Por Mario Ávila Amador

* Aguascalientes cerca de la TV

Televisor Roger-Majestic, modelo 1957

Televisor Roger-Majestic, modelo 1957

A Jorge Galván, por su importante
aportación a la TV y la cultura estatal

HACE UNOS días comentábamos en un programa de Radio UAA (Universidad Autónoma de Aguascalientes), que generalmente sentimos que la vida comienza a partir de la fecha de nuestro nacimiento, lo que existió detrás pudo no haber existido. Yo nací en 1964 y ya había llegado la televisión a Aguascalientes, más no a mi casa. Vagamente tengo en la memoria el recuerdo de aquella tarde de 1969 o 1970, en la que a la casa paterna llegó una gran caja y dentro de ésta había un aparato de televisión. La desempacó mi padre y ahí permaneció por algunos días, como mero adorno. Nos sentábamos a verla, pero sin encenderla, no había caso, faltaba la antena. Una vez cubierto el engorroso proceso de colocar y dirigir la antena receptora en la azotea, con un largo tubo como mástil, por fin pudimos realizar el rito del encendido del aparato de televisión. Toda la familia esperaba sentada frente a la pantalla, mejor dicho, frente al cinescopio; primero se encendió el regulador, que era enorme y ruidoso y después el aparato televisor, apareció un pequeño punto luminoso al centro del mencionado cinescopio y después de algunos segundos, que parecieron una eternidad, ahí estaba, podíamos ver lo que ocurría dentro de aquella caja de bulbos. Pues bien, aunque pareciera que en ese momento comenzó la historia de la televisión en Aguascalientes, no fue así. Los primeros indicios de su llegada a nuestra entidad datan de por lo menos 15 años antes. El Inicio de la televisión en México, se dio 20 años atrás.

AUNQUE EXISTEN antecedentes remotos de pruebas de transmisiones de televisión en la Universidad Nacional Autónoma de México y en otras instancias, que datan de la década de los 30, tiempo en el que inició la televisión en los Estados Unidos de Norteamérica y en el Reino Unido, lo cierto es que la televisión en México comenzó transmisiones regulares hasta el año de 1950.

PREVIAMENTE, EL gobierno de Miguel Alemán, nombró como comisionados a Salvador Novo y a Guillermo González Camarena, para “investigar” el modelo que mejor se adecuara a las condiciones de nuestro país, tomando como referencia los sistemas antes mencionados, el norteamericano y el del Reino Unido, el primero de total apertura a la inversión privada y por lo tanto un sistema comercial eminentemente y el segundo, uno de control estatal y por lo tanto, con poca o nula participación del gran capital. Desde luego, a final de cuentas la balanza se inclinó por el esquema de apertura, Miguel Alemán vio en el nuevo medio, una buena oportunidad de acrecentar su ya de por sí buena fortuna.

LA PRIMERA concesión para operar una canal de televisión fue otorgada en noviembre de 1949 a Rómulo O’Farril Jr. (de hecho los beneficiarios fueron prácticamente todos los miembros de la familia, pero las cabezas visibles fueron Rómulo O’Farril Silva, padre y su hijo), distribuidor de autos y amigo personal y socio del presidente de México. Antes, en 1947 Miguel Alemán les había otorgado, “visionariamente”, la concesión de la radiodifusora XEX, para que los O’Farril fueran tomando experiencia en todo lo relacionado a los medios de comunicación, pensando en la próxima llegada de la televisión.

EXTRAÑO PARA algunos, lógico para otros; el tiempo demostró que los intereses del político eran realmente personales y se impusieron a la mayor experiencia en el ámbito de la radiodifusión en México y a la preparación de personal para el arribo a la Televisión, de Emilio Azcárraga Vidaurreta. De cualquier manera, la concesión a Azcárraga le fue entregada sorpresivamente rápido, en marzo de 1951. El presidente debía cuidar las formas y además el radiodifusor siempre mostró lealtad al mandatario.

DESPUÉS, COMO premio a sus esfuerzos y en reconocimiento a su lealtad, Alemán otorgó la concesión de XHGC Canal 5, al ingeniero Guillermo González Camarena, el 10 de mayo de 1952, aunque inició transmisiones algunos meses después. Fue hasta diciembre de 1952 que se instaló la primera repetidora, desde luego por parte de Emilio Azcárraga, para llevar la señal de Canal 2 a Puebla, Cuernavaca y Jalapa; el equipo se instaló en el Paso de Cortés, conjunto montañoso a tres mil 600 metros sobre el nivel del mar, entre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, que se encuentra a 23 kilómetros de Amecameca, en el Estado de México.

UNA NUEVA complicación, el establecimiento de una red que hiciera posible la llegada de la televisión a todo el territorio nacional. Si hubiera la posibilidad de ver televisión, sin duda habría que encender veladoras a Azcárraga, para que volteara al centro-norte e instalara una repetidora en la región. Pasarían algunos años, otras repetidoras se instalarían, antes de que Aguascalientes tuviera acceso a una señal de televisión “decente” y sin interrupciones.

ASÍ INICIABA la televisión en México. En Aguascalientes mientras tanto, la radio continuaba siendo el medio de comunicación por excelencia; hubo algunas propuestas de personas de los medios para establecer una repetidora en el Cerro de los Gallos. Comenzaron a publicarse anuncios de venta de televisores, pero no había señal. Era necesario esperar, esperar y esperar.