* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
DEBUT Y DESPEDIDA…
Pues como el lector sabe, hay un madral de gente que nomás se suben al ladrillito y se marea, otros hasta se vuelven locos y son muchos los que pierden la cordura para siempre.
Esto le está sucediendo a la diputada panista Norma Zamora, quien a la de a güevo quiere imponerse en todos los temas, aunque no sepa ni papa.
Con todos busca pleito… hasta con los de su propio partido y, por si esto fuera poco, ¡hasta con el gobernador!
Y cuando siente que la moral se le comienza a bajar, busca el piquete de “La Víbora Morales”, quien por interés de que la diputada le eche caca a Martín Orozco Sandoval, le echa porras, diciéndole que “es la mejor diputada de todos los tiempos y la única que ve por su pueblo, te voy a hacer un monumento, diputada”.
Ya con esa picadura de soberbia, Norma regresa al Congreso del Estado y vuelve a regar el tepache.
Como ayer cuando habló sobre el Código Urbano, queriéndose erigir como la creadora de la arquitectura y problemas ambientales a nivel internacional, juarjuarjuar.
Su retórica tuvo eco en Gustavo Báez Leos, quien haciendo de tripas corazón, diplomáticamente la mandó por el tubo de la incoherencia.
No tarda Norma Zamora en acudir nuevamente con su mánager “La Víbora Morales” por un nuevo piquetito de soberbia, pero lo que ignora Norma que el veneno se le está acumulando, por lo que el final de su insípida “carrera política”, está cerca: su debut y despedida será en esta legislatura.
Moraleja: No te fíes de las víboras, terminan por envenenarte hasta el alma.
Ahí tiene, usted, caro lector, a Manuel Apendinni: mientras le sirvió “La Víbora Morales” lo alabó hasta el cansancio: “El mejor reportero de Aguascalientes, el único que investiga los temas, el más confiable, el más serio, el más profesional, el más grande, el mejor, ninguno como él”, decía engolada la voz.
Y cada lunes, puntualmente, Manuel acudía con la “Víbora Morales” por su ración de veneno que, saliendo del mal llamado edificio inteligente –“que si yo quisiera hasta caminaba, pero yo no quiero” –, lo hacía levitar.
Pero, al paso del tiempo, como siempre sucede, “La Víbora” cambió de piel y su veneno lo esparció en el espacio:
“Ese Manuel Apendinni es una vergüenza, me da asco, se vendió a MOS por un plato de lentejas, por unos cuántos pesos, es un vendido, me da lástima, MOS le llegó al precio, se vendió, se vendió, se vendió y se los firmo, ¡qué vergüenza “.
ESE POLLO QUIERE MÁIZ…
José Carlos Lozano Rivera Rio –hijo de ya sabe usted quién– anda que se las truena por una candidatura del PRI, “no le hace que sea al Senado de la República, aunque no le haría el feo a una diputación federal”, platica a quien quiere escucharlo.
Bien haría Carlitos subirse a los camiones urbanos o a los taxis para que oiga de muy buena fuente que es lo que opina la raza de su padre.
Dicen que el tiempo cura las heridas, pero hay muchas que no cierran ni con el paso de los años: las heridas del alma.
Y su padre –que ya sabe usted quien es– dejó muchos muertos en el clóset y heridos en las banquetas de la ciudad y de todos el estado, que claman justicia: si José Carlos fuera inteligente no anduviera de caliente en busca de un escaño en el Congreso de la Unión.
Pero como el hijo de –ya sabe quién– durante poco más de seis años no hubo quien le dijera “no”, cree que los tiempos no han cambiado y que la raza lo adora. No, Carlitos debe de tener una lucecita de inteligencia y decir: “Yo no voy a cargar con el lastre de mi padre”.
Dinero tiene y un chingo, propiedades tiene y también son un chingo. Y conforme pasen los años tendrá más porque el día que muera –ya sabe quién– saldrá de la Funeraria convertido en uno de los hombres más ricos del pueblo y alrededores.
Carlitos debería de reflexionar y decir: “Mi padre, como gobernador, fue un ojete, un traidor, un desleal, un miserable, un desagradecido, un tirano, un represor, un……………………………………. (le dejo al lector este espacio para que escriba lo que considere) y yo no voy a cargar ese costal de rencores y desilusiones”.
Me cuentan que quien reculó fue Blanca Rivero Rio Flores, esposa de –ya sabe quién– y después de la visita que hizo José Antonio Meade a Aguascalientes, dejó de hacerse ilusiones de llegar a una curul de la Cámara de Senadores, al constatar que su esposo no goza de simpatía alguna: ese día –ya sabe usted quién– se transformó en el hombre invisible… ¡nadie lo podía ver!, ¿verdad Pepe Guzmán?
Y es que el comentario era: Meade anda prometiendo acabar con la corrupción y meter a la cárcel a los ladrones y mira quién no se le despega:
–¿Quién?
–No te hagas pendejo, tú ya sabes quién.
Entonces, ¿pa’qué buscarle ruido al chicharrón, a sabiendas de que, además, Carlitos en el gobierno de su padre –ya sabe quién– era el cobrador de los diezmos, cochupos y concesiones?
QUE NO LE PASE LO QUE A FELIPE JR.
Que Carlitos, pues, se quite de los ojos esa gruesa venda para que vea la realidad de las cosas y no le pase lo que le sucedió a Felipe González Junior, que por cargar con el lastre de su padre fracasó totalmente en la política.
Quiso ser candidato del PAN a la alcaldía de Aguascalientes y fracasó, rotundamente, lo arrollaron, lo humillaron a base de votos de los propios panistas que ya estaban hasta la madre de su padre.
Después la buscó por el partido Movimiento Ciudadano (MC) y la con$iguió, pero a la hora de los chingadazos (votaciones) fue el candidato que menos votos obtuvo, a tal grado que hasta el MC perdió sus prerrogativas.
¿Mal candidato?
No lo creo, era un muchacho muy diferente a su padre el abarrotero, lo que sucedió fue que su progenitor cargaba un rosario de cuentas por pagar y él, como candidato, las pagó.
Qué diferente hubiera sido si Felipe Jr. se hubiera dedicado a lo suyo: las empresas, pero su fracaso en la política se la debe a su padre, aquel sinvergüenza que timó a Aguascalientes con la falsa promesa de:
“¡Salgo de los negocios para ir a la política, no voy a la política a hacer negocios!”, y hoy resulta que es uno de los hombres más ricos de la región y “con pistola al cinto pa’lo que se ofrezca”.
¡Abarrotero jijo de la..!
En fin, la recomendación ahí está y es de muy, pero muy buena leche: José Carlos, dedíquese a los negocios, no cargue con el lastre de su padre y distráigase con lo que le encanta: la poesía.
DE CALLE…
Todo indica que Andrés Manuel López Obrador será el próximo presidente de México si las cosas siguen como van: arrasando de a madres en las encuestas, hasta en las llamadas cuchareadas.
Gabriela Cuevas, connotada panista y senadora de la República, acaba de presentar su renuncia al PAN y declarar que apoyará a López Obrador, en su lucha por ser el próximo Presidente de México.
Otro: ¿Recuerda el lector a Manuel Espino Barrientos, expresidente nacional del PAN? Pues hace unos días declaró que él y 400 asociaciones se unirán a López Obrador.
Otro más es el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, actual presidente municipal de Morelos, que buscará ser gobernador de ese estado arropado por Morena y que, por supuesto, apoyará a López Obrador, rumbo a Palacio Nacional.
Y otros: El lunes 22, en Jalisco, 60 líderes del PAN y de MC en conferencia de prensa revelaron que con ellos se irán 5 mil de sus agremiados a la campaña de AMLO.
Todo esto mientras Ricardo Anaya todavía no le halla la cuadratura al círculo y José Antonio Meade sigue arrastrando la cobija llamada PRI.
Y la inmensa mazorca de maíz, llamada República Mexicana, se desgrana y se dirige hacia AMLO.
“¡UN ESTADO DE GENTE IDIOTA, ESTÚPIDA, VENDIDA!”
“Aguascalientes se está acabando, todos los días hay asesinatos, asaltos, suicidios, robos, desempleo, hambre, frío, ignorancia, sed de justicia, yo ya sabía que esto iba a terminar así, pero Aguascalientes es un estado de ignorantes, gente idiota, estúpida, que por un bolillo y 200 pesos votó por un ranchero montaburros y no por la lesbiana.
“¿Querían PAN, verdad? Pues ora se lo tragan, bola de ignorantes, estúpidos, los mismos ricos que hoy ven como se les acaba su fortuna votaron por MOS y no por la lesbiana, se los dije, se los dije, en cinco años ese señor se va a acabar el estado… ¡chingo a mi madre si no, y se los firmo!
“Yo soy el único periodista decente, honesto, el único que no se ha vendido en más de 30 años, porque todos son unos pseudoperiodistas vendidos, cobardes, miedosos, no tienen pantalones como yo.
“¡Ya ven, miren, hasta Manuel Apendinni, un periodista que yo creía honesto, decente, buena persona, aquí lo tenía yo en Radio Mexicana, se vendió por unos cuantos pesos al gobierno estúpido, ¡¡¡Manuel, me das asco!!!”
Esta es, en síntesis, la perorata de todos los días de José Luis Morales Peña “La Víbora”.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 25).