Por Alfonso Morales Castorena

LOS COMERCIANTES establecidos en el entorno al prostíbulo Punto y Coma, en el andador peatonal de la calle Centenario, se quedaron a la espera de conocer los resultados de la intervención de los titulares de Gobernación Municipal y Control Reglamentario, Omar Williams López Ovalle y Juan Roberto Delgado González, respectivamente, para comprobar la realidad del giro rojo disfrazado de restaurante-bar, que han denunciado públicamente en repetidas ocasiones.

 TAMBIÉN SE quedaron esperando si acaso el titular de la licencia reglamentada que obra en poder de la dueña de la emborrachaduría en cuestión, Edith Cristina de Lara Martínez; el agricultor y comerciante Jesús Serna Esparza, había sido cuestionado por ambos funcionarios municipales sobre la situación que guarda el documento y la razón por la que está en manos de la mujer, ordenada por el alcalde “para que se procediera en consecuencia si se detecta alguna irregularidad en su aplicación”.

 SOBRE EL particular, los afectados señalaron qué cómo no va a ser ilegal su explotación, si se aplica a un giro distinto para el que fue expedido su permiso, pero que ante la indiferencia, indolencia e ineptitud de las autoridades municipales, dio pié a la mujer para operar un prostíbulo en el corazón del Centro Histórico, amparada en la protección de quienes deberían exigirle que observara los lineamientos legales de la licencia reglamentada y nada más.

 POR EL CONTRARIO, agregaron, ya es conocido de todos nosotros que es intocable y por lo mismo los escándalos nocturnos, lo estridente de la música y los pleitos de los borrachos están a la orden de la noche y poco le importa a la mujer el habernos robado la tranquilidad de que gozábamos hasta antes de que iniciara sus ilegales actividades.

 AHORA ESPERAMOS que así como lo ordenó el presidente municipal, se haga cumplir la ley en toda la extensión de la palabra y no nos vayan a salir con el cuento de costumbre y nos digan que “no se puede hacer nada para solucionar el problema social, porque todo se encuentra dentro de la legalidad y la mujer no ha incurrido en falta alguna que amerite una sanción”.

 TAL VEZ para nuestras autoridades así sea, porque de una u otra forma tienen que justificar la protección que le brindan a la mujer y a su negocio de Punto y Coma, dijeron, porque no ven afectados sus intereses de bienestar y comodidad, pero si acaso alguno de los dos servidores públicos, ya sea el secretario de Gobernación Municipal o el titular de Control Reglamentario, vivieran a un lado de ese prostíbulo, tal vez el problema ya estuviera resuelto, porque no creemos que sean capaces de tolerar, ya no digamos soportar, los continuos escándalos que ahí ocurren.

 ESPEREMOS QUE nuestro alcalde no haya recurrido a las promesas de siempre para conciliar intereses, que actúe de acuerdo a su investidura y que vea que no es factible que en el corazón del Centro Histórico funcione casi las 24 horas un prostíbulo porque entonces la fama que le está construyendo a Calvillo como “Pueblo Mágico” va a tener una “mancha permanente como fuente de vicio continuo”, terminaron diciendo.