Neoliberalismo Desgastado. El TLCAN

Por Daniela Itzel Domínguez Tavares

Capitalismo salvaje (Foto: Archivo/Andrea Murcia/Cuartoscuro)

Capitalismo salvaje (Foto: Archivo/Andrea Murcia/Cuartoscuro)

MIENTRAS EL año está por terminar el ex presidente Carlos Salinas de Gortari se enaltece con su libro sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En dicho libro, y según las reseñas así como entrevistas que ha dado, se dio a la tarea de explicar de primera mano los años que fueron necesarios para que se lograra la ratificación del Tratado. Seguramente aprovechará para matizar las críticas que se ganó durante y después de su sexenio. Lo cierto es que más allá de la publicación de este libro, el TLCAN está en un momento crucial dentro de su historia. Después de más de dos décadas de permitir una economía de libre mercado en todo el norte del continente americano, el tratado está por atravesar la quinta ronda de negociación. El escenario está entre un presidente norteamericano con poco animo de negociar y México, por su parte, está a siete meses de una elección presidencial.

EL TLCAN entró en vigor durante el sexenio de Salinas de Gortari teniendo como interlocutores a George H. W. Bush y Bill Clinton para el caso de Estados Unidos y a Brian Murlroney de Canadá. Sin embargo, este tipo de acuerdo donde se resaltaba la economía libre y sus beneficios no benefició a México como se esperaba.

EL SEXENIO de Miguel de la Madrid Hurtado estuvo enmarcado por sus esfuerzos para mejorar la economía de México después de la severa crisis que atravesó el país. Su plan de austeridad poco pudo hacer. Nuestro país comenzó en este sexenio un proceso de inserción en la economía de global o lo que más tarde se conoció como neoliberalismo. En pocas palabras, México estaba entrando sin cuidado en los terrenos del capitalismo salvaje, la competencia con economías más desarrolladas, ya sin mencionar el aislamiento y continuo problema de empobrecimiento de las clases desprotegidas.

CASI AL término de la administración salinista fue que se firmó el TLCAN, un año más tarde la devaluación del peso mexicano afectó a millones de personas en el país, teniendo como compañeros de la crisis la aparición del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y la sangrienta campaña presidencial de 1994. A posteriori Salinas de Gortari sigue defendiendo su obra maestra, ávido de poder y con su característica manera de narrar las cosas no sólo defiende el tratado sino que considera que “la competitividad no puede ser alcanzada por medio de gestos paternalistas a los trabajadores”. (1) Claro es que no se trata de un gesto paternalista sino de sentido común frente al difícil contexto social de México. Según los datos del Coneval, en el pasado mes de septiembre, 43.8% de personas que viven en México son pobres. A 23 años, y después de escuchar las quejas de Trump, pareciera que el tratado no solamente le falló a los Estados Unidos sino también a nuestro país. Ernesto Arellanes menciona en su investigación sobre el Tratado que:

EL ACUERDO prometía impulsar el crecimiento de México y generar nuevos puestos de trabajo, pero no estuvo a la altura de las expectativas. “El Tratado ‘fue un terrible error’ considerando cualquier indicador económico y social, e incluso comparado con el pasado mismo de México ‘¿Ayudó el TLCAN a México?’; basado en estadísticas oficiales, -la información- deja caer sombras sobre la economía de México, desde que ese país firmó el acuerdo con Estados Unidos y Canadá en 1994”. (2)

SEGÚN ARELLANES la economía de México debió de haber crecido teniendo como marco referencial la política neoliberal de la época, pero algo pasó. Mientras la India, España, Rusia y Corea del Sur comenzaron un próspero desarrollo México se estancó. Para este tipo de aseveraciones no es necesario un complicado estudio económico y social sino hace falsa un vistazo a la situación actual, el neoliberalismo que se esperaba salvara a México termino haciendo más grande la brecha entre clases y la económica de nuestro país respecto a otros de este continente.

AUNQUE TRUMP se esfuerce en dejar claro que el TLCAN ha sido negativo para la economía de su país, lo cierto es que los aspectos negativos se dejaron sentir en las dos naciones. Sin duda las rondas de negociación son necesarias, no por la insistencia de Trump sino por el paso del tiempo. Canadá, Estados Unidos y México no son las mismas naciones que firmaron el Tratado hace veintitrés años, la economía enmarcada por la comunicación, el internet y el constante cambio e interdependencia con otras económicas necesitan que este tipo de tratados se revitalicen sin dejar en el olvido a los trabajadores de estos países pues finalmente el crisol de la economía son ellos.

Notas

1. http://www.ejecentral.com.mx/carlos-salinas-defiende-el-tlcan/. Consultado el 30 de noviembre 2017.
2. Arellanes Jiménez, Paulino Ernesto. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte: antes, durante y después, afectaciones jurídicas en México. Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A.C., vol. VIII, núm. 33, enero-junio, 2014, pp. 257- 274