Candidaturas Ciudadanas vs. Fraude y Corrupción

Por Jorge Arturo Ferreira Garnica

Señor Córdova Vianello, lo estamos vigilando a usted y su pandilla (Foto: Archivo/ Isaac Esquivel/ Cuartoscuro

Señor Córdova Vianello, lo estamos vigilando a usted y su pandilla (Foto: Archivo/Isaac Esquivel/ Cuartoscuro)

HACE UNOS días recibí un WhatsApp de un querido amigo que reside en Ginebra Suiza. Javier de la Torre es su nombre y su profesión politólogo. De este amigo hablaré en otra de mis entregas. El mensaje aludido era acerca de los fraudes que está cometiendo en Europa la empresa líder de los teléfonos celulares más caros en el mercado, pero ignoro si sean los mejores. Me refiero a Apple, cuyo millonario truco consiste en inducir una obsolescencia acelerada en sus modelos más antiguos, y así poder elevar las ventas de los más recientes. Lo hacen enviando constantemente actualizaciones de sus aplicaciones y quién sabe qué cosas más, hasta que saturan la memoria del aparato y al ya no poder actualizar nada, el teléfono comienza a fallar o se desfasa, lo cual obliga al consumidor a renovar su equipo.

UNA ESTRATEGIA hábil, pero tramposa, que no es acorde con el tamaño y el prestigio de la empresa. Apple es uno de esos negocios iniciados a partir de nada, y que merced a la formación e ingenio de sus fundadores, lograron llevarla hasta donde hoy está. Esto no es poca cosa, estamos hablando de miles de millones de dólares. Pero al parecer las utilidades que rinde la comercialización de sus equipos no son suficientes. Yo supongo que han calculado con meridiana precisión cuántos millones de dólares más les podría redituar ese vergonzoso engaño al público consumidor. La Unión Europea ya asumió su función de gobierno estudiando el caso y sus efectos, y ya inició su procedimiento legal en contra de la empresa defraudadora. ¿Será Europa la excepción en este multimillonario fraude? ¿Y será esa empresa la única que ha transitado por ese sinuoso camino?

EN MÉXICO se está dando en empresas como LG, lo digo porque lo viví recientemente con mi aparato que ya no era de vanguardia, en el que de pronto comenzó a salir un ícono que al tocarlo decía: Memoria insuficiente para actualizar X o Y, pero que al paso del tiempo, y al no ser posible instalar las actualizaciones en su sistema operativo o qué se yo, comenzó a fallar. Un amigo conocedor de estos engendros de la modernidad, le dio una limpia, igualito a las que se dan los políticos, y hasta yo que sin creer, creí; así de simple. También, así de simple, mi amigo me dejó funcionando mi aparato perfectamente. Al mes o mes y medio, o quizá antes, volvió aquél ícono de marras que me volvió a agandallar saturándome la memoria del teléfono, pero al ya conocer la técnica de la limpia, el aparato funcionó perfectamente otro lapsus similar, y así me lo traje hasta diciembre pasado, en que fui al centro de servicio de la empresa de telefonía, y me dirigí con la edecán de LG a quien le expliqué el problema. Ella también le quitó aplicaciones, realizó ajustes y demás, y me dijo: así le va durar mucho más tiempo, antes de saturarse.

¡OJO! NUNCA me dijo que no se volvería a repetir, ni tampoco el por qué, sólo me obsequió el paliativo.

NO MUY convencido por lo dicho de tan amable y guapa edecán, me acerqué con una ejecutiva y luego de un refinado saludo me preguntó: ¿cuál es su número de teléfono? Y se lo di. Entró al sistema y sin más expresó lo siguiente: usted ya puede llevarse otro aparato con sus puntos que acumuló, sólo pagaría seis o setecientos pesos y lo demás en pagos mensuales. ¿Coincidencia? Ella no escuchó ni supo de qué hablé con la edecán de LG, ni lo que le hizo a mi aparato. Pero sí supo que era el momento oportuno para ofrecer uno nuevo. No especificó marcas, pero como somos animales de costumbres, si algo nos acomoda le seguimos siendo fieles hasta la muerte. Así fue como me embarqué con el nuevo. Ignoro si lo mismo sucede con otras marcas, pero la pregunta seguirá siendo: ¿Coincidencia?

DEJEMOS DE lado este torpe tropiezo y continuemos con el tema de los fraudes, sólo que ahora nos trasladaremos hasta el suceso que acapara titulares, noticieros, etcétera, etcétera, que es la cosa electoral. Sí esa cosa que inquieta a todo mundo, bueno, a una pequeña, pero muy pequeña parte de ese mundo, y que coloquialmente le dicen elecciones ¿Y cómo no habría de ser así, si de esta competencia de ramplonas estupideces, el que diga más cantidad de estulticias y a través de ellas obtenga más votos, será nuestro próximo presidente de la república por míseros seis años?

¡HABRASE VISTO lo complicado que es el procedimiento para llegar a tan alto y delicado cargo!

NINGÚN PAÍS del mundo tiene un sistema político tan sofisticado de tan insulso e inmundo. Tampoco otros países podrán presumir nunca de ostentar el liderazgo en la deshonrosa corrupción, en la impunidad, en la falta de transparencia y rendición de cuentas y en tantas y tantas otras cosas que no acabaría nunca de enunciarlas. Por fortuna tenemos elecciones confiables gracias a una institución de los mexicanos, que es el INE. El INE no son sus funcionarios. El INE es más que sus funcionarios. El INE somos todos los mexicanos, porque al INE lo sostiene un país entero que se llama México. Sus autoridades son transitorias. Las juzga la historia. Pero también la masa popular que sostiene este país y que le da el vigor, la coherencia, el prestigio, la resistencia y el valor que todo Estado requiere. Así que señor Córdova Vianello, lo estamos vigilando a usted y su pandilla.

EN ESTA elección está incluida la participación ciudadana para postularse y en su caso obtener el triunfo en un distrito, un municipio, un estado y en el país entero. Es el caso de las candidaturas independientes o ciudadanas para contender para Presidente de la República, gobernador, senador y diputado federal o local. ¡Sí señor! Los ciudadanos están participando en reducido número, pero lo están haciendo, y no por que otros muchos desaíren la participación, sino por los obstáculos que el legislador federal deslizó en la reforma electoral catapixiada por el tan cacareado Pacto por México. Y también por el dinero. No olvidemos que en la política electoral manda el dinero, y por supuesto en todo lo relativo al poder público.

PERO MEJOR veamos de qué ha servido esta nueva figura político electoral. Según se desprende de las declaraciones a la prensa que la autoridad electoral nacional ha dado sobre esta participación de los candidatos ciudadanos contendientes para el cargo a presidente de la república, hasta una diputación local, nos dicen que algunos ya andan haciendo mapacheo, trampa, tranza; es decir, que están utilizando todo tipo de argucias, como es entregar foto copias falsas o alteradas, compradas o carranceadas de algún sitió de esos donde le piden a uno la credencial para votar y le sacan copia, cosa que no deberían hacer, porque de entrada fotocopiar ese documento ya implica una alteración de orden legal, y el mal uso de esa fotocopia también, sólo que a nadie le interesa estudiar el asunto.

PERO RETOMANDO lo de los candidatos tramposos, así como las empresas Apple y LG, y otros tantos que andan por ahí, es asombroso como nuestros paisanos dejaron desbordar el ingenio para allanar el camino y así poder completar la cuota de apoyo, en las diecisiete entidades federativas en las que deben recolectar las firmas como prueba de ese apoyo ciudadano. ¡Sí señor, número de ciudadanos y territorio! ¡Faltaba más! La pusieron complicada los partidos a los ciudadanos, tan sólo para lograr la candidatura. Listillos que son nuestros legisladores. Difícil traba, sí, pero no imposible. Candados ponemos, mañas no sabemos dice la vox populi.

LA FIGURA ya rindió frutos en la pasada elección con algunas diputaciones y una gubernatura. Pero sólo eso. De la aportación a la sociedad de estos representantes populares no se ha sabido nada relevante, salvó el marrascapache del Jaime “El Bronco” Rodríguez en Nuevo León.

APENAS SE estrenó la figura de candidato ciudadano y ya la enlodaron. Se suponía, quizá por eso, por ser mera suposición, que por ser ciudadanos serían contendientes impolutos, inmaculados con anhelos y deseos de encabezar el auténtico cambio que la patria necesita, y no estar al nivel de los candidatos de los partidos, que se rodean de todo tipo de VICHP (Very important Cheating People)* De estos ciudadanos y también mapaches, quizá se salve uno o dos, como Pedro Kumamoto a quien ya le validaron ciento treinta mil firmas de las ciento quince que requería como aspirante independiente al senado, sin cuestionamientos, y quizá algún otro. El caso es que hay le dieron otro raspón más a nuestra incipiente y vapuleada democracia. Cosas de la naturaleza humana. Maquiavelo dixit.

Y YO QUE creí que por ahí estaba la salida del cieno y la porquería, y llegaron a atiborrarle más. Iluso e idealista como siempre, pero no me doy por vencido, algo podemos y debemos hacer, y eso se llama voz, se llama salir a protestar, se llama civismo, se llama valor civil, se llama justicia, se llama ya estamos hasta la madre. Por eso hay que salir a votar, aunque sea por el menos pior, dijo mi compadre; pero salgamos y votemos todos, pues los huecos electorales siempre se llenan con lo peor de la escatología política. Cero votos nulos. Por favor no anulen su voto. Cero abstencionismo. Por lo que más queramos, salgamos a votar y demostremos de qué lado está el verdadero poder.

AHORA SÍ don Lorenzo Córdova Vianello, póngase las pilas porque se le va a acumular la chamba. Al ser ustedes los revisores de que se cumplan los requisitos de los aspirantes independientes a las diferentes candidaturas, algo tendrán que hacer con base en el principio rector de la legalidad. Supongo que harán lo mismo que hizo el gobierno de la Unión Europea, aplicar la ley sin distingos, con total transparencia y por supuesto con la determinación que el acto reclama. No pedimos más señor Córdova.

ME PARECE que de entrada este asunto es como una papa caliente. Pero así es este jueguito en el que ustedes eligieron ser los árbitros. Porque acá en la calle, nosotros como ciudadanos, nos hacemos la pregunta o las preguntas que surgen de estas ilegalidades, y estas preguntas son: ¿cuántos de estos ciudadanos cometieron ese ilícito?¿Cuál será el procedimiento legal a seguir? ¿Serán denunciados ante la FEPADE? ¿Los procesarán por cometer un delito de orden electoral federal? Estas y otras preguntas seguiremos formulando conforme pasen los días; días que espero no sean muchos o tantos que la resolución que tomen vaya emitiéndose por allá por el 2019.

Y OJO, LA transparencia y rendición de cuentas también es un asunto pendiente por parte de estos ciudadanos independientes.

EN FIN, ya estamos en serios problemas y aún no arrancan las campañas electorales que también son otro dolor de cabeza para la autoridad electoral que despacha en el INE y anexas.

PERO ALGO hay de cierto en todo esto, México continúa inmerso en el surrealismo, tal y como lo definió André Bretón hace cerca de ochenta y ocho años, cuando visitó México para dar a conocer esa corriente artística, política y de la propia vida, y se asombró y dijo de que México era: “surrealista por excelencia”, y al paso del tiempo lo sigue siendo. Porque en México todo es posible, menos seguir el camino de la verticalidad.

POR ESO es que se necesita enviar un mensaje urgente, pero claro y contundente, a toda la feligresía política. De eso no tengo ninguna duda. Pero eso únicamente lo podrá hacer el INE a través de sus altos funcionarios y de manera unánime. El INAI ya se pronunció. Pero tengamos presente que estos funcionarios no son dioses sino simples mortales, es decir humanos, y que “errare humanum est”. *Personas especialistas en hacer trampas electorales