Por Alfonso Morales Castorena

PASADA LA euforia y los festejos que siguieron a la llamada Fiesta de la Democracia, que llevó a la victoria al Partido Acción Nacional (PAN) y por consecuencia a repetir su estadía al frente de la Presidencia Municipal por conducto de su militante Adán Valdivia López, flamante alcalde electo, el desencanto de sus simpatizantes y seguidores se posesionó de su ánimo al descubrir que fueron parte de un juego político en el que llevaron todas las de perder.

MUY TARDE tomaron conciencia que la compra de su voto estuvo envuelta en una maraña de manejos turbios que pasaron inadvertidos para los observadores electorales, si es que los hubo, en los comicios del pasado 5 de junio y que los panistas se encargaron de disfrazarlos “de una buena voluntad que estaban muy lejos de sentir”.

PARA LOS priístas, como lo señalamos en una entrega anterior, fue el origen de que no solo la cabecera municipal, sino varias de sus comunidades, se convirtieran en la sucursal de un casino y se prostituyera la jornada electoral, en donde las fichas de cualquier valor económico se repartían en las inmediaciones de las casillas, como si de dulces se tratara.

PERO COMO todo tiene sus bemoles, ya vuelta la calma en la población y conocido el triunfo electoral de los panistas, los vendedores de votos se llevaron el chasco de su vida al descubrir que el dinero que recibieron por su sufragio a favor del albiceleste era falso, que no tenía valor económico alguno y que tampoco tenían cara de reclamar el inmoral proceder de sus compradores “porque se descubriría su perverso juego”.

ESA SITUACIÓN descubrieron los electores que vendieron su voto, al momento de “pagar sus compras en negocios de las comunidades de Jáltiche de Abajo, Jáltiche de Arriba, La Rinconada, Presa de los Serna e incluso en la misma cabecera municipal, como lo confirmamos al cuestionar a varios vecinos de la comunidad, que con visible temor nos solicitaron que “no vaya a mencionar nuestras identidades porque tenemos miedo que los panistas se enteren que descubrimos su juego”, al tiempo que lamentaban que “una vez más nos dejamos convencer de la supuesta bondad de los políticos”.

TAMBIÉN EN la tiendita de enfrente, entre los priístas existe inconformidad por la derrota sufrida en las urnas, sobre todo porque al cuarto para las 12 se impuso a Jesús Contreras Gallegos como presidente de su Comité Directivo Municipal, sin que se tomara acuerdo alguno con la militancia y ahora con la salida de su líder nacional, Manlio Fabio Beltrones Rivera, esperan que las aguas tomen su cauce.

ES DECIR que se convoque a elecciones internas para designar democráticamente a quien dirija los destinos del tricolor en el Valle del Huejúcar en el futuro, con la obligación de entregar buenas cuentas a la dirigencia estatal y nacional y dejar de lado las imposiciones porque solo provocan el descontento de muchos, limitan su trabajo partidista y quedan a merced de sus rivales políticos.

AL MENOS tal fue el comentario que nos hicieron los viejos priístas de la comunidad, que también nos solicitaron la reserva de sus identidades “porque de lo contrario seremos objeto de revanchas políticas que no deseamos, pero lo que le decimos es lo que sentimos que así debe ser”…y nosotros también se lo dejamos de tarea a los politólogos de siempre.