha venido acumulando, o sea, “un chingo y dos montones”, diría mi inolvidable Tía Jerónima.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
Como recordará el lector, “El Patrón del Mal” en el pecado llevó la penitencia: su candidato Paco Chávez “El Chato”, que resultó un auténtico truhán, perdió la elección, no obstante que Carlos Lozano le metió muchísimo dinero a la campaña de su querido y adorado “Chato”.
Pero no fue todo. Carlos, a güevo, quería que el truhán, de “padres y procedencia desconocidos”, fuera el alcalde, para manejarlo cual títere, por eso al contrincante más fuerte que tenía el RIP, Juan Antonio Martín del Campo, intentó ligarlo con el narco, sólo que Felipe de Jesús Muñoz Vázquez “El Fiscal de Hierro”, se apendejó y al final resultó que tales evidencias resultaron contra algunos candidatos priístas y no de Martín del Campo.
La suerte estaba echada: Juan Antonio sería el sucesor de la ensabanable Lorena Martínez, del RIP, no obstante la campaña negra que le orquestó el mafioso José Luis Morales Peña “La Víbora”.
¿Lo recuerda Toño, lo recuerda Leo, o ya se les olvidó, la ponzoña inyectada?
Todavía la tarde noche de ese domingo, “Don Carlos y su Pandilla” intentaron dar madruguete: y hasta contrataron tremendo mariachi para celebrar el triunfo de “El Chato”: Besos y abrazos y gritos de “¡Paco ganó, Paco ganó, Paco ganó!”, porque el gurú preferido del Señor Gobernador, el tristemente célebre chilaquil, Carlos Penna Charolet “El Pingüino”, otro de los preferidos y protegidos de “El Patrón del Mal”, había asegurado que en todas las encuestas de salida “El Chato”, había salido ganador, así como en las primeras urnas recibidas en el Instituto Estatal Electoral (IEA).
No cabían de gozo, estaban felices de la vida, Penna Charolet, experto en “elecciones”, no podía equivocarse.
Pero al poco rato los mariachis no sólo callaron, sino que se fueron sin cobrar su contrato: esa noche, “El Patrón del Mal”, lloró su noche triste bajo un árbol del rancho “La Campana”.
Mientras por la calle Frontera, en el Campestre, un exgobernador cantaba a capela: “¡Y tú que te creías el rey de todo el mundo!”. Ándele mi cabrón, pa’que aprenda.
No hay duda, “el que actúa mal…”.
Hoy, Carlos Lozano es repudiado por el 99.99 de los aguascalentenses, mientras que el “Coyotito”, viaja feliz por todo el país: “Haciendo hogares felices”. ¡Tan, tan!
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 16).