Por Reyes Rojas

* Poesía Para Evadir al Prójimo

EL MUNDO está lleno de gente culta que aprovecha cualquier oportunidad para demostrarte lo que sabe y francamente a veces no hay nada más desagradable que eso. Por ejemplo, ahora que México ni siquiera romperá relaciones con Israel, corremos el riesgo de encontrarnos con un experto en asuntos internacionales en cualquier esquina; pero un mortal preocupado por sobrevivir en la pacífica y bien asalariada realidad nacional no siempre tiene tiempo para enterarse de que la Franja de Gaza no es parte del botiquín de primeros auxilios.

ESTUDIÉ LETRAS Hispánicas y estuve rodeado de gente que nunca dejaba mi ignorancia en paz, y no era que todos tuvieran las malas intenciones de cultivarme, para algunos era un acto inconsciente de narcisismo puro y otros eran simplemente alumnos avanzados que ya habían aprendido las reglas básicas de convivencia en la academia.

LA PRIMERA vez que me encontré en el pasillo con una chica de Filosofía que pidió mi opinión sobre algo, caí en la trampa, le seguí el juego y tuve que huir de ella durante una semana, ya que me perseguía por toda la facultad para demostrarme que estaba equivocado y convencerme de que la homosexualidad no es natural ni lógica. Así me di cuenta que a veces no hay nada más sincero que el silencio.

“La poesía tiene la capacidad de repeler, distraer o burlar a los individuos de cualquier estrato social”

“La poesía tiene la capacidad de repeler, distraer o burlar a los individuos de cualquier estrato social”

TIEMPO DESPUÉS descubrí que a veces el silencio no basta, sobre todo si hay alcohol de por medio o la concentración de intelectuales en un solo lugar es tanta, que a todos esos intelectuales se les mete la idea de demostrar que tienen el derecho y las facultades necesarias para rodearse de tantos intelectuales. La carrera de letras es un campo de entrenamiento para esas situaciones, pues si algo se aprende es a fanfarronear por escrito y oralmente.

SI UN DÍA te encuentras con alguna persona que te ve a ti y al resto de la especie humana como una multitud de recipientes vacíos deseosos de llenarse de conocimiento, la mejor solución para quedar bien parado y evadir una discusión que te arruine el día es hacerle creer que estás tan bien informado como él o ella. Sin embargo, fanfarronear no es fácil, pues si uno habla demasiado se corre el riesgo de empezar la discusión que en un principio se quería evitar.

PARA FANFARRONEAR sin riesgos existe un antiguo género literario que hoy en día es de lo más eficaz cuando se quiere evitar la convivencia (buena o mala) con otra persona o desorientar a las masas: la poesía. Ya lo decían Verónica Pantin y Verónica Jeffé cuando descubrieron que Hugo Chávez solía citar a algunos poetas para ensalzar sus discursos: “la poesía no es una pistola, no sirve […] para eliminar a un enemigo o para seducir al público. No es instrumento útil del poder. Sirve para abrir pequeños espacios de libertad donde pueden entreverse los misterios del mundo y la propia conciencia”.

LO ANTERIOR es cierto, la poesía abre un espacio, aunque más que de libertad es de escapatoria; si a la mitad de un discurso de Peña Nieto se citara algún poema y se entrevieran los misterios del mundo y la conciencia, lo más seguro es que se ignoren por completo las palabras del señor presidente por muy interesantes y acertadas que fueran; pero lo mejor de todo es que esta técnica de evasión no sólo funciona con los artistas y los intelectuales, al parecer la poesía tiene la capacidad de repeler, distraer o burlar a los individuos de cualquier estrato social, nivel educativo, preferencia sexual, inclinación política y ocupación.

SE ME OCURRE que el hecho de que la poesía sea tan efectiva como medio de escapatoria y camuflaje, se debe tanto a su ambigüedad como al antiguo prestigio que arrastra como una cobija vieja. Decir un poema a la mitad de una conversación muchas veces equivale a decir mucho y no decir nada a la vez, y si por casualidad el poema es de esos que rompen con las reglas básicas de la sintaxis y el decoro, el desconcierto de los escuchas puede convertirse, en el mejor de los casos, en una mezcla de admiración y animadversión difícil de sobrellevar. De cualquier forma a uno le da tiempo y silencio suficientes para salir corriendo y dar la impresión de que se pertenece al valiosísimo sector de la gente educada y bien informada, de mundo, vaya.

ASÍ PUES aquí les dejo un poema que sirve para escapar de temas escabrosos o indeseables. Se invita a que lo utilice según la creatividad, la situación, el gusto y el antojo que les plazca: El texto es del poeta israelí Yehuda Amijai, que en un principio sirve para eludir herejemente temas religiosos o disertaciones moralistas sobre el estado actual del mundo.

Dios Está Lleno de Misericordia

DIOS ESTÁ lleno de misericordia,/ si Dios no estuviera lleno de misericordia/ habría misericordia en el mundo y no sólo en él./ Yo, que cogí flores de la montaña/ y mire hacia todos los valles,/ yo que traje cadáveres desde las colinas,/ puedo decir que el mundo está lleno de misericordia.

YO QUE fui rey de la sal junto al mar,/ que me quedé indeciso junto a la ventana,/ que conté los pasos de los ángeles,/ mi corazón levantó pesas de dolor/ en terribles concursos.

YO QUE utilizo sólo una pequeña parte/ de las palabras en el diccionario.

YO, QUE debo interpretar enigmas a mi pesar/ sé que si Dios no estuviera lleno de misericordia/ habría misericordia en el mundo/ y no sólo en él.