Por Alfonso Morales Castorena

Francisco Javier Luévano Núñez, ¿tan cuantiosos son los “moches” que recibe por solapar la prostitución, venta de drogas, lenocinio y venta de licor a menores de edad en el municipio de Calvillo?, es la pregunta (Foto: Archivo Página 24)

Francisco Javier Luévano Núñez, ¿tan cuantiosos son los “moches” que recibe por solapar la prostitución, venta de drogas, lenocinio y venta de licor a menores de edad en el municipio de Calvillo?, es la pregunta (Foto: Archivo Pagina 24)

EL INICIO del fin del fin de semana no fue nada halagüeño para residentes y comerciantes del andador peatonal Centenario, el escándalo de borrachos, prostitutas, soldados y homosexuales estuvo a la orden en el protegido prostíbulo del corrupto presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, Punto y Coma.

 LOS DESVELADOS vecinos se cansaron de solicitar la intervención de cuanta autoridad estimaron acudirían en su auxilio, pero como de costumbre, los elementos policiacos encargados de velar por el orden nocturno, jamás atendieron sus llamados telefónicos “tal parece los preventivos tienen la encargo de cuidar el funcionamiento del lupanar, no solo del deshonesto alcalde, sino hasta del famoso Mando Único, porque nadie nos hizo caso y la bacanal siguió casi para amanecer”.

LUEGO COMENTARON que se vieron en la imperiosa necesidad de lavar el frente de sus domicilios, porque los fétidos olores a orines y suciedad invadían el ambiente, tornaban irrespirable el aire y quienes se atrevían a pasar por las cercanías del prostíbulo, lo hacían un poco retirado y con la mano cubriéndose boca y nariz.

 TODAS ESAS molestias, dijeron los encorajinados vecinos, parecen no importarle al inmoral Luévano Núñez, tampoco a su no menos corrupto jefe de Reglamentos, Juan Roberto Delgado González, que solo se burlan de nosotros y nada hacen por obligar a la lenona dueña de la emborrachaduría para que siquiera respete los horarios de cierre de actividades y nos deje descansar en las noches, como lo hacíamos tres años, cuando todo era paz y tranquilidad en este lugar, agregaron.

 HOY NOS espera otra gran desvelada, siguieron quejándose, porque como es sábado, todo mundo cobró su quincena y se tiene el dinero disponible, los clientes asiduos de Punto y Coma se van a instalar ahí desde temprano y como es lógico suponer, a la usufructuaria de la licencia reglamentada, Edith Cristina de Lara Martínez, ya se le otorgó una extensión de horario para que cierre su congal hasta el amanecer.

 SEÑALARON QUE era necesario recordarle al corrupto jefe de la comuna, que toda extensión de horario es solo por dos horas, es decir que mientras aquellos que explotan una licencia de restaurante-bar deben cerrar actividad a las dos de la mañana, quienes trabajan una cantina tienen que cesar toda labor a las tres de la madrugada.

 PERO COMO los dueños de las licencias para trabajar una cantina no han comprobado que “el costo del permiso adicional se recupera con las dos horas extras que les autorizan para vender alcohol”, han desistido desde hace tiempo en recurrir a esa estratagema comercial y por lo tanto, la lenona Edith Cristina de Lara Martínez, con la protección que le brindan el ambicioso presidente municipal y su socio, el jefe de Reglamentos, saca raja de esa situación y ahí es donde la explotación de su prostíbulo se convierte en un grave problema social, como lo comentaron.

 PARA TERMINAR nuestra plática refirieron que van a aprovechar la invitación que hizo el alcalde electo, Adán Valdivia López, para integrar su Plan Municipal de Desarrollo con las propuestas que le presente la sociedad y que esta mañana acudirán al Museo de la localidad para tratar de hablar con él y plantearle el asunto, “con la esperanza de que se olvide que esa mujer le organizaba sus comelitonas cuando andaba en campaña, tome el toro por los cuernos y les resuelva su triste situación, a menos que desde ahora muestre el cobre y nos juegue el dedo en la boca”, dijeron.