Por Itzel Alejandra Martínez Chávez

* Movimiento Muralista Mexicano

BUEN DÍA estimados lectores, en esta ocasión abordaré el movimiento del muralismo mexicano, que sería reconocido en muchas partes del extranjero, principalmente en Estados Unidos, siendo tan grande su forma de expresión que un buen número de artistas se adhirieron a esta corriente.

EL MURALISMO mexicano tiene sus raíces en la Revolución Mexicana en 1910, pero inicia formalmente en 1920, cuando el presidente Álvaro Obregón, asignó a José Vasconcelos las funciones de secretario de Educación Pública y éste comisionó a artistas plásticos la realización de varios murales para la Secretaría de Educación y la Escuela Nacional Preparatoria. También con este movimiento se fundaría el Sindicato de Pintores, Escultores y Obreros Intelectuales en 1922, demostrando la importancia de los artistas hacia sus obras.

SE PUEDE definir al muralismo como un movimiento social y político de resistencia e identidad, que con la ayuda de imágenes plasmaron temas como la revolución, la lucha de clases y el hombre indígena. Una pretensión de los muralistas era dar conocer al pueblo su realidad y con esto poderlos unirlos a su pasado. Dicho de otra manera, intentar un resurgimiento o renacimiento del arte indígena.

David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera (Foto: Cortesía)

David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera (Foto: Cortesía)

A PESAR de que el muralismo era tan conocido, pasarían por diversos contratiempos en cuanto a la conservación del mismo. Se verían en la necesidad de buscar varias formas de para evitar el deterioro de las obras, por ejemplo: una de las técnicas que llegaron a perfeccionarían es la pintura acrílica, siendo de una mejor consistencia y mayor resistencia que el óleo o el fresco. (1)

CUANDO VASCONCELOS dejó la Secretaría, los artistas se vieron afectados y algunos de ellos perdieron sus trabajos. (2) Como dice Karen Cordero, “…la diversidad inicial del movimiento muralista fue reprimida, y casi todos los encargos gubernamentales de importancia fueron otorgados a Rivera, convirtiendo su obra efectivamente en un instrumento de la consolidación revolucionaria y la hegemonía artística”. (3)

ALGUNOS DE los más grandes exponentes del muralismo mexicano fueron: David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Rufino Tamayo y Diego Rivera. Por ejemplo Siqueiros en sus murales realza la vida del pueblo, una de sus obras de bastante importancia es La Marcha de la Humanidad que se encuentra en el Poliforum Cultural Siqueiros en la Ciudad de México. Orozco se destaca por su obra Hombre de Fuego. Rivera a través de sus murales plasma la historia social y política que vivía México, muchos de sus murales se pueden encontrar en el Palacio de Bellas Artes. Tamayo destaca por sus obras tituladas Dualidad y El nacimiento de la nacionalidad. (4)

HASTA AQUÍ mi columna esperando que haya sido de su agrado e interés. Los invito nuevamente a que escuchen el programa de radiofónico Trapitos de Clío por Radio UAA de Aguascalientes, 94.5 FM, en punto de las 6:30 pm.

Notas

1. Ideas tomadas de: Clases de Historia del Arte Mexicano impartidas por el Dr. Luciano Ramírez, agosto diciembre de 2014. Y complementadas con la página web http://www.elportaldemexico.com/arte/artesplasticas/muralismomexicano.htm

2. Finales de 1924, cuando Calles es presidente.

3. Cordero, Karen, cita encontrada en, Tanaka, Keiichi, “Isamu Noguchi en México, en torno a su relieve mural en el Mercado Abelardo L. Rodríguez”, en Memorias 3er encuentro Internacional de Pintura Mural (Creación, Investigación, restauración) Muros frente Muros. Guanajuato, México. p. 197

4. https://consulmex.sre.gob.mx/atlanta/index.php/component/content/article?id=299:movimiento-muralista-mexicano consultado 23 de diciembre de 2016

* Itzel Alejandra, es estudiante de la licenciatura en historia en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, tiene un gran interés por la historia de Japón y la historia del arte; en la mayoría de sus temas serán referentes a la homosexualidad, prostitución, y vida cotidiana. Entre sus pasatiempos además de la historia, están leer novelas de ficción, dibujar, tomar una buena taza de té o café y pasar tiempo con sus amistades. Espera poder convertirse en escritora de novelas de ficción y de textos académicos, también una de sus aspiraciones es hacer difusión de la historia, así como acercar a los niños a la historia.