Seguridad y Crimen Organizado en Aguascalientes

Por Jorge Arturo Ferreira Garnica

Sergio Alberto Martínez Castuera, secretario de Seguridad Pública del Estado

Sergio Alberto Martínez Castuera, secretario de Seguridad Pública del Estado

LEO DIARIAMENTE los diarios locales, y algunos nacionales, y pareciera que la situación del país es algo banal, algo como aquella frase que decía Arturo de Córdova: “no tiene la menor importancia”. Lo anterior viene a colación por una declaración del equipo de seguridad estatal, que no es única, sino que se ha venido repitiendo con frecuencia. Según esa temeraria declaración, aquí en Aguascalientes, no hay asentamiento del crimen organizado. Esto lo he leído “N” número de veces. Según declara el encargado de la seguridad del estado, que los asesinatos que se han dado hasta la fecha son casos aislados. Ignoro cuál es la medida para cuantificar esos crímenes para que se puedan atribuir a la elite criminal, o dictaminarlos como casos aislados. Pero, sí es bueno decir, que cualquier político de esta generación o de cualesquier otra, con tan sólo un asesinato debería estar más que preocupado, máxime como se han dado estos casos aquí en nuestro estado, que incluso se pueden contar por docenas, pero sobre todo la forma en que nos los exhiben: calcinados, descuartizados, embolzados, encobijados, encajuelados, en contenedores de basura etc. Y no se diga de los feminicidios, que de ellos hablaremos después.

 NO ES POSIBLE tapar el sol con un dedo. Aceptar que existe un problema, según los psicólogos, es el cincuenta por ciento de su solución, el otro cincuenta está en lo que aportamos nosotros. Aceptemos pues lo que todos sabemos, que en este país, hasta en el municipio más pobre y apartado está presente el crimen organizado, según investigaciones periodísticas serias y de la inteligencia militar y policiaca. Entonces que no nos mientan más y que quienes están al frente de la seguridad estatal acepten que sí hay crimen organizado en Aguascalientes. El otro cincuenta por ciento para ir resolviendo el problema, tratemos de aportarlo entre todos, autoridades y ciudadanos.

 UNA VARIACIÓN sobre el mismo tema es lo que en estos días declaró el gobernador acerca de endurecer las penas a los compradores de “chueco”, y esa medida está bien, ¿pero, y los ladrones apá? Este delito cada vez más socorrido va en crecimiento proporcional con la pobreza generalizada y la falta absoluta de oportunidades, tanto escolares como laborales, así como de los empleos que se crean cuyas remuneraciones están muy por debajo de las necesidades familiares. El alto costo del pasaje urbano. Núcleos familiares numerosos. El encarecimiento de la canasta básica, son sólo parte de los factores que inciden en el aumento de ese y otros delitos. Si en una familia de tres o más miembros no hay dinero para lo más elemental que es comida, escuela y vestido, entonces es ahí donde se gesta ese caldo de cultivo, elemento ideal para que surja no la ocurrencia de robar, que también se da, sino la necesidad de hacerlo para la subsistencia familiar y otras cosillas más. ¿Cuántas familias estarán en este supuesto? Lo ignoro, pero con plena seguridad rebaza cualesquier cálculo de escritorio que se haga. Por otra parte tenemos las secuelas de ese abandono y esa marcada desigualdad de estos guetos que circundan la ciudad, y que la constituyen los niños y jóvenes de ambos sexos que provienen de esos cinturones de miseria, en los que la drogadicción y prostitución, en edades tempranas es cosa común y corriente, sin olvidar la deserción escolar, sea por falta de recursos monetarios o por negligencia de los padres o tutores de estos menores e incluso por explotación.

 ¿LAS PREGUNTAS, además del por qué, son el cómo y con qué obtienen las sustancias con las que envenenan prematuramente sus vidas? Esto no tendría efectos de tanto impacto como ese que el el gobernador quiere castigar con mayor rigor legal, que en realidad es la punta del iceberg, si no fuese porque no sólo se están perdiendo las nuevas generaciones, sino también estamos dejando crecer un conflicto social de proporciones incalculables que en cualquier momento se puede convertir en un verdadero estallido social. Podría decir que ese castigo sería suficiente para evitar esos delitos, pero no es así. Por todo ello es que debo citar al Secretario Florentino, en su obra cumbre EL Príncipe, cuando nos dice que: … insistirá tan sólo en que un Príncipe necesita contar con la amistad del pueblo, pues de lo contrario no tiene remedio en la adversidad… hasta aquí la cita; lo cual se entiende que el que gobierna debe estar siempre del lado del pueblo, para que cuando lleguen las adversidades, el pueblo siempre esté presto para brindarle su apoyo, pero en caso de no estarlo, pronto recibirá y sentirá el rigor de su abandono y su desprecio, con las impredecibles consecuencias. Sí, estás que ahora estamos viviendo y que se quieren subsanar con aumentar la pena del delito este demarras, que me invito a escribir esta reflexión.

 EN ATENCIÓN a esta cita, me parece prudente que este problema social, político, económico e incluso de antropología social, debemos atenderlo bajo estos conceptos citados, es decir de manera multidisciplinaria. Es lo menos que se pude hacer por los habitantes de esas zonas socialmente maginadas, que es donde se está dando el mayor índice de embarazos en adolescentes y niñas. Prostitución infantil y juvenil, acompañada de consumo y mini distribución de enervantes. Delincuencia juvenil del fuero común y otras conductas al margen de la ley, porque en sus zonas y en sus casas, si las tienen, no se conoce ni existe la ley.

 ES COMÚN que en ese medio social las chicas y chicos cambien de pareja como cambiar la ropa interior, y procreen hijos de papás diferentes y de paso, indolentes e irresponsables que no se hacen cargo de los infantes. De tal suerte que a los dieciséis o dieciocho años las chicas ya tienen dos, tres o más hijos. De ahí la prostitución juvenil cada día en edades más tiernas, así como el incremento en los índices de alcoholismo y drogadicción. Estos hijos que se desarrollan en ámbitos familiares totalmente disfuncionales, son a corto plazo, los futuros delincuentes de esos guetos. Los robos y los empeños son la materia prima para el próspero sostenimiento de esa cadena de casas de préstamo que, con la mayor soltura de las autoridades correspondientes les permiten asentarse. Son tácitos cómplices. Y la policía juega un papel de suma importancia en todo este complejo problema sociopolítico, no con su eficiencia y eficacia, que la tiene cuando quiere, sino mediante sus extorsiones e incluso complicidades.

ESTE ESTRATO de nuestra sociedad es tan vulnerable, que de ahí se reclutan los soldados del crimen organizado. Pequeños, medianos y grandes distribuidores de estupefacientes, surgen de ahí o del campo, que está en igualdad de condiciones. Asesinos a sueldo o por mandato de los capos, y por la defensa o apropiamiento de territorios para la distribución de drogas, también de ahí provienen, y ojo, cada día más y más jóvenes. Finalmente la vida nos les ofreció oportunidades como a los ricos y opulentos, y por ello nada tiene que perder, que no sea la vida. Esto está más que probado. Viven el ahora con todo el furor posible, pues ellos saben que no hay mañana. Aún estamos a tiempo de rescatar a nuestro querido Aguascalientes. ¡Hagámoslo!

EL COMBATE a la compra de objetos robados, y endurecer las penas para los infractores es un buen paso, aunque no sea el primero que debería darse, pues en el sector salud es muy sabido que cuesta más la medicina curativa que la preventiva. Lo que quiero decir es que, primero hay que comenzar por atender los reclamos y necesidades de las clases desprotegidas y olvidadas, y no sólo acudir a ellas cuando de solicitar votos se trata. El gobernador Martín Orozco, que es mi gobernador, tiene la oportunidad de su vida para realizar un gobierno que siembre la primera semilla para comenzar a combatir tanta desigualdad. Un gobierno que trascienda y que luzca. Que se vea y se sienta que está del lado de los desprotegidos. Es ese Pueblo, el que le dio los votos para ser gobernador. Su compromiso es no únicamente ir a visitarlos, sino a rescatarlos, enseñándolos a pescar y no a regalarles el pescado, y eso, cuando así lo hace, pues para ese pueblo es más fácil salir a robarlo y luego empeñarlo o venderlo.

 POR ESTA grave y complicada situación, es que me atrevo a mencionar que en el marco de su organigrama institucional tiene al menos tres instancias o dependencias, por no decirle que todas, para dar inicio a una política pública permanente que trascienda su sexenio y todos los sexenios que se den, no obstante Aguascalientes lograse su seguridad como la de hace unos cuantos años.

 ES PRECISAMENTE a través de esas instituciones que se puede enseñar a pescar a los habitantes de esas zonas marginadas; ya no ir más a reglarles el pescado, o esperar a que ellos lo roben, sino a darles las herramientas necesarias para que lo pesquen. Sólo necesita al frente de esas instituciones personas con tres dedos frente que generen ideas, y que se traduzcan en programas de instrucción y capacitación para que despierten la creatividad y en consecuencia la productividad de esos niños y jóvenes olvidados, para que en el mediano plazo se puedan convertir en modelo de bienestar, prosperidad y de una mejor vida en su núcleo de población: población que por ahora está cada día más empobrecida, con todo y que nos den cifras de empleo y progreso, indicadores que sirven sólo para el discurso y para satisfacer los intereses del círculo privilegiado. Se requieren no únicamente muchos empleos, se requiere a su vez que estén bien remunerados, y sobre todo fomentar a través de la instrucción y la capacitación que mencioné, el autoempleo, la micro y mediana empresa, y por supuesto la empresa familiar. Esa es sin duda alguna la parte fundamental para atenuar el robo y la “compra venta de chueco”, pues algo así elevaría el ingreso per cápita en esos guetos. Al toro hay que agarrarlo por los cuernos.

 POR ESTA y otras razones me parece que el intento de gobernar por la vía mediática ya tocó fondo. Ya no es posible que algunos de los integrantes del gabinete se la pasen en estar declarando que el gobernador anterior dejó al estado en tales y tales condiciones; que sus colaboradores y el propio exgobernador cometieron un sin número de ilícitos afectando al erario público. Todo ello en un vano intento de darnos a entender a todos los aguascalentenses que por esas y otras razones del anterior régimen, no ha sido posible llevar a cabo las acciones de gobierno que está demandado la población, como es la seguridad pública, el empleo, la educación, la salud y todas las demás. Perdonen ustedes, pero ya somos adultos y ya no nos chupamos el dedo. Yo les recordaría que en política cada declaración tiene un efecto bumerang.

 LO QUE ME parece atendible es que si los que se fueron cometieron algún ilícito, pues levanten la denuncia y finquen las responsabilidades del caso. No es creíble que a casi un año de iniciar sus funciones de gobierno la presente administración, no haya sido capaz de armar un solo expediente de las múltiples acusaciones mediáticas. Lo que demuestra la poca iniciativa y capacidad de algunos de los funcionarios, que lamentablemente convencen al gobernador y lo enredan en esa banal y perversa dinámica. Hay que actuar como dice ese refrán tan popular: de que poco ruido y muchas nueces. Esto es, callar, investigar, integrar expediente, demandar y hacer justicia. Y todos al ritmo que marque el Jefe del Ejecutivo, ponerse a chambear. El litigio mediático no encarcela culpables, pero si deshonra personas en no pocos casos.

 NO OLVIDEMOS nunca a ese pueblo que es el que por estar totalmente olvidado, su mejor forma de protesta es no dejarse oprimir por aquél que tiene más o que lo tiene todo, pero eso sí, de pasadita carrancearse algo de esa clase elitista. No despertemos al monstruo dormido, que creo que ya está despertando. Recordemos el proverbio latino de que, “Vox populi vox Dei”, que literalmente significa que la voz del pueblo es la voz de Dios. Pero va más allá, pues esa voz, es la opinión popular de la gente común y corriente, esto es, la gente de nuestras zonas marginadas; gente que tiene una fuerza irresistible y no es aconsejable oponerse a ella. Escuchemos lo que nos quiere decir. Todo ese complejo problema que se da in situ, es decir, en los polígonos de alto riesgo, es no un clamor, sino un grito desesperado que está pidiendo que lo escuchemos y atendamos.

 FINALMENTE QUISIERA recordarle que pronto se habrá de aprobar el presupuesto del IEE, por casi cien millones de devaluados pesos. Señor gobernador, ya no muestre ese desprecio por las cosas electorales, a las que les debe de manera formal y legal los cargos de elección que ha escalado en una gran parte de su carrera política. No les escatime su gasto, pensemos que los consejeros son personas sensatas, pero sobre todo, honradas y capaces de manejar ese presupuesto con la más diáfana transparencia. Merecen el beneficio de la duda. Pero sobre todo son capaces de responder a la confianza que indirectamente hemos depositado en ellas. Algunos cometen errores, cosas de chamacos, que se pueden corregir. Pero también hay que señalarles cuando caen y cometen esos u otros errores. Acaso el presidente del IEE no regresó a la Secretaría de Finanzas casi trece millones de pesos del subejercicio presupuestal de la elección anterior. ¿Dígame usted, señor gobernador, que otra dependencia de su administración ha hecho algo así? Deles su voto de confianza. Al igual que a nuestro sistema de partidos, que es parte sustantiva de nuestra democracia, de la que usted forma parte y de la cual surgió como político; político que ahora le toco la alta responsabilidad de gobernar nuestra entidad. No nos defraude, es nuestra única petición.

 EL DEBATE nacional sobre la irracionalidad del dinero público a partidos y órganos electorales, nada tiene que ver con el desastre nacional provocado por los terremotos de estos días. No digo que estoy en contra de que las fuerzas políticas se solidaricen para aportar sus dineros públicos para apoyar a los damnificados. ¡No! Sería mezquino hacerlo. Pero si puedo decir que no es un despilfarro o una mala inversión un presupuesto de estas dimensiones, quizá sea demasiado, sí, pero eso se puede corregir, sólo que en esta elección no sería recomendable recortar su gasto, por ser una elección atípica, y no hay antecedente para haber comparado y haber calculado una cifra cercana a la que se puede gastar. Lo único que deben hacer es transparentar cada centavo que apliquen al gasto de la elección, salarios y prestaciones y gastos de toda índole, incluso viáticos, café y galletas de todo el personal, comenzando por los integrantes del máximo órgano de dirección, es decir, el Consejo General. Finalmente su presidente ya ha mostrado su buen juicio administrativo devolviendo lo que no se gastó. UNIDOS POR un Aguascalientes más seguro y más próspero.