Cayo el Telón, Siguen los Aplausos

Por Mario de Ávila Amador

Jorge Galván

Jorge Galván

A Jorge Galván, pilar fundamental en el desarrollo de la TV estatal en Aguascalientes

HACE APENAS dos días, el sábado 3 de diciembre a las 20:07 horas Jorge Galván recibió un emotivo aplauso final, un aplauso que sella lo mucho que fue dejando en su camino por la vida. Cayó el telón, en este caso horas antes, a eso de las 7:30 de la mañana. Retomo algunos datos compartidos en otras entregas.

CHRISTOS JORGE Papadimitriou Galván, Jorge Galván, nació el 14 de julio de 1935 en el Distrito Federal, hijo de Christos Jorge Papadimitriou, griego y Esperanza Galván Zepeda, mexicana. Su gran pasión, desde muy pequeño fue la actuación y desde luego, el teatro. Pareciera lógico que un apasionado de la actuación lo fuera del teatro, pero cabe aquí la distinción porque en ese tiempo, años 50 del siglo XX, había actores digamos “puristas”, que solamente actuaban en representaciones teatrales y desdeñaban el cine y no se diga la naciente televisión.

GALVÁN DEBUTÓ en teatro a los 17 años en 1952 y dos años después ya actuaba en televisión, cuando ésta se hacía en directo, pues aún no llegaba a nuestro país el “Videotape” o cinta de video. Pronto se encontró realizando otras funciones relacionadas con la televisión, como la Dirección de Cámaras.

DESARROLLÓ UNA fructífera carrera teatral y siempre se mantuvo en el estudio de su pasión.

JORGE GALVÁN llegó a Aguascalientes en septiembre de 1969 con su esposa María Teresa Cámara y sus hijos Jorge Luis, Martha Teresa, Greta Margarita y Carlos Eduardo. Su responsabilidad fundamental se centraba en el teatro, en la enseñanza, las puestas en escena y en la dirección teatral. Creó la compañía “Teatristas de Aguascalientes”, que es también un parteaguas en la escena teatral en nuestro estado. Así mismo, estableció la primera librería de carácter cultural en la entidad y colaboró en infinidad de eventos relacionados con la cultura; sin embargo no imaginaba que unos años más tarde sería el responsable de la puesta en marcha de la que sería la primera televisora estatal-cultural en el país.

EL DIRECTOR de la Casa de la Cultura, Víctor Sandoval, sabía que Jorge Galván había trabajado en los canales de televisión 4 y 5 de la Ciudad de México y decidió aceptar el “préstamo” de un equipo de televisión que estuvo “rodando” por el país. Así pues, en septiembre de 1976, a finales del mes, cuando los Teatristas de Aguascalientes regresaban de Guanajuato, de una presentación especial en la plaza de San Roque de la obra Fuenteovejuna de Lope de Vega, encontraron en el teatro Morelos, un camión de mudanza.

TERESITA CÁMARA, esposa de Galván, le dijo que el maestro Sandoval le pidió que le dijera que una vez llegando a Aguascalientes, acomodara el equipo de televisión que se encontraba en el Teatro Morelos, que lo ubicara en el Foyer o Mezzanine, que en ese entonces albergaba al Museo de la Soberana Convención.

EL MAESTRO Galván recordó que unos días antes de salir a Guanajuato, el maestro Sandoval le había hecho una pregunta que en su momento le pareció fuera de lugar: “Jorge, ¿usted trabajó en televisión en la Ciudad de México?“. Ahora la pregunta cobraba sentido. Al día siguiente Galván y Sandoval platicaron acerca del proyecto y sólo quedaba poner manos a la obra, echar a andar un canal de televisión en poco más de 30 días. ¡Tan sencillo!

A 40 AÑOS, ese canal, el primero realmente cultural en el país, fuera de la capital, sigue funcionando (aunque ha perdido mucho de lo cultural y se ha transformado en canal gubernamental).

DEL MAESTRO recuerdo muchos momentos muy agradables como espectador, ya sea en el Teatro Morelos o en el Espacio 197 (que después llevaría su nombre aunque finalmente fuera demolido). Teatro Clásico y contemporáneo. Pero sobre todo recuerdo una plática en su departamento de la Condesa, en el DF y la invitación a dos obras: “Las Bacantes”, de Eurípides, en el teatro Benito Juárez en el año 2000; y “El Cuchara de Oro”, en 2001, en el teatro Casa de la Paz, en la colonia Roma; la primera como actor, teatro clásico pero muy actual y la segunda, de su autoría, y bajo su dirección, teatro moderno con una escenografía práctica y funcional de acuerdo a los requerimientos de la misma y de una temática siempre actual: el machismo. Además con la extraordinaria actuación de su hija Martha. Ésta además, con el preámbulo de una partida de ajedrez en un barecito contiguo al teatro.

A JORGE Galván, si bien predominantemente hombre de teatro, le debemos los aguascalentenses el reconocimiento como el hombre que hizo posible la televisión estatal. Estoy convencido que de no haberse dado la circunstancia de la presencia Jorge Galván en ese momento en nuestro estado, el canal de televisión no hubiera sido posible. Era la persona adecuada en el momento adecuado. Si bien es cierto que el mejor homenaje permanente sería imponer su nombre a un teatro en Aguascalientes, sin duda también lo es que JUSTO SERÍA LLAMAR “JORGE GALVÁN”, AL ESTUDIO PRINCIPAL DEL CANAL ESTATAL DE TELEVISIÓN DE AGUASCALIENTES. Ojalá las personas que apreciamos al maestro Galván podamos impulsar una iniciativa en este sentido y además, que las autoridades le den cabida a la propuesta.

MI ABRAZO afectuoso a la señora Teresita Cámara, a Jorge Luis, Greta y Carlos (Martha seguramente está ahora con él), a toda la familia y amigos. Ya comienza a sentirse ese gran vacío, esa ausencia que nos deja el final de la obra de teatro. Sin embargo, en este caso, las obras todas, están ahí, son un legado para quienes le admiramos y quisimos. Sigamos representando sus obras, viendo sus actuaciones, leyendo sus trabajos, reconociendo su labor. La obra, la vida continúa, pero… cayó el telón.