Por Alfonso Morales Castorena

LA SEGURIDAD de ser beneficiado con una licencia reglamentada al tenor de “restaurante-bar”, ya sea mediante soborno o autorización expresa del corrupto presidente municipal Javier Luévano Núñez, bajo el disfraz de sesión de Cabildo, hizo que el dueño de la nevería que iniciara operaciones en la esquina norte del Parián y la calle Independencia, hace menos de dos semanas, colocara pendones publicitarios de la próxima e “inminente venta de cerveza”.

 A DECIR de los comerciantes establecidos en el colindante andador peatonal Centenario, de abrirse al público esa nueva “cervecería disfrazada de restaurante-bar” en el corazón del Centro Histórico, frente a la Presidencia Municipal y en los linderos de la plaza principal, dejará muy mal parado al corrupto alcalde, que por su desmedida ambición no cesa de “regalar a sus amigos cuanta licencia para venta de alcohol le piden”.

 LOS MERCADERES ven en esa “autorización para la venta de cerveza” en el recién abierto negocio de venta de nieve de yogur, un peligro inmediato porque aquellos que ya tienen mucho tiempo establecidos en ese sector del Parián, al observar que “la nevería-cantina” funciona a todo vapor y en el “mero centro de la población”, no van a dudar en cambiar de giro “para salir de pobres” y ese sector –tradicionalmente familiar– se va a convertir en hervidero de homosexuales, prostitutas, cancioneros y borrachos, es decir “vamos a tener nuestra propia zona de tolerancia gracias al corrupto e inmoral Luévano Núñez, que como es lógico se va a llevar su tajada”.

 ESO ES POR una parte, según su opinión, porque por la otra, creemos que la usufructuaria de Punto y Coma, Edith Cristina de Lara Martínez, no va a querer “competencia” y menos si ve afectados sus intereses, porque una cosa es una “cantina al aire libre” y otra “un prostíbulo que funciona a puerta cerrada las 24 horas del día”.

 ES LÓGICO pensar que la mujer, al ver que se le van sus clientes, va a reclamar a su “socio” Luévano Núñez la razón por la que autorizó el funcionamiento de la nevería-cantina y si no tiene la respuesta que quiere, va a exigir a su “amigo y alcalde siguiente”, Adán Valdivia López “su protección y un puesto en su administración con miras a buscar el menor pretexto para cerrar esa céntrica competencia para su emborrachaduría”, como ya lo ha pregonado en repetidas ocasiones.

 LUEGO NOS enteramos que la lenona ya recurrió a los servicios de “una de sus amigas que será miembro del cuerpo edilicio en la administración panista siguiente” para que se lance con todo en contra del actual regidor por el Partido Movimiento Social, Jesús González, con el cuento de que, junto con los comerciantes, le tiene fobia a Punto y Coma y quiere que sea clausurado, cuando en realidad este servidor público nada tiene que ver en este asunto y es ajeno a la explotación de “esa compacta zona de tolerancia en el Centro Histórico de Calvillo”.

 Y PARA LOS indignados comerciantes la solución del problema social que representa ese prostíbulo es la más fácil del mundo, simple y sencillamente que la mujer trabaje su negocio dentro de la legalidad, como “restaurante-bar” y que observe los horarios oficiales de labores o bien que el presidente municipal le retire “la protección” que le brinda, le ordene que cumpla a carta cabal lo estipulado en la licencia reglamentada que le rentó a su titular, Jesús Serna Esparza y que no cause escándalo alguno o, de lo contrario, el dueño actual de Reglamentos Municipales, “su socio en estos negocios”, Juan Roberto Delgado González, clausurará en definitiva el congal Punto y Coma, terminaron diciendo.