Por Alfonso Morales Castorena

El alcalde Francisco Javier Luévano Núñez se hace el desentendido para resolver el problema social que representa el giro rojo en el que está convertido el prostíbulo Punto y Coma

El alcalde Francisco Javier Luévano Núñez se hace el desentendido para resolver el problema social que representa el giro rojo en el que está convertido el prostíbulo Punto y Coma

LA CAÓTICA situación que cada fin de semana tienen que soportar los comerciantes y vecinos radicados en el andador peatonal de la calle Centenario no tuvo cambio alguno y el infernal escándalo e insoportable ruido imperó desde temprana hora del sábado pasado y la bacanal continuó hasta poco antes de las 4 de la mañana del día siguiente.

 TAL FUE el comentario de varios indignados residentes de esa zona mercantil encuadrada en el Centro Histórico y parte del llamado Pueblo Mágico, al tiempo que también señalaban la porquería, basura e inmundicia que contenían las fuentes construidas en el centro del andador, a las que el indolente director de Servicios Públicos, David López, ni siquiera presta atención, pese a los fétidos olores que despiden.

 UNA VEZ más criticaron la descarada protección que las autoridades municipales le brindan a quien usufructúa el negocio, Edith Cristina de Lara Martínez, y señalaron que no era posible que el alcalde, Francisco Javier Luévano Núñez, se hubiera olvidado de sus promesas de campaña y ahora se haga el desentendido para resolver ese problema social que representa el giro rojo en el que está convertido el prostíbulo Punto y Coma y prefiera las lisonjas convertidas en dinero que le rinde esa mujer.

 DE PASO también se dolieron por la actitud de burla que asumió el flamante nuevo director de Gobernación y del Ayuntamiento, Omar Williams López Ovalle, al ofrecer a sus vecinas Doña Lucita y Doña Otilia “una respuesta acorde a su denuncia, que solucionaría el problema que le plantearan y cesaría todo escándalo proveniente del prostíbulo”.

 NADA DE eso sucedió, continuaron diciendo, el fenomenal ruido fue toda la noche del sábado y las tres primeras horas del domingo pasado, nadie se atrevió a “molestar a los escandalosos borrachos y estos con toda impunidad hicieron cuanto ruido les vino en gana, hasta que se cansaron o ya no pudieron gritar más por estar bastante ebrios”.

 YA NI SIQUIERA hicieron el intento de solicitar apoyo a Seguridad Pública Municipal para que cuando menos los uniformados le exigieran a la lenona que “le bajara al ruido”, a fin de no exponerse a las burlas de la telefonista o de recibir la eterna promesa incumplida de “enseguida llegan los policías para atender su queja” y optaron por esperar a que la bacanal cobrara su cuota de esfuerzo y el cansancio venciera a los escandalosos y alharaquientos borrachos, junto con las prostitutas que los acompañaban.

 ANTE LA resultante de sus reiteradas demandas de atención y nula respuesta de sus autoridades, tanto los airados comerciantes, como los residentes de ese sector del andador peatonal, aseguraron que si su corrupto y ambicioso presidente municipal, así como sus cómplices en la protección que le brinda al prostíbulo, no toman cartas en el asunto, solucionan su ilegal actividad y les ofrecen la respuesta esperada, acudirán a instancias superiores a ellos para “ver si de esa forma se nos hace caso y encontramos la solución que nos devuelva la calma y la tranquilidad que perdimos desde que el prostíbulo sentó sus reales en este lugar”.