Por Alfonso Morales Castorena

La dueña del billar adjunto al prostíbulo Punto y Coma, recriminó la cómoda postura de las autoridades municipales y su descarada corrupción para proteger a su propietaria

La dueña del billar adjunto al prostíbulo Punto y Coma, recriminó la cómoda postura de las autoridades municipales y su descarada corrupción para proteger a su propietaria

LA LIMPIEZA de las fuentes del andador peatonal Centenario fue flor de un día y ahora sí, como reza la conseja popular, para taparle el ojo al macho y que ya no exigiéramos que se les aseara para que dejaran de ser los contenedores a cielo abierto de inmundicia en general, basura y hasta de mingitorio de los ebrios que acuden al prostíbulo Punto y Coma, sino hasta el depósito de sus vomitadas, aseguraron los indignados comerciantes establecidos en ese sector del Centro Histórico.

 ENTRE ESTOS comerciantes se destacaba la propietaria del billar adjunto al inmueble que alberga el referido lupanar, Gloria Marín López, quien aun conteniendo la ira que le embargaba, realizaba el lavado del frente del negocio que heredara de su marido, Rafael Villalobos (qepd), ubicado en el 411 de ese andador, “donde los borrachos me dejaron sus vomitadas y esto es diario”, dijo.

 EN MEDIO de su coraje recriminó el maridaje existente a todas luces entre la emborrachaduría y las autoridades municipales, la simbiosis que mantiene con el deshonesto e inmoral titular de la Secretaría de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, el padrinazgo que le brinda el corrupto presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez y el resto de autoridades municipales que velan más por sus intereses económicos, que por el bienestar de la sociedad.

 ANTES QUE la fuente que se ubica casi frente al acceso al prostíbulo fuera objeto de la supuesta limpieza que hicieran los trabajadores de Servicios Públicos Municipales, que nada más vaciaron la sucia agua que contenía y sacaron la basura que almacenaba, esa condición de suciedad que se le notaba ocultaba la nefasta acción de los ebrios, aunque posteriormente el ambiente fuera inundado por los nauseabundos olores que de ella emanaban, pero ahora, los borrachos usan la calle y los frentes de las viviendas para desahogar sus necesidades “y eso no se vale”, dijo la encolerizada ama de casa y comerciante.

 TANTO ELLA como su vecina, Otilia Morán Rodríguez, afirmaron que Punto y Coma es un prostíbulo disfrazado de cantina y aseveraron que incluso elementos de Reglamentos Municipales acuden de continuo para “presenciar el show de desnudos que ofrecen las mujeres de la vida galante a sus posibles clientes”, ante su indiferencia para actuar como la autoridad que representan y hacer cumplir el código de Control Reglamentario conforme lo marca la ley.

 TAMBIÉN ASEGURARON que las autoridades mienten al informar que “los menores de edad no tienen acceso a ese prostíbulo”, porque en más de una ocasión varios adolescentes ingresan a ese lugar como “Pedro por su casa”, sin obstáculos de ninguna especie, como también lo hacen algunos estudiantes con todo y uniforme.

 INCLUSO EN una ocasión, mencionaron, en horas de la tarde se le negaba el acceso a una estudiante menor de edad, que vestía su uniforme de falda roja a cuadros, blusa blanca, medias blancas, zapatos negros, quien para lograr su propósito afirmaba que “ya era mayor de edad, pero que había olvidado su credencial del IFE”.

 AL MOMENTO que quien le negaba el acceso al prostíbulo le indicaba que si tenía otro tipo de identificaciones, la muchacha simplemente se levantó su blusa, mostró su torso desnudo y comentó que “solo tenía esas credenciales” y en el acto, el paso le fue cedido.

 EN LA ACTUALIDAD y para hacer más atractiva la estancia de la clientela en la emborrachaduría, se promociona el jueves de cada semana con bebidas a precio especial y en cuestión de minutos el lugar luce lleno a reventar de soldados vestidos de civil, mujeres de la vida fácil, estudiantes y menores de edad, teniendo que rumiar nuestro coraje por el tremebundo escándalo que se arma y de pilón “tener que pasar la noche en vela y soportar las burlas de nuestras autoridades para que acudan a cumplir con su deber, cuando les pedimos que vengan a controlar la situación”, concluyeron diciendo ambas mujeres.