¿En el Olvido la Independencia Política de Aguascalientes?

Por Vicente Agustín Esparza Jiménez / Centro INAH Aguascalientes

Antonio López de Santa Anna y Luisa Fernández Villa, representados por Osvaldo Barra Cunningham en los murales del Palacio de Gobierno de Aguascalientes.

Antonio López de Santa Anna y Luisa Fernández Villa, representados por Osvaldo Barra Cunningham en los murales del Palacio de Gobierno de Aguascalientes.

AGUASCALIENTES SE independizó políticamente de Zacatecas el 23 de mayo de 1835. ¿Por qué no se conmemora esta fecha en el calendario cívico local? Creo que no siempre existe la memoria feliz, ya que recordar puede ser doloroso, dado que la sujeción y la dependencia incomodan.

A PESAR de que el hecho histórico no se recuerda actualmente de manera oficial, en 1935 se conmemoró su centenario y en fechas posteriores también se rememoró aunque cayó en el olvido pero no del todo, pues de alguna u otra forma ha estado presente en el imaginario colectivo como veremos a continuación.

EL PRIMERO en referirse a este acontecimiento fue el historiador aguascalentense Agustín R. González en su “Historia del Estado de Aguascalientes”, que editó en el año de 1881 y en la que explica la instauración del centralismo por el presidente Antonio López de Santa Anna, y la negativa de Zacatecas para aceptar esa forma de administrar la República, razón por la cual Santa Anna combatió personalmente a los zacatecanos, obteniendo el triunfo “sin que hubiese la obstinada resistencia que todos esperaban”. También se refiere a la recepción que los aguascalentenses le prepararon y por primera vez, a la supuesta participación de María Luisa Fernández Villa de García Rojas para lograr la independencia. Para lo cual le ofrecieron a “su Alteza Serenísima” un “brindis” que tuvo lugar en un “alojamiento que se le había preparado”, con una “recepción regia”.

MUCHOS AÑOS después, en 1945 el profesor Alejandro Topete del Valle propuso nuevos nombres para algunas calles de la ciudad en la que aparecía la fecha 23 de mayo, que se supone recordaría a los habitantes de la urbe la independencia política de Aguascalientes. Sin embargo, dicha propuesta no se concretó, ya que ninguna arteria se bautizó con esa fecha.

EN 1946 el gobierno del estado y el ayuntamiento de la capital a cargo del gobernador Jesús María Rodríguez y del presidente municipal doctor Enrique Osornio Camarena, convocaron a un concurso para adoptar los escudos del estado y del municipio. Los ganadores para el escudo del estado fueron el licenciado Bernabé Ballesteros y el citado profesor Topete, el primero con los grabados y el segundo con el lema. En el primer cuartel aparecen unos labios y unas cadenas que recuerdan y simbolizan la independencia política de Aguascalientes. Para grabar los labios y la cadena rota, con toda seguridad el licenciado Ballesteros, asesorado por el profesor Topete, se apoyó en la leyenda titulada “Por un beso de mujer se hizo libre Aguascalientes”, escrita por el ingeniero Elías L. Torres, quien la compuso para concursar en los fallidos Juegos Florales de la feria de San Marcos de 1927, que con el paso del tiempo se publicó por primera ocasión en la revista “Sucesos” y en 1935 en los números 11 y 12 del “Boletín de la Sociedad de Historia, Geografía y Estadística de Aguascalientes”. De esta forma, al incluir los labios y la cadena rota en el blasón del estado, ambos contribuyeron a darle crédito a la referida leyenda, y según Jesús Gómez Serrano, “a falta de una Helena raptada, de un Rómulo amamantado por una loba, o por lo menos de un águila parada arriba de un nopal, esta modesta leyenda se ha convertido en la pieza central de la mitografía política local”.

AL INCLUIR los labios y la cadena rota en el escudo del estado, la leyenda “del supuesto beso” se oficializó a través del decreto número 157, el cual describe dicho blasón y su significado. Asimismo, entre los años de 1961-1962 nuevamente se utilizaría la imagen de Santa Anna y el supuesto beso de María Luisa Fernández Villa para explicar la independencia política de Aguascalientes, esta vez en una pintura localizada en el segundo patio del palacio de gobierno, hecha por el chileno Osvaldo Barra Cunningham.

DICHA IMAGEN muestra a Santa Anna con mayor edad a la que tenía cuando visitó Aguascalientes, dado que si nació en el año de 1794 en Jalapa, Veracruz, para 1835 tenía 41 años. La pintura que muestra el mural del palacio es cuando se perdió casi la mitad del territorio nacional con el tratado Guadalupe-Hidalgo firmado el 2 de febrero de 1848, ya para entonces Santa Anna tenía 54 años aproximadamente. La representación que hace el pintor Barra Cunningham del presidente Santa Anna es el de la historia oficial, es decir, la del “antihéroe”, dictador, vende patrias, mil amores y pendenciero.

PARA LA década de 1970 algunos aficionados a la historia seguían utilizando la “leyenda del beso” para explicar la independencia política de Aguascalientes. Al perdurar la “leyenda del beso” en la memoria colectiva de los aguascalentenses a través de los medios y formas antes mencionados, se podría decir que el proceso histórico cayó en el olvido, porque se impuso la memoria manipulada sobre la memoria pasada.

EL OLVIDO de la celebración de la independencia política de Aguascalientes obedece a que el Estado no procuró reproducir entre los habitantes de Aguascalientes esta conmemoración, dado que en la recordación de las fiestas y conmemoraciones históricas el Estado cumple una función primordial, pues su existencia es necesaria para lograr que la memoria colectiva pueda almacenarse, reproducirse y multiplicarse entre los miembros de la sociedad, como lo señala Enrique Florescano. También, los aguascalentenses prefirieron olvidar que hacer una rememoración del pasado, es decir, del sometimiento político zacatecano. Otra respuesta tiene que ver con los diferentes festejos y celebraciones locales, ya que se terminó imponiendo la que recuerda la fundación de la villa o la ciudad sobre la que celebraría el inicio del estado como entidad política independiente.

Fuentes: González, Agustín R., Historia del Estado de Aguascalientes, Aguascalientes, Tipografía de Francisco Antúnez, 1986. El Sol del Centro, 15 de junio de 1945. Ballesteros, Bernabé, Escudo Heráldico de Aguascalientes, México, Talleres Tipográficos “Imcomex”, 1946. Gómez Serrano, Jesús, “Revisando la ‘Leyenda del Beso’ notas sobre la creación del estado de Aguascalientes”, en Parteaguas, Revista del Instituto Cultural de Aguascalientes, Año 2, No. 6, Otoño 2006. Tenorio Trillo, Mauricio, Historia y Celebración. México y sus Centenarios, México, Tusquets, 2009. Florescano, Enrique, “Notas sobre las relaciones entre memoria y nación en la historiografía mexicana”, en Historia Mexicana, El Colegio de México, Vol. LIII, Núm. 2, Octubre-Diciembre de 2003.