Por Alfonso Morales Castorena

Si a ley de sus “destos” el alcalde Javier Luévano autorizó la emborrachaduría al margen de la ley y sin tener siquiera servicio sanitario, Francisco Esparza Parada, titular del ISSEA, debe clausurar de inmediato ese foco de infección

Si a ley de sus “destos” el alcalde Javier Luévano autorizó la emborrachaduría al margen de la ley y sin tener siquiera servicio sanitario, Francisco Esparza Parada, titular del ISSEA, debe clausurar de inmediato ese foco de infección

LA APERTURA de “la cantina más céntrica” en la comunidad, carente del indispensable servicio sanitario y de la privacidad necesaria para la explotación mercantil de este tipo de negocios, tiene con el Jesús en la boca a los comerciantes establecidos en el andador de El Parián, que temen la degeneración del primer cuadro de la población, por el descarado fomento del alcoholismo que promueve el presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, en el último tramo de su administración.

 EL PROBLEMA del funcionamiento de esa emborrachaduría disfrazada de “cenaduría con venta de cerveza”, estriba, primero, en la alteración del orden público a causa de la desmedida ingesta de la “bebida de moderación” y segundo, en que, por esa misma causa y ya bajo los efectos del alcohol, los parroquianos ofrezcan a propios y extraños los denigrantes espectáculos de las riñas colectivas que vayan a protagonizar, sobre todo los fines de semana.

 ESO SIN tomar en cuenta los escándalos que son frecuentes viernes, sábado y domingo en el cercano prostíbulo Punto y Coma, donde los borrachos clientes hacen de las suyas así sea a puerta cerrada, como ha ocurrido a últimas fechas, a ciencia y paciencia de Reglamentos Municipales, en la opinión de los mismos comerciantes de El Parián.

 ELLOS MISMOS comentaron que esperan que con el cambio de administración todo vuelva a la normalidad, que el nuevo alcalde, Adán Valdivia López, cumpla con sus promesas de campaña y que exija a quienes explotan una licencia reglamentada que se ajusten a la norma que rige el tipo y clase de negocio que trabajan y que aquellos que no lo hagan así, que regularicen su situación mercantil para evitar la clausura respectiva y la sanción que ello conlleva.  Al menos, agregaron, se vale soñar, porque ayer se enteraron que para el proceso de entrega-recepción se dotó al nuevo alcalde, Adán Valdivia López, de 150 mil pesos que se depositaron en una cuenta a su nombre y que le fueron cedidos por el aún presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, del presupuesto de egresos de su administración, y si aquel empieza su mandato de esa manera “la corrupción en la Alcaldía va a estar al orden del día”.

 POR NUESTRA parte, el secretario de Recursos Humanos, José María Muñoz, nos enteró que los empleados municipales de todos los niveles que deseen continuar laborando en la administración que encabezará Adán Valdivia López, a partir del uno de enero de 2017, conservarán sus espacios laborales sin opción al finiquito, pero que aquellos que soliciten su retiro de la administración pública serán indemnizados como lo marca la ley.

 EN ESE LAPSO y por increíble que parezca, uno de nuestros interlocutores que atendía su negocio recibió una llamada telefónica a su aparato móvil y casi enseguida se asomó el asombro en su rostro, al tiempo que les indicaba a sus compañeros “que los extorsionadores telefónicos intentaban victimarlo con 100 mil pesos, corriéndole el cuento que tenían secuestrada a una de sus hijas”.

 SUS COMPAÑEROS hicieron causa común con él y en silencio se distribuyeron las tareas de localizar a la muchacha secuestrada, denunciar el asunto a Seguridad Pública Municipal e intentar rastrear el origen de la alarmante llamada, en tanto la víctima aparente de los criminales chantajistas seguía atenta las instrucciones que le daban “para pagar por la vida de su hija”.

 AL FINAL de cuentas, y como todos ellos lo suponían, todo resultó ser una falsa alarma, la joven fue localizada en su centro de estudios, sana y salva, su padre recobró la tranquilidad y luego llegarían los preventivos a conocer del asunto.

 LOS POLICÍAS hicieron la recomendación de costumbre a todos los presentes en el negocio del afectado: que si reciben una llamada de extorsión, jamás desconecten ni descuelguen la línea telefónica, ya que familiares o amigos pueden intentar localizarlo para ver si se encuentra bien, como ocurrió en este caso.