Por Alfonso Morales Castorena

La escultura de “La Mujer Caballo”

La escultura de “La Mujer Caballo”

A NUESTRO arribo a la comunidad, ayer en la mañana, nos encontramos con la novedad de la incorporación de una nueva obra en la llamada Ruta del Artista, que fue instalada en el primer patio de la remodelada Central Camionera y que a muchos nos llamó la atención, tanto por su forma, como por su origen y la leyenda que le rodea, lo que para las autoridades culturales de la comunidad le hizo merecedora de ocupar el segundo lugar en ese camino de sapiencia urbana.

LA OBRA en sí, una escultura de tamaño natural, atornillada a un muro de tablaroca fijado en el piso de piedra encementada, representa la figura de una mujer vestida a la usanza del siglo XVIII, con un amplio y largo vestido en color blanco, de cuello redondo; de su brazo derecho sobresale, como si fuera un complemento, la pezuña de un equino, tiene como cabeza seis testas de caballo y, sin iluminación nocturna, en las sombras de la noche es algo siniestro.

CUENTA LA leyenda, según no lo contaron, que en ese tiempo un río cruzaba de oriente a poniente lo que es hoy la calle Artículo 115 Constitucional, en la actual colonia Liberal, donde al amparo de sus grandes árboles y en horas de la tarde-noche se daban cita parejas de enamorados para entregarse a sus sueños del futuro y que ahí se gestaron varios de los matrimonios más renombrados de aquella época.

PERO YA por las madrugadas, se daban cita en ese lugar de ensueño parejas de infieles que daban rienda suelta al disfrute del placer carnal, fuera de la vista de inoportunos testigos y, en apariencia, sin que los consortes de los desleales estuvieran enterados de la traición conyugal.

SIN EMBARGO, todo cambió cuando –según la leyenda– un marido ofendido descubrió a la infiel y ésta, a su vez, hiciera lo mismo con su amante y que mientras éste desaparecía río abajo, abandonando a la fémina con la que se entendía, la casquivana era lazada por su traicionado esposo y arrastrada al galope del caballo que montaba, causándole una muerte espantosa y de esa manera vengó su honor mancillado, como se estilaba en esos tiempos.

A PARTIR de ese suceso, el río dejó de ser el lugar favorito de los célibes enamorados pero el suceso dio paso al encuentro furtivo de parejas de infieles que, según nos dijeron, aprovecharon que el trágico suceso sembró el terror en la población para realizar sus encuentros furtivos en las ya desoladas riberas del río.

SÓLO QUE esas citas clandestinas se suspendieron cuando empezaron a aparecer los cadáveres de individuos que se entendían con mujeres solteras o casadas, cuyos cuerpos yertos parecía que habían sido objeto del ataque de furiosos caballos y ahí fue donde surgió la leyenda de “la mujer caballo que castigaba con la muerte a los hombres infieles, a los que coceaba sin piedad alguna”.

SIN EMBARGO, nuestros informantes no supieron decirnos la razón, causa o motivo por el que la escultura en lugar de cabeza humana de mujer, luce seis testas de caballo y el origen de la pezuña que forma parte de su brazo derecho, ni tampoco le achacaron su autoría a algún artista en especial.

SÍ NOS COMENTARON que en alguna ocasión creyeron que estaban frente a la leyenda colonial de La Llorona, como fue el sentir de la población durante muchos años, pero que por voz trasmitida de generación en generación parece que se conoció la historia siniestra de “La Mujer Caballo”.

YA EN TEMAS menos espeluznantes, la comunidad está de plácemes porque al fin la alberca municipal del Parque Infantil fue techada y de paso se le equipó con un nuevo sistema de calentamiento de agua a base de paneles solares, que mantendrá el vital líquido a una temperatura de 27 grados constantes, durante los 365 días del año, ya que estará perfectamente cubierta con el gran domo que se le instaló.

CON ESA nueva infraestructura, la Escuela Deportiva de Natación incluirá clases gratuitas para las personas de la tercera edad, hombres y mujeres, algunos de ellos ya convertidos en abuelos y para quienes sufren de discapacidad, todos ellos que estén inscritos en los programas de Desarrollo Social que lleva a cabo el DIF Municipal, así como para los pequeños de la casa hogar María Auxiliadora, sin más afán que el de ser un instrumento de superación personal y colectivo, como lo comentaran las autoridades deportivas de la localidad.