Por Daniela Itzel Domínguez Tavares

* Los Lugares del “Camino Real”

Aspecto de la Hacienda de Cieneguilla (Fototeca del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, Haciendas, número 40)

Aspecto de la Hacienda de Cieneguilla (Fototeca del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, Haciendas, número 40)

ESTE LUNES 6 de agosto de 2018 la ciudad de Aguascalientes recibirá la Cédula de Patrimonio Cultural de la Humanidad como parte de los territorios nacionales que componen el Camino Real de Tierra Adentro. A nivel mundial la UNESCO otorga estos nombramientos a sitios específicos que enriquecen la cultura y la historia. Su función es reconocer, catalogar y proteger aquellos espacios (arquitectónicos o naturales) y en el caso de México y en específico de nuestra ciudad somos parte del antiquísimo Camino Real de Tierra Adentro.

DICHO CAMINO era la vena central que permitía el libre tránsito desde la ciudad de México pasando por Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas hasta llegar a Santa Fe en el actual estado americano de Nuevo México.

AGUASCALIENTES Y Zacatecas, con una larga historia colonial, albergaron algunas haciendas que posiblemente pudieron verse beneficiadas con el mencionado Camino. Tetillas, Ciénega de Mata y Cieneguilla son algunas de las propiedades más importantes de la región, por su producción, historia familiar o vinculación a nivel nacional. En el caso muy específico de Cieneguilla la hacienda contaba con una vinculación regional pero también nacional. Desde el siglo XVII perteneció a la Compañía de Jesús y por lo tanto esta hacienda estaba vinculada con las demás propiedades jesuitas de toda la Nueva España. Cieneguilla, es preciso señalar, tenía especialización en ganado mayor y menor. Vamos a conocer un poco más de esta propiedad.

EL DISTRITO minero zacatecano no fue el único mercado al que aportaban las haciendas jesuitas, también lo hacían para la ciudad de Aguascalientes y sus rancherías, así como con otros lugares dentro de la Nueva España. La finalidad de la hacienda –que era abastecer los recintos educativos de Zacatecas– quedaba superada pues los excedentes de producción representaban una actividad mayormente importante y que necesitaba de los afanosos trabajos de todos cuantos participaban en la dinámica de la propiedad.

LA HACIENDA estaba constituida por un total de seis estancias de ganado mayor, cuatro de ganado menor, (1) además de 24 caballerías de tierra. Cieneguilla, que durante el siglo XVII había criado ganado menor, en el siglo XVIII se inclinó por el ganado mayor. En 1767 había tres mil 359 cabezas de ganado vacuno, mil 600 burros, 900 caballos y potros, mil 100 mulas y 197 burros de manada y unos 500 bueyes. Estas cifras las propone Beatriz Rojas y aunque no da muestra de sus fuentes se pueden hacer un par de inferencias con respecto a la importancia productiva de la hacienda.

PARA CONTRASTAR las cantidades localicé la información del ganado de Cieneguilla que se encuentra en el AHSCH y del cual emanan estás cifras: mil 353 yeguas, 969 caballos, mil 434 mulas, dos mil 624 bueyes, vacas y becerros, 172 burros y burras. A partir de las cantidades anteriores se puede hacer un par de apreciaciones con respecto a la producción y valía del ganado vacuno. En la época novohispana la utilización de mulas era una actividad común para desplazarse de un lugar a otro o para el transporte de materiales diversos. Había una diferenciación entre las mulas: las había de carga que costaban 18 pesos; las mulas para montar que costaban 18 pesos; las mulas más caras eran las que se destinaban a los carruajes y las llamadas mulas volantearas que tenían un costo de 25 pesos. Suponiendo que las mulas de Cieneguilla fueran de las que se montaban y cargaban, las mil 434 mulas que se documentaron cuando fue grabada la hacienda representaban 25 mil 812 pesos que traducidos a reales daban un total de 206 mil 496. (2)

AHORA BIEN, con respecto a la producción de la tierra, resulta evidente que la Nueva España había heredado esa tradición ibérica de prácticas agrícolas ayudadas por los animales como los bueyes. Cieneguilla contaba con la existencia de al menos 500 bueyes; se pueden concluir un par de cosas al respecto. Cada yunta tenía la capacidad de trabajar de ocho a 10 hectáreas lo que se puede traducir en cinco mil hectáreas alrededor de la propiedad. Tómese en cuenta que este tipo de trabajo sólo sería posible con la existencia de al menos igual cantidad de yunteros, o sea 250 hombres que trabajaban en la hacienda y los ranchos de ésta.

PASANDO AHORA a lo que producía la tierra, sabemos que el maíz de Cieneguilla surtía a la hacienda de beneficio que tenían en Asientos de Ibarra, y que se llegaban a mandar este grano a Tetillas Zacatecas. Cuando se levantaron los inventarios de la hacienda quedaron estipulados los siguientes granos y sus cantidades: trigo ocho mil 808 fanegas, de harina 109 fanegas, maíz 13 y medio fanegas, y finalmente de chile mil 229 fanegas. (3)

PODRÍA PARECER que todos estos son solamente algunos datos de producción y hasta demográficos de aquella propiedad colonial. Lo cierto es formaba parte de todos aquellos espacios que se reprodujeron a lo largo del Camino Real de Tierra Adentro, la grandeza de una propiedad de este tipo no radicaba solamente en su producción sino en el alcance que podría tener gracias a los caminos…

Notas

1. Cieneguilla, Boca de Benavente, Milpa de Flores, Canutillo, Del Rodeo, Guaxatitlán, Mecatitlán Tepatitlán, Río de Ávalos, Valle Hermoso. En Recéndez Guerrero. Legado de la Compañía de Jesús a un centro minero: Zacatecas (1592 – 1967), (Zacatecas: Texere, Instituto Zacatecano de Cultura, 2015) p. 78.
2. Equivalencias en Alejandro Von Humboldt, Ensayo político sobre el reino de la Nueva España (México: Porrúa, S.A. Sepan cuantos, 1978) anexo III.
3. Recéndez Guerrero, La Compañía de Jesús en Zacatecas: Documentos para su estudio, (Zacatecas: UAZ, 2015), volumen 274, foja 279.