* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
SENTIDO DECESO…
El domingo 4 falleció el exalcalde de Aguascalientes, Héctor Manuel del Villar Martínez, a la edad de 79 años.
Hombre probo, serio, muy serio, trabajador, muy trabajador, durante muchos años, antes de salir el sol, ya estaba en su rancho al pendiente de su ganado.
Después se iba a su emblemático negocio: Rectificadora del Villar, del que se hizo cargo por completo cuando murió su padre, don Ramiro del Villar, y a sus otros negocios, como el primer autobaño de Aguascalientes: La Pantera Rosa, que estuvo ubicado en la avenida Las Américas, cerca de su domicilio.
De don Héctor tengo muchos anécdotas que contar, pero su fallecimiento me ha dejado triste: creo que fue de los hombres que no deberían morir, si existiera esta posibilidad.
Desde este espacio envío mi más sentido pésame a su esposa, la señora Cuquina Andrade y a sus hijos, también a uno de sus mejores amigos: don Jorge Yungtingping Marmolejo.
Descanse en paz “El Alcalde Estrella”.
CRECE LA DELINCUENCIA…
Póngase trucha y cuídese: en Sears Roebuck, de Altaria, andan dos que tres “rodolfos” y “cucas” disfrazados de clientes que, a la primera oportunidad, le roban a usted celulares, bolsos, carteras…
Son muy hábiles esas ratas de alcantarilla.
Pero lo “extraño” de todo esto, es que si el lector se queja del robo con los dizque directivos de Sears, y les pide acceso a las cámaras de vigilancia, con la intención de identificar al “rodolfo” o a la “cuca”, le contestan que en esa área “no tenemos cámaras”. Y se lavan las manos de manera por demás sospechosa.
Víctimas de los cacos en ese lugar, hasta creen que esas ratas trabajan ahí mismo o están amafiadas con los empleados de la susodicha tienda departamental.
Peras o manzanas, lo recomendable es que cuando usted vaya a Sears se ponga list@ y no se confíe ni de su sombra pues se la pueden clonar.
¡Cuidado!
VER PARA CREER…
Ayer estuvo en Aguascalientes el priísta Ulises Ruiz Ortiz, exgoberladrón de Oaxaca, que anda por todo México expiando sus culpas y exigiendo cárcel de por vida a todos los políticos corruptos, sin distinción de partidos y echándole caca al preciso Enrique Peña Nieto.
Jajaja… “¡Qué poca madre de cabrón!”, diría el cura Alejandro Solalinde, quien conoce muy bien al déspota exgoberladrón de Oaxaca.
Cree ese señor que el pueblo no tiene memoria, pero se equivoca, pues sí recuerda que dejó una Oaxaca hundida en la miseria, y que si no está en la cárcel es porque pactó Inmunidad con su sucesor Gabino Cué que, en principio, lo demandó penalmente por haber “rodolfeado” del erario, él y su banda de asaltantes, más de 4 mil millones de pesos.
¡Pobre país con tanto político rata y cínico!
DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA…
Mientras que mucha raza exige que Carlos Lozano de la Torre “El Patrón” sea investigado y puesto en prisión por su evidente enriquecimiento ilícito, el diputado Sergio Reynoso Talamantes lo defiende a capa y espada, pues el gringo “dejó progreso y seguridad a los aguascalentenses y, si no, pues búsquenle”, declaró ayer el diputado, luego de que Emanuelle Sánchez, presidente local del PRD, había conminado al gobernador Martín Orozco Sandoval a denunciar al priísta, para constatar si el “cachondón” Fiscal, Óscar Fidel González Mendívil “El Niño Perdido (en Las Violetas)”, sigue estando bajo su autoridad y mando, pues no hay que olvidar que el gringo lo impuso para que le cuidara las espaldas.
Cierto es que “El Patrón” sí “rodolfeó” una lanototota al erario, o sea al pueblo, y si Sergio pretende defender lo indefendible corre el inminente riesgo de quemarse boca y manos, por lo que le recomiendo hacer mutis, más vale.
POR CIERTO…
Por ahí salieron a relucir las migajas de la corrupción: tarjetas de crédito con las que “El Patrón” y su secretario cachirul de Finanzas, Alejandro Díaz Lozano “El Sobrino de Oro”, se daban la gran vida a costillas del pueblo: ropa de marca carísima, lujosos hoteles, buenos vinos, mejores viandas y pare usted de contar.
Pero eso, insisto, son las migajas de la corrupción, lo grueso son las cifras multimillonarias en dólares, y las haciendas, campanas, campanitas y campanotas…
Todo está en que Martín Orozco Sandoval o algunos de sus cercanos colaboradores filtren a la prensa los descarados robos, pongan las querellas correspondientes y sin lugar a dudas saltaría la pus por todos lados, lo que llevaría a “El Patrón” a una cárcel federal de alta seguridad.
GRAN FRACASO…
Pues el exalcalde de Jesús María, Antonio Arámbula López, que hoy se gana las alubias como secretario de Administración en el gobierno municipal de Teresa Jiménez Esquivel, le echó un pequeño purrún a su correligionario Juan Antonio Martín del Campo, al revelar que el “Seguro Contra Robo a Casa-Habitación” que implementó el antecesor de Tere, fue un reverendo fracaso.
Y que por eso ha decidido (sic) cancelarlo.
“¿Por qué fracasó tal programa?”, preguntará el lector, y Arámbula contesta así:
“Tuvimos muchos robos inventados, autorrobos” y, por supuesto, la inseguridad se desató.
Hoy dice que la lana destinada para ese programa se canalizará a obras sociales, sin especificar cuáles. Con que no sea a alguna cuenta bancaria o bolsillo particular, todo estará bien.
NO ESTABA EQUIVOCADA…
Cuando Lorena Martínez Rodríguez, entonces presidenta municipal de Aguascalientes, preocupada por tantas muertes ocasionadas por accidentes viales, tuvo el acierto de implementar las fotomultas y lograr que los conductores de vehículos de motor pusieron freno a sus instintos de pilotos infernales.
El lector recordará que los accidentes viales se redujeron y con ello las muertes. Esto es una verdad de a kilo, no de 800 gramos como los que acostumbraba a vender el abarrotero transa de las nalgas al revés.
Sin embargo, los panaderos, ante el éxito obtenido por Lorena, comenzaron a sembrar el repudio a tal medida, señalándola como recaudatoria y atizaron la hoguera: decenas de bots alimentaron las redes sociales linchando a la alcaldesa.
Pero hubo más: los candidatos del PRIAN a la alcaldía de Aguascalientes, Francisco Chávez Rangel y Juan Antonio Martín del Campo, respectivamente, vieron en esa protesta un rico filón de oro y ofrecieron al electorado quitar las fotomultas en cuanto llegaran a la alcaldía de Aguascalientes.
El resultado ya lo sabe el lector: ganó Juan Antonio y cumplió con esa promesa a pesar de lo que ello significó: decenas de muertos y heridos por conducir vehículos a alta velocidad.
Duele ver, me cae, cómo hasta chavitos de secundaria han perdido la vida o han quedado lisiados por correr sus patas de hule como si estuvieran participando en carreras de Fórmula 1.
Luego vienen los lamentos y los arrepentimientos, pero de nada sirven, lo hecho, hecho está.
Como sucedió el pasado martes cuando seis estudiantes universitarios, de entre 18 y 19 años de edad, chocaron y volcaron el carro que conducía uno de ellos: los seis resultaron heridos, tres de ellos de gravedad; el automóvil quedó hecho chatarra, listo para vender por kilo.
Irónicamente el Dodge quedó volcado al pie de un anuncio que dice: “60 kilómetros por hora, velocidad controlada por radar”.
Ojalá y la alcaldesa Teresa Jiménez reflexione ante esta pérdida de vidas que provocan los amantes de la velocidad extrema y vuelva a imponer (sí, imponer) las fotomultas, basta ya de tanto derramamiento de sangre.
Quiero recordarles a los señores del PAN que uno de los primeros en implementar a güevo las susodichas fotomultas, fue el gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez.
Allá también ha sido un éxito, tanto, que cuando lo sucedió el priísta Aristóteles Sandoval, lo sostuvo y ahí sigue.
Tere: haga caso, evite esas muertes, ya basta, frene, evite esos ríos se sangre.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
En el vecino Zacatecas el gobernador Alejandro Tello Cristerna, se echó encima a las industrias “contaminantes”, a las que les inventó un nuevo “impuesto ecológico”, con el que pretende recaudar alrededor de dos mil 400 millones de pesos.
Claro está que las empresas pegaron el grito al cielo y se resisten a pagarlo porque es “ilegal”, “injusto”, “recauda-torio”, “peligroso”, etcétera.
Y en medio de tales protestas, el gobernador Tello cometió varias pifias, al acusar –en un programa radiofónico, que conduce el periodista Francisco Esparza– a las mineras de intentar sobornarlo:
“Yo quiero que la gente entienda –dijo– que yo estoy viendo por Zacate-cas, por ahí hubo un emisario… A ver, si yo tuviera intereses, les hubiera recibido millones de dólares, porque por ahí ha habido voces: ‘Oye gobernador, pues ahí están dos tres cinco millones de dólares y bájale a tu rollo’”.
El escándalo por tales declaraciones fue grande, hubo gente que le exigió denunciara, pues el cohecho es un delito que se paga con cárcel, sobre todo tratándose de sobornar a un gobernador.
Pero luego Tello, en su intento por calmar las aguas, dijo que no dijo lo que dijo y dijo que lo habían mal interpretado (sic). Pero no paró ahí la cosa, porque enseguida la volvió a cajetear:
“Tampoco estoy buscando presionar para que se arreglen conmigo”.
¡Bolas don Cuco!
De seguir este broncón, las mineras, que ya le han dedicado cinco agresivos desplegados en varios diarios de la capital de Zacatecas, le podrían voltear el chirrión por el palito y acusarlo de “chantajista”.
¡Cuidado!
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 9).