Luis Armando Reynoso Femat ...resistió todo y con todo... Carlos Lozano de la Torre ....desleal, traidor, perverso...

Luis Armando Reynoso Femat …resistió todo y con todo… | Carlos Lozano de la Torre ….desleal, traidor, perverso…

* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
NO LE ALCANZÓ EL BILLETE…

Ni las influencias a Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”, para imponer a su esposa Blanca como candidata del PRI al Senado de la República por Aguascalientes, pero sí logró colocar al “orgullo de su nepotismo”, José Carlos Lozano Rivera Rio, como candidato a diputado federal por el Distrito Electoral 2: “Hijito mata a mamita”.

¡Cómo les hizo falta Manlio Fabio Beltrones en la Presidencia del PRI!

Así las cosas, “El Patrón del Mal” sabrá, el próximo 1 de julio, cuánto lo repudia el pueblo de Aguascalientes, vía su hijo único José Carlos Lozano Rivera Rio.

Por lo pronto ya comienza a circular en redes sociales, un meme que dice:

“¿Tú votarías de nuevo por un Lozano? Yo tampoco…”.

Y en internet les dan hasta por debajo de la lengua a ambos: al “Patrón” y al “Patroncito del Mal”, que creen que el pueblo y Dios los ama.

A quien en el PRI nomás no tragan es a Goyo Zamarripa Delgado, el hombre que afirmaba ser merecedor de una candidatura a una Senaduría, “porque me la deben por dos veces”, pero pues no, en el tricolor lo detestan, no lo quiere ni siquiera como regidor en la planilla de Jesús María, municipio que saqueó con total impunidad cuando fue presidente municipal.

“En el PRI –dicen voces autorizadas– somos rateros pero no tanto”;  por eso Goyo ya prepara maletas para irse a vivir con Morena, pero la otra –usted ya sabe quién– por la que siempre ha suspirado.

Andrés Manuelovich López Obrador ...“antes venezolano, hoy ruso”...

Andrés Manuelovich López Obrador
…“antes venezolano, hoy ruso”…

Y lo digo en serio: si realmente el partido de Andrés Manuel López Obrador le diera un lugarcito en sus filas, se arrepentiría toda la vida, no se imaginan –se lo digo a Nora, se lo digo a Aldo– el alacrán que se echarían al seno, pues “El Abogado del Diablo” es gente de temer por traicionero, cínico e hipócrita.

La alerta, pues, está dada:

¡Cuidado!

INVICTO A PESAR DE TODO…

Lo han querido meter a la cárcel de por vida, lo han querido expulsar del PAN de por vida, lo han satanizado y por más de seis años perseguido, pero no han podido con él a pesar de utilizar toda la fuerza del Estado.

Me refiero al exgobernador Luis Armando Reynoso Femat, contra quien “El Patrón del Mal” utilizó millones y millones de pesos para refundirlo en prisión y desacreditarlo.

Felipe González González ...incubó el huevo de la serpiente...

Felipe González González
…incubó el huevo de la serpiente…

Pero dice el refrán que “al final, la caca flota” y ahora esa mierda se la come a puños, no sólo Carlos Lozano, sino Felipe González González “El Hambreador”, quien también se volvió loco en Palacio de Gobierno, después de estafar a los aguascalentenses con aquella falsa promesa de:

“¡Dejo los negocios para ir a la política, no voy a la política a hacer negocios!”, infeliz rufián.

¿Cómo comenzó todo esto ?

Felipe era gobernador de Aguascalientes, Luis Armando presidente municipal de la capital, y era quien se llevaba las palmas de la raza, mientras que Felipe recibía el desprecio de los arrepentidos que lo llevaron al poder.

Pero además Felipe, el abarrotero priísta “con credencial”, no ocultaba su rabia contra  Luis Armando, pues el padre de éste, Felipe el abogado, siendo alcalde de Aguascalientes, tuvieron varios enfrentamientos.

Ahí fue que anidó el huevo de la serpiente.

Al paso de los años el destino reunió a Felipe el abarrotero, con Luis Armando, hijo de Felipe el abogado: el PAN los hizo sus candidatos en 1998; el abarrotero a gobernador de Aguascalientes y el constructor, Luis Armando, a la alcaldía.

En campaña electoral tuvieron varias diferencias, pero el deseo de ganar las elecciones fue mayor –se masticaban, pero no se tragaban, pues– y ambos ganaron su elección.

Al paso del tiempo, Luis Armando le reveló a Felipe lo que él ya sabía: “Quiero ser candidato del PAN a gobernador del estado”.

El abarrotero “peló sus chicos ojotes y se le cayeron las nalgas”, pero de manera contundente le dijo que él no sería el elegido, que no contara con su apoyo, que él ya tenía a su delfín: Miguel Ángel Ochoa Sánchez, director del Instituto de Educación de Aguascalientes.

Pero Luis Armando “se brincó las trancas” y fue en busca de Vicente Fox y Marta Sahagún, quiénes al ver que las encuestas favorecían al exalcalde Reynoso, se inclinaron por él: “Luis Armando garantiza el triunfo, Miguel Ángel, no”, vaticinaron y no se equivocaron.

Así las cosas, Luis Armando arrasó en las elecciones.

El triunfo de Luis Armando generó odios y envidias muy cabronas en dos personas: Felipe González, y Carlos Lozano; el primero, obvio, porque él quería gobernar otros 6 años a través de Ochoa Sánchez; mientras que el segundo, Carlos, aseguraba –y lo dice todavía– que Luis Armando hizo trampa para llevar a la alcaldía a Martín Orozco Sandoval.

Luis Armando, ya gobernador electo, Felipe pidió “protección” a Vicente Fox porque creyó que Luis Armando se lo iba a co…mer. Fox oyó sus ruegos y meses antes de concluir su mandato como gobernador, lo mandó con Santiago Creel a Gobernación, como subsecretario.

Ya, a salvo, Felipe comenzó a atizar el fuego contra su odiado enemigo y, con Rubén Camarillo al frente, se le fueron a la yugular a Luis Armando a quien no dejaron gobernar al 100.

“Perros de caza, despiadada jauría”, a la orden de Felipe González, flamante subsecretario de Gobernación.

Pasa el tiempo y, de panzazo, gracias a Manlio, Carlos Lozano llega al Senado de la República, por ser el PRI “primera minoría”.

Entonces Carlos finge demencia y se disfraza de “amigo” de Luis Armando: se desvive por atender a “mi amigo el señor gobernador Luis Armando”, y se le pone de tapete: lo que usted ordene mi Góber y hasta consiguió desde el Senado recursos para el estado, en una muestra de “amistad”.

El gobernador creyó en él y, cuando llega la sucesión, Luis Armando, dueño de la balanza, la inclina hacia el entonces llamado “Charly”, la panadería ardió y lo acusaron de jugarle al candidato del PAN (Martín Orozco Sandoval) “el toro al revés” y volvieron a pujar para expulsarlo del partido, pero el pasado lunes por enésima ocasión los volvió a derrotar: el llamado “Señor de los Rayos” se hizo a sí mismo otro “milagro”.

Pero, ¿qué pasa cuando llega a Palacio “El Patrón del Mal”? Nadie, hasta ahora, lo ha sabido, pero desde entonces, Carlos la agarró cobardemente contra Luis Armando.

Lo acusó de todo, lo metió en dos ocasiones, por unos días a la cárcel arbitrariamente y le hizo una campaña negra, que le costó al pueblo de Aguascalientes decenas o tal vez, cientos de millones de pesos.

El 30 de noviembre de 2016, “El Patrón del Mal” deja, no sólo el poder, sino una estela de muertos y heridos en el clóset de la ignominia, ganando a cambio… el repudio del pueblo.

Hoy le dicen “El Hombre Invisible”, pues nadie lo puede ver, porque además de todo el mal que ocasionó al pueblo y hasta a sus propios “amigos”, robó a manos llenas: su modesta casa del barrio del Obraje la acrecentó con miles de metros cuadrados, casi toda una manzana, transformándola en una mansión que compite con la “Casa Blanca de la Gaviota”, aunque con otro estilo y gustos charros.

Su polvoriento rancho que recordaba a los de la novela de Juan Rulfo, ahora es una gigantesca hacienda que envidiarían los Bush, padre e hijo.

En fin, Carlos cayó en el basurero de la historia y Luis Armando Reynoso Femat vuelve a vencer a la jauría de Felipe González: Es y será panista hasta que él quiera.

De los delitos que falsamente lo acusan, no son más que jaladas de pelos de un sujeto traidor, malagradecido, que llegó al poder y se volvió loco.

Y CON ESTA ME DESPIDO…
TIEMPO DE ELECCIONES

Y tiempo de reflexiones: veo un pueblo despierto que no se ha tragado el trillado cuento del “peligro para México”, ni que “ahí vienen los rusos por nuestro petróleo”, ni que seremos una “segunda Venezuela”, esas son ma-ma-das.

Tampoco es cierto que López Obrador “se come a los niños, los vomita en Rusia y que allá los resucitan y los hacen rusitos”.

No ma-men, ya basta de burlarse de la inteligencia de los mexicanos.

Lo único cierto es que los copetones no saben “ler”, nunca han “volvido” con buenas intenciones, ni jamás han “resolvido” los problemas del país.

Ya no se la jalen.

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 1)